El obsequio de Stiles |Sterek|

Capitulo Diez.

-Derek-

Desperté a causa de un horrible ardor en mi piel, era como si miles de hormigas me picaran si dejar un lugar libre en todo mi cuerpo. Me revolví sobre la cama varias veces hasta finalmente abri los ojos. Me sentí confundido en un principio al darme cuenta de que no estaba en mi propia habitación, el recuerdo de haberme dormido con Stiles en mis brazos golpe mi mente logrando ubicarme.

Ambos nos habíamos encerrado en su habitación luego de huir de la sala. Scott e Isaac habían golpeado la puerta sin cansancio hasta que les había gruñido y amenazado con destriparlos, lo que finalmente logro que se rindieran. Stiles y yo habíamos pasado horas hablando sobre todo, conociendonos realmente, antes de caer dormidos.

El dolor en mi cuerpo había sido como un golpe de agua helada que logró despertarme completamente. Sentandome en la cama, pase mis manos sobre mis brazos, intentando desesperadamente borrar la sensación de mi cuerpo. No fue hasta que vi a Stiles saliendo del baño, totalmente mojado que me di cuenta de que no estaba conmigo en la cama.

Me miró con los ojos enormes, rascandose el brazo con brusquedad—. No sé va, Derek —chillo—. Duele.

—Ven aquí, pequeño. —abrí mis brazos hacia él, ignorando completamente mi dolor para poder consolar al chico.

Stiles cruzó la habitación en un segundo, totalmente desnudo y se arrojo a mi regazo. Automaticamente lo envolvi con mis brazos, sintiendo un extraño alivio en los lugares en que nuestras pieles se tocaba. Stiles debio haberse percatado tambien, ya que comenzó a refregarse en mi contra.

—Oh Dios —gimió cuando pase mis manos por sus brazos—. Si me tocas no duele, no dejes de tocarme, por favor.

Su respiración comenzó a salir en jadeos mientras pasaba mis manos por su pecho, hasta su ombligo antes de volver a arriba, tocando sus hombros y pasando por sus brazos. Mi cuerpo tambien dolia pero la expresión de placer en el rostro de Stiles merecia soportar cualquier dolor. Jamás me había gustado verlo sufrir, esa era una de las razones por las cuales siempre volvia a buscarlo o lo insultaba, esperando que retrocediera para que no se lastimara.

—¿Que pasa, Derek? —lloriqueo.

—No lo sé, pequeño —admití—. No tengo ni idea de que esta sucediendo.

—Necesito que me toques más —rogó—. A ti tambien te duele, ¿verdad?

Ni siquiera logré asentir cuando el chico jalo el dobladillo de mi camiseta, estirandola sobre mi cabeza para sacarla. Sus manos tocaron mi pecho suavemente antes de que pegara su torso contra el mío, nuestros labios chocando juntos con brusquedad. Acariciando su espalda con largas cariciar, deje que Stiles tuviese el control del beso por un momento antes de lanzar un gruñido y tomar posesion de su boca.

Stiles tembló en mis brazos cuando forcé mi lengua más allá de sus labios, saboreando su dulce sabor. Sus dedos se clavaron en mis hombros mientras se movia contra mi cuerpo, intentando frotar su erección contra mi abdomen. Nunca había estado con un hombre antes y no tenia ni perra idea de que estaba haciendo, supuse que seguir mis instintos era lo mejor que podia hacer.

Apretando una de mis manos en su cadera, lo inmovilice arrastrando los dedos de mi otra mano por su abdomen hasta chocar con la cabeza de su polla. Stiles gimio suavemente cuando tome su erección en mi mano, rodeandola con mis dedos y jalandola con un ritmo constante. Mi pulgar acaricio la cabeza con forma de seta, esparciendo el presemente para crear un poco de lubricación.

—No es suficiente, Derek —gimoteo—. Necesito más.

—Stiles, yo...

—Te necesito, pareja. —me miró directamente, sus ojos violetas brillando de una manera extraña.