CAPITULO 5

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La noche estaba extrañamente clara, la luz de la luna iluminaba todo el camino. La chica apenas tenía control de su cuerpo, caminaba hacia la montaña de forma calmada pero muy temerosa. Había pasado más de cuatro horas caminando, sus pies tenían heridas profundas, pero por nada del mundo se podía detener.

Algo en los árboles parecía no ir bien, constantemente sentía que alguien la estaba observando, pero cuando se giraba solo veía las hojas moverse al compás se un muy oportuno viento. Y por supuesto que noto lo extraño que era el camino, las piedras no parecían normales , tenían extrañas formas y algunas veces tenía que esquivar a alguna serpiente.

—¿La trajeron?—pregunto la voz de un hombre.

Al llegar a la cima de la empinada montaña, vio como en sus manos aparecían grilletes y de la nada estaba envuelta en un caos de fuego.

La gente corría en todas direcciones, podía ver cómo llegaban hombres uniformados y sacaban a las personas. Pero nadie se acercaba a ella, todos pasaban por alto a la chica, talvez solo acudían a los lugareños.

—¿Lo ves? —grito una mujer con el cabello descuidado en su dirección.— ¿Ves lo que causas? 

Entonces, por primera vez; Cassie pudo verse. No era ella, era una niña.. Una de no más de seis años, que estaba sobre una tarima, con grilletes en las manos y lloraba.

—¡Que te salven! ¡Pídeles a ellos que te salven!—la mujer parecía poco cuerda, mientras todos corrían pidiendo auxilio, ella estaba ahí. Parada frente a la niña, llorando y gritando cosas estúpidas.—¡Llámala! ¡Llama a tu estúpida hermana!

La niña gritaba de dolor, no podía soltarse y eso hacia que las llaman se profundizaran. Cassie podía sentir la magia en la niña, sentia su desesperación.

Al poco tiempo, la niña termino por consumirse en las llamas. Cassie cayó de rodillas, ella no pudo ayudarla en nada, ni siquiera podía mover su torpe cuerpo.

Cuando volvió a alzar la mirada, vio como el lugar cambiaba, ya no eran las ruinas del pueblo. Ahora habia un bosque, un bosque sin escombros ni cenizas. Pareciera que el tiempo paso tan rápido en ese segundo en el que había cerrado los ojos. Pero no todo en ese bosque estaba bien, no.. Cassie podía sentir como emanaba magia en todas direcciones, no había animales, solo estaba ella y la naturaleza.

Se levantó del suelo, para su sorpresa, había vuelto a tener completo control sobre su cuerpo. Camino hasta llegar al lugar donde se concentraba toda la magia, era el mismo lugar donde la niña murió y dónde ahora se ubicaba una planta de rosas.

—Es lindo, ¿No crees?

Cassie giro sobre sus talones y vio frente a ella a la niña, llevaba puesto un vestido con flores de todos colores, su corto cabello brillaba a la luz del sol, era pelirroja y con pecas.

—Si..—afirmó Cassie.

—No viene mucha gente. Es lejos de la ciudad. ¿Eres de la ciudad?—pregunto la niña.

—No.. Digo, si. Soy de la ciudad. —respondió Cassie con torpeza.

—¿Es tan linda? Mi abuela me enseñó unas fotos.—dijo la niña, alegre con una sonrisa tierna.

—No mucho como lo es este lugar.—admitió Cassie.—Aqui las plantas tienen libertad, en la ciudad no se las ve mucho. —la niña escuchaba atentamente sus palabras, luego miro hacia el cielo.

—Las nubes se mueven indecisas, parece que una tormenta se acerca.—dijo ella apuntando las nubes.—Es mejor irse, Cassiopeia. —a Cassie la recorrió un escalofrío al escuchar su nombre.

Bella Costellazione [Harry Potter - Draco Malfoy]Where stories live. Discover now