Capitulo Treinta y Ocho.

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-Derek-

Mirando a mi alrededor, me cerciore de que no hubiese ningun movimiento u olor extraño en el ambiente antes de abandonar mi puesto en el porche de la casa. Scott, quien estaba sentando a un par de metros de mi, me miró con el ceño fruncido cuando vio que me estaba acercando a la puerta trasera.

—Tengo que ver a Stiles y los bebes —avise—. Vuelvo en unos minutos.

—Esta bien —aseguró—. Somos suficientes para mantener el lugar seguro en tu ausencia, no te preocupes.

Asentí una vez antes de apartar la puerta de malla y entrar a la casa, dirigiendome directamente al despacho que estaba al final del pasillo. Había varias personas repartidas por la casa, atentas por si algo sucedia. Segun Tea, su hermano no iba a perder el tiempo para encontrar la manera de atrapar a Stiles, el tipo estaba obsesionado con ello.

El despacho no era muy grande pero no era eso lo que me interesaba. Acercandome a una pequeña estanteria a un lado, la corri casi sin esfuerzo hasta que la puerta detrás aparecio. Girando la perilla, entré la pequeña habitación y cerré detrás de mi.

Zayn, Harry y Louis -estos dos ultimos parte de la manada de Liam- estaban sentados alrededor de una mesa, al otro lado de la habitación, jugando algun extraño juego de cartas que solo ellos tres entendian. Stiles estaba inclinado sobre la cama donde Ian estaba, cambiandolo de ropa y mascullando alguna tonta canción infantil. Era gracioso verlo ya que Ian parecia hipnotizado mirando a Stiles.

Acercandome a él, lo rodé con mis brazos por detrás logrando que diera un salto sorprendido.

—Joder, Derek —jadeo, apoyandose en mi pecho—. No te aparezcas así, vas a matarme de un infarto.

—Stiles, cariño, si hubiese hecho más ruido seguramente se habrian enterado que entre hasta en Australia.

—No eres gracioso. —estrecho los ojos hacia mi sobre el hombro.

Sonriendo, me incline hacia él y uní nuestros labios en un beso suave—. ¿Donde esta Oliver? —pregunté al separarnos.

Apuntó al otro lado de la habitación, en los pequeños moises para bebé que habíamos comprado para transportarlos. Dejando un ultimo beso en su cabello, me separe y me dirigi al mismo, sacando a Oliver y acunandolo contra mi pecho. El pequeño se retorcio suavemente antes de encontrar una posicion comoda y seguir durmiendo.

Oliver tenia los ojos de un color gris muy claro, lo que decia que seguramente tendria los ojos claros. Ian por su parte los tenia oscuros, Stiles aseguraba que sus ojos serian marrones como los suyos. No tenia ni idea de si seria así o no pero para mi ambos eran preciosos.

—Les das mañas —se quejo Stiles, intentando darme una mala mirada cuando la sonrisa temblaba en sus labios—. Estaba durmiendo, Derek, ¿para que lo sacaste?

Me encogi de hombros—. Tu haces lo mismo y no te digo nada.

Stiles parecia a punto de decir algo cuando Tea se aparecio dentro de la habitación—. Gea viene en camino —informo, mirandome directamente—. Tiene demonios con él, no sé cuantos exactamente pero conté más de cinco antes de volver.

—Mierda. —musite, devolvi a Oliver a su cuna y me giré hacia Tea—. Avisale a los demás.

Asintiendo, desaparecio nuevamente. Acercandome a Stiles, lo rodé con mis brazos al ver que estaba temblando—. Todo estará bien, ¿si? —musité—. Quedense con Zayn y los demás, volveré dentro de poco.

—Recuerda tu promesa. —pidio, poniendose de puntas de pie y besandome cortamente—. Vuelve a mi.

—Nunca rompo una promesa, Stiles. —aseguré, bese su frente antes de volverme hacia Zayn y los demás—. Mantenganlos seguros.

—Lo haremos. —dijeron al mismo tiempo.

Con una ultima mirada hacia ellos, me giré y sali de la habitación, colocando la biblioteca en su lugar antes de correr fuera. Llegue en el momento justo en que Gea y unos diez demonios aparecian en el borde de la propiedad.

—Scott, Isaac —los llame, haciendoles una seña para que se quedaran cerca de mi—. Mantenganse lejos de sus garras y asegurense de seguir respirando cuando esto termine, va para todos.

Recibi gruñidos por parte todos mientras se transformaban. Varios de los lobos de la manada de Liam estaban en su forma de lobos, manteniendose adelante de nosotros en posicion de ataque mientras veiamos a los demonios acercarse.

Gea dio un paso al frente, mirandome directamente—. No quieres hacer esto, lobo —aseguró—. Sabes muy bien que mis demonios pueden vencerlos sin esfuerzo. Dame a Stiles y nos iremos.

—Sobre mi cadaver. —gruñi.

Eso logró que sonriera sadicamente—. Como desees.

Los demonios se lanzaron en nuestra direccion en ese momento. Sabia que Gea no se esperaba lo que sucedio luego cuando escuche su jadeo entre todo el ruido. Nuestras garras se habían convertido en una especia de metal que parecia ser lo unico que dañaba a los demonios. Las droxgeas que habían venido a ayudarnos cargaban con espadas y cuchillos del mismo material.

Poniendo mi mira en una de las bestias que venian corriendo en mi dirección, esquive sus garras cuando las lanzo y clave las mias en su pecho, rasgandolo hacia abajo y escuchando su aullido de dolor. Eso no logró vencerla ya que estuvo levantandose en un segundo pero estaba inestable sobre sus pies.

Enviando una patada en su dirección, me asegure de darle en las heridas que yo mismo había dejado para enviarlo hacia el suelo. Antes de que pudiera tocar el cesped, una droxgea aparecio y cortó su cabeza de manera limpia. Miré al tipo que lo había hecho pero este ni siquiera me dio una segunda mirada cuando se volteo para ir por otro.

Girandome, corrí a ayudar a Scott, quitandole un demonio de encima, clavandole las uñas en el lomo a la bestia, rasgando todo lo que podia. Sentia a Scott ponerse de pie y atacarlo por el frente. En el momento en que soltamos a la bestia, una droxgea diferente aparecio e hizo el mismo procedimiento que antes con un suave movimiento de mano. Joder, eran peligrosos con espadas.

Más demonios salieron de la nada, atacandonos pero estabamos preparados. Tres bestias despues, el lugar estaba limpio y ninguna había podido llegar a la casa. Haciendo un tanteo rapido de la situación, me percate de que Erika, Cora e Isaac habían paralizados y estaban siendo transportados hacia la casa al igual que un par de lobos de la manada de Liam. Por lo demás, todo parecia bien.

Eso fue hasta que senti las garras rasguñar mi espalda desde mi nuca hasta mi cintura. El frio se colo por mi cuerpo, la sangre humedeciendo mi ropa mientras caia de rodilas y luego al suelo, paralizado completamente. Vi las garras de la bestia dirigirse a mi garganta y cerré los ojos.

Mi ultimo pensamiento antes de que la oscuridad me tragara fue hacia Stiles y los bebes.

El obsequio de Stiles |Sterek|Where stories live. Discover now