SEGUNDO LIBRO - CAPITULO 1

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Las vacaciones.. las vacaciones de Cassie habían salido totalmente mal. Al llegar a casa, una fuerte fiebre la cubrió, estuvo la primera semana tirada en su cama. Luego llegó la segunda, más débil de lo usual, un resfriado y mucho dolor de panza.

Al iniciar la tercera, la niña ya se sentia mejor, contesto cartas de sus amigos y fue a pasar unos días a casa de su prima Luna.

Visitaron Londres con el señor Lovegood, compraron distintos libros sobre quidditch o también animales.

Luna amaba pintar los atardeceres, las plantas o algún sueño que tenía. A Cassie le gustaba dibujar retratos de cualquier persona en distintas facetas, tenía retratos de Luna que mostraban distintos puntos de vista de la niña. Le mostró a la niña los dibujos que hizo en su primer año en Hogwarts, retratos de sus compañeros distraídos o durmiendo en las clases con el profesor Binns, también tenía uno que otro retrato de Lisa babeando a Orión mientras dormían.

Cuando llegaron sus cartas, las niñas comenzaron a preparar distintos planes para realizar en Hogwarts ahora que podían estar juntas. Cassie practicaba en la vieja escoba de su padre, dado que no quería arruinar su nueva nimbus 2001 que tanto trabajo le tomo convencer a su padre de comprarle. Ella quería entrar al equipo de las águilas como cazadora, Bradley salió del colegio el año pasado, por lo que Ravenclaw necesitaba alguien que llene la canasta a su favor. Cassie planeaba ser esa persona.

Luna por otro lado, estaba ilusionada con recorrer las partes del bosque permitidas, la niña constantemente secuestraba a Pastelito y Orión. Los llevaba para dibujarlos o engordarlos, Pastelito ahora tenía su cama llena de cosas brillantes, Orión prefería lo suave, tenía muchas plumas y peluches.

La semana pasaba y llegó el tan anhelado miércoles, las niñas irían con Regulus a comprar sus cosas; quizás se encontrarían con algunos de sus amigos, ellos habían dicho que irían a buscar sus cosas recientemente, pero nunca dijeron cuándo.

-No se separen.- decía papá sosteniendo a Luna y a mi de las manos, cualquiera que lo viera se asombraría sin dudas.

Papá era un hombre con exelente porte, las brujas lo miraban con notable rubor y admiración. Los magos se limitaban a asentir hacia el con respeto.

-¿Podemos comer helados?-pregunto la vocecita de Luna, quién iba tomada de la mano saltando.

-También podemos ir a comer tartas, la señora Alton prepara las mejores tartas de todo Londres. -dije a Luna sonriente.

-Um.. podríamos comer ambas cosas, también dulces. -respondió emocionada.

Papá.. el estaba suspirando mientras nos veía hablar y hacer planes con su dinero.

La primera parada fue a la tienda de la señora Malkin, la bruja tomo las medidas de las tunicas de ambas niñas, luego Regulus le pidió que sacará las medidas para algunos vestidos de gala y una que otra cosa que ellas pedían.

Seguido, fueron a comprar los calderos(los cuales debían ser de peitre, pero compraron de oro) , redomas de vidrio, el telescopio (Regulus eligió uno con incrustaciones de diamante para la niña) y por último, una balanza de latón.

-¿Que más falta?-pregunto el mayor cargando el carrito con todo.

-¡Falta la varita!-dijeron las niñas al mismo tiempo.

Se digirieron a Ollivander, el lugar era pequeño y vacío, salvo por una silla larguirucha a la derecha. Había miles de estrechas cajas, amontonadas hasta llegar al techo, todo lleno de polvo y mucho silencio.

-Buenas tardes. -dijo una voz amable, se trataba de un hombre anciano con ojos brillantes. -Pero si son las más bellas señoritas que hayan venido nunca!-su voz detonaba completa amabilidad, se veía como un abuelo dulce y gentil.

Bella Costellazione [Harry Potter - Draco Malfoy]Where stories live. Discover now