CAPITULO 1

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17 de Agosto de 1991



Agua.

Mucha agua.

Era todo lo que podía sentir a mi alrededor en estos momentos.

Solía pasar, mis sueños eran tan realistas que lograban hacerme creer que enserio los estaba viviendo.

No podía ser cierto, o si?

Papá solía decir que eran pequeñas secuelas debido a la falta de sueño, algo tonto a mi parecer.

Papá siempre suele ser así, nunca habla de más si no es necesario.

Intenta mantenerse sereno muchas veces y otras muy pocas se expresa un poco fuera de lo habitual.

Es bueno, inteligente, calmado. Es el mejor padre del mundo.

Me senté todavía pensando en mi sueño mientras veía como las sábanas debajo de mi se mojaban cada vez más.

Otra vez me hice pipí.

Malos sueños tontos, ahora debía bañarme.

Muy malos sueños tontos, tenía demasiado sueño para levantarme.

Escalofriantes y malos sueños tontos.

-¿Otra vez?- la voz de mi padre desde la puerta mientras se acercaba a mi, me miraba con algo entre pereza y preocupación. -¿La tonta pesadilla volvió?-

-Esta vez fue un lago.- el me miraba expectante escuchando cada palabra que decía. -Fue raro y aterrador, sentí que me ahogaba..-

Papá trato de calmarme. -¿Quieres hablar de eso? Son las ocho, podríamos adelantar el desayuno y..- lo dudo unos segundos mirando mi cara y luego me dedico una pequeña sonrisa. -Si, creo que hoy haré una excepción y te daré un poco de esa tarta de frutilla que hizo Kreacher.-

Ante sus dulces y hermosas palabras, le dedique la sonrisa más brillante del mundo, el me levanto en sus brazos y nos dirigimos al baño para darme una ducha.

••

Hoy era 1 de Septiembre de 1991.

Un día emocionante para cualquiera que comenzará la hermosa y gratificante aventura que sería su primer año en Hogwarts.

Magos y brujas de todas las edades llenaban el andén 9¾ esperando la salida del enorme tren rumbo a Hogwarts.

Ya dije Hogwarts dos veces, pero es la emoción por el primer día.

Papá me contó sobre esto, ver por primera vez el castillo sería algo increíble.

Estaba sumamente atemorizada y a la vez alegre por saber cómo sería, mi primer año
sonaba TAN BIEN.

Llevaba conmigo a mi pequeño gatito color negro, quién dormía encantadoramente sobre mis brazos gracias a las caricias que mi padre le proporcionaba.

-En treinta sale el tren.- me recordó. llevando sus manos a un mechón rebelde que se soltó del peinado elegante que a duras penas pudo hacer. -¿Llevas todo? No podré mandarte tantas cosas en una lechuza, procura no separarte de Orión en el tren. No comas tantos dulces, mejor come de las tartas que te guardo Kreacher.- no dejo de mirarme mientras aún sostenía mi cabeza en sus manos. -Te conozco bien, se que llegarán muchas cartas, procura no darle un paro cardíaco a Severus. No rompas reglas..- lo interrumpí a medio regaño

-No lo haré, no dejaré que la reputación de mi querido papi se caiga a pedazos.- le di una sonrisa tranquilizadora, aunque sabía muy bien que lo último que le podía importar era su reputación. -Me cuidare y cuidare a Orión también. Sabes que no podría comer tantos dulces.- lo miraba divertida al ver su mueca. -Bueno, unos pocos si.-

Bella Costellazione [Harry Potter - Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora