Capitulo Treinta y Tres.

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-Stiles-

—Tenias hambre, ¿verdad? —musité con una sonrisa mientras veia a uno de mis bebes tomar el biberon como si fuese la cosa más deliciosa que hubiese existido—. Siento haber tardado. El idiota de su padre desapareció y no tenia ni idea de donde se había metido, aún no la tengo.

Acercandome a las grandes puertas del balcón, miré por el mismo hacia la oscuridad de la noche. Derek había desaparecido hacia más de una hora y la manada había salido a buscarlo. Los gemelos y Scott eran los únicos que seguian rondando la casa como protección.

Mis nervios estaban a flor de piel ya que no tenia ni la más palida idea de donde estaba Derek, no contestaba su telefono y no le dijo nada a nadie. Era como si simplemente se hubiese hecho humo, o corrido como el viento. Al parecer la paternidad lo había asustado más de lo que imaginaba, si su huida era una señal.

—¿Stiles? —me voltee para ver a Scott entrando a la habitación. Me sonrió—. ¿Como estan? ¿Necesitas algo?

—Estamos bien, Scotty —aseguré—. ¿Ya volvieron? ¿Lo encontraron?

Negó—. Aún no. Isaac prometio llamarme si encontraban algo.

—Isaac, ¿eh? —movi mis cejas en su dirección logrando que se sonrojara furiosamente como cada vez que lo hacia—. ¿Que sucede ahi, Scotty?

—Uh, nada... aún.

—¿Aún? —di un paso hacia él, mirandolo con curiosidad—. Suelta la sopa de una vez, no me dejes con la curiosidad.

Él se mordio el labio, sentandose en la cama y mirandome a través de sus pestañas. Él bebé en mis brazos comenzo a retorcerse, soltando el chupón por lo que rodé los ojos y deje el biberón sobre la mesa de luz, colocandolo suavemente contra mi pecho y golpeando su espaldita hasta que eructo y se quedo quieto.

—Dios, toma más aire que leche. —me queje, limpiando su boca con una toallita—. Ni siquiera tiene un día y ya sé que me volvera loco, es demasiado revoltoso.

—¿Te recuerda a alguien? —Scott levanto una ceja hacia mi.

Estreché los ojos en su dirección—. No sé de que hablas —aseguré—. No me cambies el tema, dime que sucede entre Isaac y tu.

—Ya te lo dije, nada —aseguró, recibiendo al bebé de mis brazos—. Yo... rompi con Allison.

—¿Cuando? —lo miré mientras ponia otro biberon en el calientabiberones que había colocado en la habitación.

—Hoy —susurró, acunando mejor al bebé en sus brazos el cual comenzaba a quedarse dormido—. Cuando fuimos por las cosas de los bebes y tuyas.

—¿Estas de broma? —reí—. Scotty, tu eliges los peores momentos para tomar decisiones drasticas.

Se encogio suavemente—. Ella lo tomo bastante bien —miró al bebé—. Creo que simplemente no funcionabamos juntos.

—Que suerte que te diste cuenta —bromee. Eleve las manos en señal de paz cuando envio una mirada fulminante en mi dirección—. Hey, no me mires así. Todos aquí sabiamos que lo de ustedes dos no iba a ningun lugar, así que pensé que te habías percatado de ello antes. No es mi culpa que seas tonto.

—Eres un idiota. —bufó.

—Si, lo sé —acepté—. ¿Que te hizo darte cuenta de que no funcionaban?

El sonrojo en su rostro se incremento—. Uh... creo que Isaac siente algo por mi.

—Chocolate por la noticia —reí.

El obsequio de Stiles |Sterek|Where stories live. Discover now