#09 El corazón de una loli / Ilusiones.

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¿Emoción? ¿Ansias? ¿Cliché tal vez? Como sea. Nuestro protagonista se encontraba contento, acostado sobre el sofá con las manos detrás de la nuca y con las piernas una encima de la otra, sin duda estaba relajado y adormilado como siempre. Se podría decir que era algo común, pero no estaba en el sofá de su casa sino del de la casa de Turles. El pelo liso estaba viendo un programa en la televisión y como es buen anfitrión le dejo todo el espacio del sofá al peli rosa para que se recostara. En eso llega el pelo liso menor, también conocido como Paris y ve la situación con un poco de indignación.
—¿Tur, no te perece que Axel está muy cómodo?
—Seguro que sí, pero no te preocupes que dentro de un rato lo saco de allí. —bromeo Tur con una sonrisa, aunque no estaba bromeando realmente—
—Tu hospitalidad es limitada. —comento el peli salmón abriendo los ojos y cambiando de posición del sofá, ahora recostándose de lado para esta vez intentar ver la televisión— Oye no se supone que íbamos a jugar con la consola nueva de Crisko. ¿Cómo es que aún no llega? —se habían citado para jugar videojuegos con la nueva consola de última generación que compro el pseudo-millonario, en casa de Turles porque ni locos iban a ir a su casa—
—Crisko me envió hace un rato un mensaje cuando estabas durmiendo.
—¿Y qué dijo?
—Que llegara tarde ya que Cangui se escapó, otra vez, y quiere encontrarlo para que no mate a nadie. —explico Tur de lo más normal como si lo que acababa de decir no sonara completamente descabellado—
—¿Ese amigo suyo es el que tiene un canguro mascota que golpea a la gente? —pregunto el menor de los tres interesado en el tema—
—El mismo. No sé cómo es que se las ingenia para tratar con esa cosa espantosa.
—A mí ya me ha golpeado varias veces antes. —recordó Axel con un poco de inquietud— El otro día también golpeo a Rosalinda cuando iba cerca de mi casa.
—¡¿Rosalinda?! —exclamo el menor de todos muy preocupado. Se precipitó hacia Axel prácticamente lanzándose sobre el con angustia— ¡¿Y ella está bien?!
—Ehhh, ¿sí? —Axel se sentía extraño— Pero eso fue hace como una semana.
—Ahhh, y-ya veo… —ya más tranquilizado Paris tomo distancia de Axel. Pero había algo que aún le inquietaba— ¿P-pero porque e-ella no me d-dijo nada de eso? —se preguntó Paris en voz alta sintiéndose indignado. Se suponían que eran confidentes o al menos eso le gustaba pensar al chico genio, así que le molesto un poco que Rosalinda no le haya contado algo tan importante como eso—
—¿Esto… porque ella te lo diría? ¿Son tan amigos así? —Axel estudiaba con la castaña mencionada, pero no la conocía bien como para saber de sus amistades—
—Yo te explico Axel. —el mayor se levantó y se acercó hacia su hermanito, el menor ya presentía de lo que iba a pasar e iba a escapar hasta que Turles lo atrapo rodeándolo con sus brazos— Mi hermanito súper listillo está súper enamorado de Rosalinda. —lo soltó Tur mientras mingoneaba al menor que intentaba escaparse avergonzado—
—¡E-eso n-n-no es verdad!
—Pero Tur, yo pensaba que a ti te gustaba Rosalinda. —Axel estaba confundido. Turles siempre andaba viendo a la rosita y balbuceando tonterías sobre ella cuando jugaba al básquet y ella siempre le apuñalaba con una mirada asesina. Axel tenía que admitir que le parecían graciosas las miradas de odio que Rosalinda le disparaba a Tur—
—Nah, nunca me ha gustado, solo la buceo como a todas las chicas lindas que veo. —la sinceridad ante todo, eso era verdad. Aunque su hermanito Paris frunció el ceño cuando escucho “buceo”, no le parecía nada correcto (niño inocente, no sabe absolutamente nada jeje)—
—Pero Ruby es linda, pero nunca te he visto “buceándola”. —Axel tenía que aclararse eso, porque para el Ruby era lo más hermoso y lindo del universo. Turles quedo incomodado sin saber cómo explicar su respuesta de una forma entendible—
—Axel, bro, no sé cómo explicarlo de una forma en la que me puedas entender. Pero Ruby es una niña, y su lindura entra en una clasificación infantil, no como chica casi mujer como Rosalinda y sus amigas.
—Pero Ruby es una mujer de igual modo. —Axel respondió expectante y con una gran seriedad, pues quería saber porque su amigo no consideraba a Ruby linda— ¿Te parece linda?
—En general si… pero tampoco es para tanto, y aparte tampoco la he visto mucho como tú. ¿Entiendes lo que quiero decir?
—Como sea. Lo que importa es que yo la veo como la más linda de todas porque sé que es así. —Axel frunció el ceño y se crujo de brazos molesto porque su amigo no pensaba igual que él, y él creía tener la razón— No creo que Crisko vaya a venir, mejor me voy.
Axel se fue como ofendido, Turles y Paris estaban desconcertados un poco. El peli rosa no entendía como su amigo podía decir que la lindura de Ruby no era para tanto ¡si para él era todo! ¡Un ángel en tierra! ¡Un hermoso animalito! ¡Perfectamente perfecta! Y como ya deben estar suponiendo, Axel entro en esa extraña transformación que aparece cada vez que piensa en la pequeña rubia. Su cuerpo echaba chispas eléctricas y su cabello se erizo. ¿En serio que vergas le pasaba?
El punto es que Axel estaba atónito en su mente que no se fijó cuando una criatura furrosa se le acerco por la derecha para golpearlo y tumbarlo al suelo para seguir golpeándolo. Era Cangui. Sin duda, este canguro nunca falla. Axel no podía hacer nada contra el monstruo más que pedir ayuda, más atrás venia Crisko transpirando como loco, llevaba persiguiendo al animal desde hace varias cuadras.
—¡Nooo! ¡Axel amigo, no otra vez! ¡Párate Cangui, no lo golpees!
Crisko procedió a intentar tranquilizar para evitar ser protagonista de un caso judicial por la muerte de un civil. Turles y Paris observaban la situación desde la comodidad de su hogar sin valor como para salir a ayudar. De seguro Crisko lo tendría todo bajo control dentro de un rato. Paris miro de reojo a su hermano con cara de curioso, Turles se dio cuenta.
—¿Y esa cara de pregunta? ¿Qué quieres saber ahora? —Turles podría ser un tonto, pero conocía los gestos de su hermanito—
—¿Tur, esa Ruby no será la misma que estudia conmigo? —Paris tenía que sacarse esa duda—
—Sí, es la misma.
—¿Y Axel está enamorado de ella? —pregunto Paris—
—Lo notaste rápido, yo me tarde un tiempo en darme cuenta. —el pelo liso admiraba la velocidad de procesamiento del cerebro de su hermano— Ya me parecía raro que de la nada comenzara a pensar y hablar de una chica todo el tiempo. Es la primera vez que veo que Axel se interesa con una chica… es divertido verlo, como cuando defendió su “lindura” hace un rato.
—¿Pero eso no estaría mal? Ruby tiene doce, casi trece, y Axel tiene quince, casi dieciséis.
—No creo que este mal… ambos son menores de edad.
—Entonces no tiene por qué ser algo malo… —susurro Paris para sí mismo—
—Paris… —puede que no fuera tan erudito como su hermano, pero si comprendía las verdaderas palabras de Paris— ¿Esto no lo preguntas porque realmente te interese lo que sucede entre Axel y Ruby, cierto?
El niño genio no contesto. Simplemente se fue dejando a su hermano solo y con la palabra en la boca. Esa tarde cerca del anochecer comenzaría el festival cultural que se suele celebrar en la plaza del vecindario, donde el sector comercial local vendería cosas, comida y se organizarían juegos y bailes. Era una fiesta de la comunidad para la comunidad. Todos estaban emocionados por esa fiesta. Sobre todo un gamer, una lolita, un shota y una basquetbolista entre todos los demás. El día paso lento para los que esperaban la fiesta. Ya cuando se hizo la hora, donde ya luz del sol ya estaba por desaparecer por completo Dimo y su hermana Ruby salían de casa.
—Que malo que mamá tuviera que trabajar hoy cuando se supone que es su día libre. —se lamentaba un poco la rubia. Esto también desanimaba a Dimo, que amaba tanto pasar tiempo con su madre pese a tener esa actitud de “me vale verga todo”—
—A mí tampoco me gusta, pero no podemos hacer nada al respecto.
—Solo por eso comprare uno de esos muñequitos cabezones de jugadores de béisbol que tanto le gustan como regalo. —Ruby volvió a animarse como siempre, con su tierna sonrisa y ojos brillosos—
—Le gustara. ¿Y tú no quieres una muñeca Borbie para tu colección? —Dimo también podía ser bromista y burlón a veces—
—¡N-no, no la q-q-quiero! —espeto Ruby sonrojada por recordar su secreta colección de muñecas Borbie. Tenía más de 30 las cuales coleccionaba desde que era una niña pequeña. Curiosamente, nunca jugo con ninguna de esas muñecas— Si Axel me viera comprando una de esas se burlaría de mí y pensara que soy inmadura. —a Ruby se le chipoteo su pensamiento sobre Axel—
—Inmadura eres y él debe de saberlo muy bien. —desintonizo el cuatro ojos indiferente— ¿Planeas ir a buscarlo?
—Sip… —afirmo la lolita por lo bajo clavando su mirada en el suelo— Quería ir al festival con él… juntos… —Ruby declaro esto en voz muy baja. Ruborizada y nerviosa metió las manos dentro de los bolsillos de su infaltable sweater de felino—
—Arghh… huhhh. —gruño y exhalo Dimo. Se acomodó los lentes y miro fijamente a su hermanita la cual se moría de los nervios— Ruby… si te pregunto algo… ¿me serias honesta?
—Pues por supuesto que si seré honesta. —la lolita sabía que su hermano tramaba algo y se estaba empezando a sentir acorralada, sin salida algúna de una pregunta definitiva—
—Ruby… —el mayor se cruzó de brazos— ¿Te gusta Axel?
—¿G-gustar? ¿En q-q-que s-sentido? —Ruby se sentía desintonizada y muy confundida, pero con ella misma, no con la pregunta—
—Ya sabes en qué sentido me refiero… —firme y serio como siempre—
—Esto… no sé qué decirte… —Ruby estaba mirando en todas direcciones, apretando los puños que estaban resguardados en los bolsillos de su sweater—
—Fácil: solo tienes que decirme si o no. —Dimo estaba siendo muy claro con su pregunta. Estaba deseando que ella dijera que no y así quedarse tranquilo, pero viendo lo nerviosa que estaba Ruby posiblemente no iba a ser así de simple. Pensó que de seguro Ruby ni estaba consciente de lo que sentía o una estupidez de ese estilo— Te lo pondré de esta forma: ¿te gustaría que Axel te diera un abrazo? —que pregunta más chingona, pero eso debería resumir las cosas— ¿O que te besara?
Ruby se quedó en blanco. Los engranajes de su cerebro comenzaron a girar con mucho esfuerzo. ¿A ella le gustaría que Axel hiciera algo así? Su mente se dividió en dos. Una parte de ella quería decir que “si”, mientras que la otra mitad se quedaba en un “tal vez”, pero el “no” no era una opción… pero aun así Ruby dijo que no porque dedujo que era eso lo que su hermano quería escuchar… así que preparo su mejor cara de asco fingida.
—¡Qué asco Dimo! ¡Por supuesto que nooo! —remingo la pequeña rubia fingiendo malcriadez, pero estaba nerviosa y temerosa de que Dimo se diera cuenta de que estaba mintiendo—
—Ya veo… ¿Y entonces porque quieres pasar tanto tiempo con él? —Dimo seguía serio y frio cual abogado, quería que ella escupiera todo y esa respuesta no le convencía—
—¡Pues porque somos amigos! ¡¿Hay algún problema en eso?! —Ruby fingió malcriadez nuevamente, pero a lenguas se le notaba los nervios y la inseguridad—
—Creo que no hay problema. Solo tenía curiosidad. —Dimo dejaría de insistir por ahora, le dio la espalda a Ruby y comenzó a andar— Yo me adelantare, tu ve a buscar a Axel.
La chiquilla salió corriendo pasando junto a su hermano casi tumbándolo. Dimo vio como Ruby se iba con tanta prisa por la cera. Continuo el paso hacia la plaza más relajado. Ser insistente con su hermanita no serviría de mucho si ella ni siquiera estaba segura de sus palabras. A estas alturas Dimo no sabía que más hacer. Separar a su hermana del chico gamer dormilón no había funcionado y ya se estaba cansando un poco de jugar al malo de la novela, así que era mejor dejarlos ser por un momento… claro, tomando precauciones, ya que planeaba espiarlos durante el festival cultural.
—¡Alto! —Ruby iba corriendo con su destino bien fijo, pero entonces se paró en seco al darse cuenta de algo— Si Axel me invito a mi entonces el debería venir a buscarme. Rayos, me siento estafada, esto no es genial.
—¡RUBY! —se escuchó un gran grito—
—¡Axel! —el rostro de Ruby brillo de felicidad al ver al cabello de fresa corriendo hacia ella— Viene para acá… —la chica se meneo de felicidad y tarareando se caminaba hacia el frente esperando reunirse con Axel—
—¡Corre Ruby! ¡CORRE!
Ese grito de parte de Axel dejo extrañada a la niña. Se fijó bien y noto la cara de horror y miedo que tenía el chico rosa, fue entonces que se dio cuenta que Axel estaba siendo perseguido por Cangui. Ese jodido canguro no se conformaba con haberlo golpeado temprano sino que también se había escapado de nuevo y como nuestro protagonista tiene muy mala suerte se topó con él.
—¡Empiezo a pensar que este maldito animal tiene algo en mi contra!
Ruby comenzó a correr como loca mientras veía detrás de ella para ver a Axel corriendo con Cangui pisándole los talones. La pequeña rubia localizo una piedra que estaba en el suelo. La tomo y con mucha determinación tomo impulso para lanzarla.
—¡Axel abajo! —Ruby lanzo la piedra con toda su fuerza—
Cuando el nombrado escucho eso se lanzó literalmente en el suelo en una barreada esquivando la piedra que paso encima de él pegándole al fastidioso animal en todo el hocico. Cangui quedo mareado momentáneamente, Axel ni corto ni perezoso se levantó a la velocidad de la luz y comenzó a correr.
—¡Toma eso canguro tonto! —chillaba Ruby victoriosa, sonriendo como loca—
—¡Gracias Ruby! —Axel se paró frente a Ruby y le tomo de la mano con fuerza para luego correr nuevamente, llevándosela consigo— ¡Pero aún puede alcanzarnos!
Ruby se dejó arrastrar, comenzando a correr casi a la par que Axel. Estaban corriendo por sus vidas, pero la lolita estaba sonriendo como boba con la cara roja. Era bonito tener contacto físico con el cabello de rosa. ¿Beso? ¿Abrazo? A Dimo se le olvidó mencionar tomarlo de la mano.

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