#28 En el instituto / Todos conocen a Ruby.

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—Necesitamos apodos. —fue el mensaje que Ruby le envió a Axel una tarde de un día cualquiera pero poco después del capítulo anterior—
—¿Apodos? ¿Es necesario? —respondió Axel con un emoji confuso—
—¡Claro, es importante! —emoji enojado— De todo el tiempo que llevamos saliendo y aun no nos tenemos apodos cariñosos. —emoji de corazón—
—Si eso es lo que quieres puedo llamarte mi “pequeña novia”. —emoji riendo como loco (el clásico “XD”)—
—No me gusta. —emoji enojado—
—Lastima, así te quedaras, jajaja. —Ruby tardo en responder y Axel se preguntó si la había hecho enojar y por eso ya no quería hablar. Si así fuera el caso lo único que le quitaría el enojo a su pequeña novia sería un abrazo, un beso en la frente y helado de limón en ese mismo orden— Oye ¿estás bien? —Axel envió un mensaje preguntando como estaba ya que llevaba mucho sin responder. Se impaciento hasta que el mensaje de su pequeña novia por fin llego—
—Jeje, perdón, estaba pensando. Y creo que ese apodo no está mal. —Axel se relajó al leer ese mensaje, pero entonces ella envió otro fugazmente— ¡Pero soy pequeña solo porque eres mayor que yo!
—Sí, lo sé perfectamente; es por eso que te llame así.
—Si yo soy una pequeña novia entonces tú serás mi chico rosa. —emoji de diablo purpura (o era morado)—
—¡¿Chico rosa?! ¡No, no me gusta! —contesto Axel casi que inmediatamente—
—¿No te gusta? ¿Pues qué te parece si te llamo rosadito?
—¡NO ESE ES PEOR!
—Pues rosadito será. —victoria para Ruby—
—¿No lo podemos cambiar? Yo cambiare el tuyo si cambias el mío. —se podría decir que rogaba en mensajes de texto—
—No, no y no. —Ruby mando esas negativas junto a un emoji sonriendo con lentes de sol—
—Está bien. Se quedaran así entonces.
—No podré hablar contigo por un rato. Adiós Axel.
—Adiós PEQUEÑA.
Ambos se desconectaron y siguieron en lo suyo. Axel guardo su teléfono y se quedó un rato observando en cielo (estaba acostado en el porche de su casa, cosa normal realmente). No estaba pensando, no había razón para pensar, no había nada que lo perturbara, nada. Bueno, solo una cosa: desde hace unos días tenía un pensamiento que lo dejaba pensante… pero por ratitos porque luego no le daba importancia, seguía siendo el mismo Axel que todo le valía verga. Pero la cuestión de si besaba o no besaba a su pequeña novia en los labios no era algo que le provocara depresión o algo. Ruby era su novia: así de simple.
El era el único que podía estar con ella de esa manera (y el único que Dimo permitiría) así que no debía cuestionarse por pequeñeces ya que todo iría bien. Ya en otro momento podría actuar de forma osada y arriesgarse a hacer tal cosa. ¿Qué era lo más malo que podría pasar? Por un lado iba cierto canguro que hace tiempo no aparecía en la historia, y el por el otro iba su dueño caminando detrás de él manteniéndolo a raya salándole de la cadena que rodeaba su cuello.
—¿Ves que si puedes comportarte como un canguro civilizado? Así me ahorras problemas a mí y a mamá. —decía Crisko tranquilo y agradecido con todos los dioses de que esas últimas semanas su fiera mascota estaba siendo más tranquila—
Después de esta extraña escena de relleno. Un día de escuela normal comenzaba para nuestro prota. El ahora apodado chico rosa o rosadito (aunque ese siempre fue su apodo según el autor) salía de su casa somnoliento como siempre y luego de despedirse de su madre Axel fue caminando camino a la institución, cargaba sobre su cabeza varias cajas de cartón dobladas que le había pedido Rosalinda, que es la delegada de la clase por si se me olvidó mencionarlo.
—¡Hola rosadito!
Esa dulce voz hizo alegrar y enojar un poco a Axel. Alegrar pues porque era Ruby quien le saludaba y enojar porque no le gustaba ese apodo, no le gustaba para nada. Axel fijo la mirada al frente y se encontró con el famoso cruce donde un camino llevaba al instituto y otro llevaba a la escuela (que también llevaba a la casa de nuestro protagonista), sin más relleno en el cruce estaban nuestros rubios maravilla, Ruby y Dimo para los mensos que no entendieron. Axel acelero el paso hasta quedar frente a ellos, su novia lo recibió con un fuerte abrazo que casi hizo que se le cayeran las cajas a Axel.
—¡Buenos días rosadito!
—S-sigue sin gustarme que me llames así. —negó el chico avergonzado, su cuñado el sicario con lentes lo miraba con una ceja arqueada aguantando las ganas de reír—
—Ay, pero si te queda bien, ro-sa-di-to. —Ruby reia malvadamente por el apodo que le puso a su novia. Ruby se estiro como pudo y le regalo un beso a Axel en la mejilla, él ni menso la negaría. Dimo gruño detrás de ellos—
—Veo que no se contienen ni estando delante de mí. —hablo el sicario de lentes mirando con su mirada asesina a nuestro protagonista—
—¡Axel es mi novio y puedo hacer lo que quiera con el! —se defendió la pequeña—
—Estas creciendo demasiado rápido, Ruby. —ahora tenía ganas de llorar, pero él es muy sicario como para hacerlo— Pero tengan cuidado de encariñarse mucho en público si van a estar en el instituto.
—No te preocupes Dimo, yo soy cuidadosa. —Ruby acato la advertencia de su hermano—
—¿En el instituto? ¡¿Espera ella va a venir?! —pregunto Axel un poco desintonizado como solo un despreocupado como él lo podría estar—
—Hoy en la tarde es la fiesta en el instituto. Como tú nunca la invitaste entonces lo hice yo. —dijo Dimo como queriendo ofender a Axel, pero fue Ruby quien se ofendió e hizo un puchero—
—¡Es verdad! ¡¿Por qué no me invitaste rosadito?! —le protesto la pequeña novia al fresita (que raro se sintió escribir eso)—
—Es que no sabía que esa fiesta era hoy, pero si pensaba invitarte. —se defendió Axel sintiéndose acorralado—
—¿Qué no sabías que era hoy? Si es hoy que nos pidieron prepararlo todo. —ataco Dimo que empezaba a disfrutar esta guerra silenciosa contra Axel—
—Oye yo pensé que lo prepararíamos todo hoy para mañana u otro día. —contraataco el chico fresa ahora si sintiéndose acorralado—
—Sea como sea chicos, voy a llegar tarde a clases y ustedes también. Así que es mejor irnos. —la pequeña novia le dio otro beso a su novio y se despidió de él y su hermano— ¡Nos vemos en la tarde!
—Adiós pequeña~
—¿“Pequeña”? ¿Es enserio? —bufo el cuatro ojitos burlándose del peli rosa— ¿No se te ocurrió nada mejor?
—Ehh, no, ¿pero cómo le dices tú a Lola, Dimo? —a estas alturas Axel ya sabía, más o menos, como contraatacar a las preguntas de Dimo—
—Grrrr, ¡como sea! ¡Camina!
Había funcionado. Dimo se sintió atacado y se fue de allí molesto con Axel andando detrás de el con una sonrisa de victoria invictoriable. Ahora un poco de contexto para que entiendan mejor eso de la fiesta en el instituto cuyo nombre no quiero ponerle. Cada cierto tiempo la institución le proponía a los estudiantes de los cursos de tercero, cuarto y quinto organizar algo así como una fiesta o festival con juegos, música, comida y demás. Como Axel y Dimo eran de tercero ambos tenían que colaborar con sus respectivas clases para la fiesta. Rosalinda era la delegada de la casa de Axel y como sabía que a él no se le podía confiar demasiado le pidió que trajera cajas de cartón para hacer… para hacer algo, ni Rosalinda sabia para que usarían las cajas pero para algo tenían que servir. Al llegar al instituto cada quien tomo por su lado.
No hubo muchas clases ese día, más que todo era tiempo libre para que las clases de la tercera para arriba se organizaran y prepararan todo para la fiesta de la tarde. Allí estaba nuestro afamado Turles, que nunca pudo ligarse a la profesora Bimba (algo que ya no le atormenta tanto), estaba llenando unas bolsas de papel con dulces costosos que compro el millonario de la clase (Crisko). Estos cotillones eran premios para los que ganaran el juego de las sillas musicales que esa clase estaba organizando. Las sillas no eran de plástico, eran de caoba pulida, y si, también las compro Crisko. En cuanto a nuestro protagonista: él estaba cortando las cajas de cartón que el mismo trajo en diversas formas para hacer unos decorados para los pasillos. Axel no estaba haciendo eso solo, Rosalinda y otras chicas de la clase estaban allí ayudándolo.
—¿Hoy por fin conoceremos a tu novio? —pero no todo era color de rosa. Rosalinda tenía un gran calvario; a esas compañeras suyas entrometidas y chillonas—
—Puede que sí. Puede que no. —Rosalinda estaba a la defensiva porque aún estaba insegura de si revelar que su novio era un chavo de 13 años—
—Oh, vamos Rosalinda, queremos saber quién fue el muchacho que conquisto tu corazón de tigre.
—Debe ser un chico alto y muy deportista. —reflexiono otra de las tipas estas—
—Imagino que debe de ser tan tonto como tú. —dijo otra de las tipas—
—¡Silencio! ¡Él no es nada de cómo lo imaginan! —exploto Rosalinda echando vapor por las orejas en cantidad— ¡Y ya me tienen harta de sus preguntas! ¡¿Por qué no le preguntan a Axel como es su novia?! —Rosalinda se calló casi que inmediatamente, hasta ahora nadie había sabido que el “asexual” de la clase tenía pareja y sentía que lo había jodido—
—¡¿Axel tiene novia?! —las chicas entrometidas y los chicos que no estaban haciendo nada se encamararon alrededor del cabellos rosaditos— ¡¿Es eso verdad?! —preguntaron casi todos al unísono. Crisko y Turles seguían en su lugar preocupados por su amigo al igual que Rosalinda que se comía las uñas—
—Si… —confeso Axel desconcertado por tanta atención tan repentina, ya que la mayoría de sus compañeros solían ignorarlo—
—¿Quién es?
—¿Las tiene grandes?
—¿Es de esta escuela?
—¿Las tiene grandes?
—¿Es linda?
—Repito: ¡¿LAS TIENE GRANDES?! —las chicas del grupo dejaron noqueado a golpes al chico que repitió esa pregunta tres veces—
—Ahh, ehh, estooo… —Axel se separaba poco a poco de la multitud ya que sentía que algo podría pasar por lo que pudiera decir en ese momento—
—¡Cuéntanos, cuéntanos, cuéntanos, cuéntanos! —pedían todos los chismosos del salón menos el que estaba noqueado por los golpes y a los amigos de Axel que no eran chismosos—
—Está bien está bien… uffff, ella se llama Ruby y es* —Axel fue interrumpido porque escucho una melodiosa voz muy familiar—
—¡Hola rosadito! —saludo la chiquilla que le quitaba el sueño al chico rosa. Ella estaba en la entrada del salón con una linda sonrisa, llevaba ese sweater de gatito que le encantaba porque la hacía ver mil veces más tierna de lo que ya era—
—¡Ruby, mi pequeña! —el chico rosa emocionado le paso por encima a todos los chismosos que estaban en su camino hasta llegar adonde su pequeña novia, abrazándola y prácticamente cargándola en el aire— ¿Qué haces aquí?
—Salí temprano de la escuela hoy. Así que me adelante para verte a ti y a Dimo antes de la fiesta. —explicaba la pequeña rubia siendo bajada al suelo por su novia, pero ahora era ella quien lo abrazaba—
—Eso es genial. Pero te hubieras relajado, aún faltan como dos horas para la fiesta. —el chico apachugo más a la pequeña, amaba tenerla cerca—
—Rosadito… ¿Por qué tus compañeros nos miran así? —Ruby señalo a los integrantes del salón que miraban a la pareja con desconcierto y varios con enojo, más que todo las chicas—
—¡AXEEEEL! —grito furiosa una de las chismosas que miraba al nombrado asesinamente. El chico gamer trago grueso porque sabía que se avecinaba un problemón nivel 50—
—¿Si…? —pregunto Axel inseguro, abrazo a Ruby con más fuerza—
—¡¿Esa niña es tu novia?!
—¡Es una niña! ¡¿Cómo se te ocurre?!
—¡Eres un enfermo!
—¡No las tiene grandes! ¡Ni siquiera las tiene! ¡AUCHH! —el que dijo eso fue noqueado a golpes al igual que al anterior—
—¡Responde Axel!
—¡Responde!
—¡¿No te da pena?!
—¡Nunca pensé que fueras de esos lolicones asquerosos!
—No veo ningún problema en esto. ¡Espera NOOO! —dijo uno de los chicos que fue noqueado a golpes al igual que a sus dos compañeros. Dado curioso: las cuatro chicas chismosas eran las únicas que le estaban gritando a nuestro protagonista, los demás parecían estar normalitos pero muy sorprendidos—
—¿Axel…? —le susurro Ruby al chico que era el centro de todos los gritos e insultos, ella estaba un poco asustada—
Nuestro protagonista se puso firme, y sin soltar a su pequeña novia le dio cara a los compañeros, o más bien compañeras feroces, estaba determinado. Un aura de poder rosada rodeo su cuerpo acompañado de rayos, su cabello se encrespo y erizo. Era su típica transformación, pero esta era diferente. El aura de poder aumento y esta cambio de color a un plateado intenso. Su cabello también cambio de color a uno plateado también. De la nada era como si se le hubiera crecido más cabello el cual estaba más erizado que nunca. Axel miro a sus compañeros con determinación, valor y pasión.

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