#14 Regalito felino / Suggar Daddy.

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“Espero no haberme visto dudoso frente a Axel. Porque si lo estuve” Este capítulo comenzó con el punto de vista del hermano mayor de Ruby y ahora comprobaremos por cuenta propia su verdadero pensar. “Aun no confió en ese imbécil de Axel. Pero es verdad que Ruby se siente muy contenta cuando esta con él, y de todos yo soy el que menos quiere verla triste. ¿Pero de verdad Axel puede hacerla feliz? ¿O siquiera protegerla en el caso de que fuera necesario? Ya no tengo dudas de lo que siente el imbécil de Axel, tampoco parece seguro de adonde quiere llegar con Ruby pero tampoco quiere alejarse de ella. Y si separarlos lastima a Ruby, aunque ni siquiera están juntos, entonces no tengo más remedio que comprobar si ese cabello de fresa puede protegerla. Esto más que una prueba será más bien una trampa… jeje, ahora veremos de que estas hecho Axel”.
Axel caminaba con la cabeza gacha pensando en la anterior conversación (interrogatorio/batalla) con su archí enemigo Dimo. ¿Él estaría de su lado? ¿O solo buscaba una forma de deshacerse de él? Esas preguntas no le dejaban tranquilo. Pero apenas vio a Ruby sentada en la banquilla de la plaza se le olvido absolutamente todo y fue corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos. Ruby diviso al chico desde la distancia y fue corriendo a su encuentro también muy emocional.
—¡Axel!
—¡Ruby!
—¡Axel!
—¡Ruby!
—¡Axel!
—¡Ruby!
¡Autor deja de rellanar el capítulo! Ejem… cof cof cof digo… el chico y la pequeña se abrasaron fuertemente. Se rodearon uno al otro con sus brazos kawaiimente y apretaron sus cuerpos. Duraron un buen rato así pegados uno al otro, disfrutando el calor corporal del otro. Ruby sonreía tiernamente muy feliz.
—Te había extrañado Axel…
—Yo también… Ruby la verdad es que yo te estaba evitando a propósito. —confeso el chico desconociendo la calamidad que podría causar sus palabras—
—¿Pero porque…? Eso no es bonito. —la pequeña alzo la vista un poco triste. Sus ojos deprimidos se clavaron en el mentón de Axel— ¿Entonces no querías estar conmigo?
—Ruby no es como piensas… argh… es complicado de explicar… —Axel se separó de la pequeña un poco amargado consigo mismo por ser tan boca suelta. Pero era entendible. Axel no está acostumbrado a mentir y haberle dicho falsedades a Ruby todas esas semanas le estaba pasando factura a su conciencia— Y creo que Dimo se podría molestar conmigo… —Axel pensó eso último, ya que no sabía hasta qué punto se había amistado con el sicario de Dimo. Por suerte tomo la decisión de olvidar eso y arreglar las cosas— ¡Pero tienes que saber que yo si quería estar contigo Ruby! —declaro el chico de pronto—
—¿En… serio? —Ruby seguía exentica. No lograba comprender las palabras y el comportamiento de Axel por más que lo intentara y se estaba desesperando. Este intercambio de palabras con Axel la estaba dejando maltrecha como saco de boxeo— ¿Me dices que me evitabas al propósito pero que querías estás conmigo? No lo entiendo. —se expresó estando realmente confundida—
—¿Cómo te lo explico…? —nuestro prota no sabía si decir la verdad o inventarse algo. Ya no quería mentir, pero tampoco quería echarle la paja a Dimo—
—Mi hermano te amenazo… —esa fue la conclusión a la que llego el cerebrito de Ruby… del cual no era del todo erróneo—
—¡Estas equivocada Ruby, Dimo no me amenazo!
—Por la cara que pusiste veo que es verdad. ¡Aich ahora estoy molesta! —Ruby estaba molesta y se cruzó de brazos tiernamente— ¡Tengo que hablar con él AHORA!
—Tranquilízate Ruby. —el chico la agarro por los hombros para calmarla, ella se le quedo mirando— No vayas a discutir con tu hermano por esto… él te quiere mucho y creo que estaba celoso porque pasabas más tiempo conmigo que con él.
—¿Dimo? ¿Un hermano celoso? ¡Eso es ridículo! —Ruby se mofo, pero sintió como el agarre del chico se intensificaba y de cómo este cortaba la distancia entre ambos— ¿A-Axel?
—Tu hermano te quiere Ruby y se preocupa mucho por ti. —declaro nuestro protagonista hablando con firmeza y seriedad— Y estoy seguro que si me ha tratado mal es por tu bien. No debe de querer que cualquiera se acerque a su hermanita así como así y se hagan amigos tan cercanos así de la nada como lo hicimos nosotros. ¿Me entiendes?
—Te entiendo… —Ruby se estaba poniendo nerviosa por tener a Axel mirándola tan de cerca. Forzosamente se separó de él ya pudiendo con más alivio calmarse y bajar su temperatura corporal— ¿Pero cómo puedo convencer a Dimo de que eres una buena persona?
—Ese problema es más mío que tuyo. —revelo Axel cruzándose de brazos y con una sonrisa determinada— A partir de ahora me concentrare en ganarme el respeto de tu hermano… y aunque no lo creas puede que ya he avanzado con buen pie.
—Eres muy positivo Axel.
—Tú también lo eres. ¡Vamos, vuelve a ser animada! ¡Grita: “Súper” “Genial” y “Yuju” como solías hacerlo cuando nos conocimos! —la animo el cabello salmonico rosanidico—
—¡Si tú lo pides Axel! ¡Yujuuu! —grito la chiquilla alzando los brazos al cielo y con una sonrisa destellante… en serio le hacía en falta su amigo—
Estos momentos de risas y felicidad entre los dos eran sinceramente geniales. Con sonrisas y alegría todos los problemas parecían dejar de existir. En estos momentos es cuando Axel se vuelve realmente despreocupado, olvidando los problemas, y sus fatigas frecuentes desaparecían. Estos momentos con Ruby, aunque sean cortos, eran un tesoro. Ahora no entendía como había logrado sobrevivir esos días en los que no le hablaba. Pero ya no tenia de que preocuparse porque esos días ya no se iban a repetir por lo que más quiera.
Los dos se sentaron en la banca donde Ruby había dejado la caja de zapatos. Fue entonces cuando la pequeña rubia le ofreció la caja como un regalo. Axel lo acepto obviamente muy agradecido y emocionado. Abrió la caja y en su interior había lo que parecía ser uno de los sweaters de gatito que Ruby siempre utilizaba, solo que de color negro y de una talla considerablemente más grande.
—Lo siento si es un regalo un poco infantil. No quiero obligarte a usarlo ni nada… pero no me molestaría que lo usaras. —la psicología inversa que manejaba esta niña era impresionante y Axel siempre captaba el mensaje—
—Como no te molesta que lo use, ni tampoco quieres obligarme, creo que lo usare. —Axel se levantó de la banca y se colocó el sweater… le quedaba bien—
—¿Sabes que su diseño es para chica? Jeje —rio Ruby juguetonamente—
—Lo se… bueno ahora lo se: pero si a ti te gusta entonces lo usare. —Axel tenía una sonrisa de tonto—
—Te queda bien Axel. Te ves muy lindou~ —se burló la chica sonriendo—
—Tu igual. Eres linda.
Ocurrió un flash point. Todo se detuvo. Axel siempre había pensado que Ruby era linda pero esta era la primera vez que se lo decía… tampoco había motivo para mentir y de paso eso no era lo suyo como se dieron cuenta hace tiempo atrás. Cuando Ruby le dio la espalda a Axel para ocultar su nerviosismo y su rosto rojo nuestro prota pensó que había dicho algo mal.
—¿Te ofendiste Ruby?
—N-no. ¡No e-e-estoy ofendida!
—¿Segura? Yo solo quería decirte lo hermosa que eres. —Ruby sintió un pinchazo en su no tan desarrollado pecho— Y linda. —otro pinchazo— Y maravillosa que eres… —y otro más—
—¡Ya entendí! ¡BASTA POR FAVOR! —rogaba la mini rubia apretándose el pecho con las manos, su respiración estaba demasiado agitada—
—¿Cómo tú digas…?
—¡HYAHHHHHHHH!
Se escuchó un grito jodidamente agudo e irritante. Axel entro en modo adrenalina listo para correr en caso de que fuera necesario (un trauma que le dejo Cangui). Pero los ojos de Ruby y Axel se clavaron sobre una chica morena que gritaba como si… como si tuviera algo por lo que gritar, y estaba justo frente a ellos. Axel no sabía quién era esa chica pero Ruby si, y por eso puso una expresión de preocupación 100%.
—¡Nooooo, Lola noooo! ¡¿De todas las personas que podían haber aparecido en este momento tenía que haber sido ella?! —se gritaba la rubia en su subconsciente—
—¡Ruby, Ruby, Ruby! ¡Eres una mala amiga! ¡NO ME DIGISTE QUE TENIAS NOVIO! —las cuerdas bocales de Lola gritaron eso último en niveles que les romperían los tímpanos a cualquiera que estuviera lo suficientemente cerca— ¡Y DE PASO ES MAYOR QUE TUUUUU!
Las pocas personas que estaban en la plaza voltearon a verlos solo por curiosidad e intriga. Ruby se sintió muerta de pena y roja como un tomate mientras que Axel estaba cruzado de brazos y con los ojos cerrados fingiendo estar ofendido cuando en realidad estaba fantaseando con lo genial que sería ser el novio de Ruby.
—¡Shhh! ¡Silencio Lola, no grites estupideces! —confrontaba la pequeña rubia a la pequeña morena, ambas dándole la espalda al cabello salmón que las miraba incrédulo—
—¡Pero yo misma vi cómo te llamaba hermosa, linda y maravillosa! —contraataco Lola—
—Sí, lo dijo pero… —Ruby se tranco, ya que no conseguía sacarle un pero ya que ni ella sabía porque Axel lo dijo—
—¡Lo dijo y eso es lo que importa! Awwww, Ruby~ Es genial que tengas un suggar daddy, ¡ahora yo quiero uno también! —Lola seguía chillando y llamando la atención de todos los presentes en el lugar— ¿Y cómo se llama este chico? ¿Y cuánto tiempo llevan saliendo?
—¡No estamos saliendo!
—Tranquilízate Ruby. —el peli rosa se acercó a las chicas y poso su mano sobre el hombro de la rubia haciendo sé que calmara un poco— Hola Lola, me llamo Axel y soy un amigo de Ruby. —se presentó nuestro prota con un gesto muy amable y genial. Lola se le quedo viendo como juzgándolo pero luego sonrió diabólicamente—
—Bueno Ruby, como tú no lo quieres entonces lo convertiré en mi suggar daddy. —ataco Lola sádicamente—
—¡Nooo! —bufo Ruby abrazándose al chico con una mano y con la otra lanzando arañazos para alejar a la morena loca—
Fue entonces que nuestra lolita felina quedo avergonzada cuando todos los de la plaza comenzaron a reírse de ella por su comportamiento. Esto no le gustó nada a Axel que le lanzo una mirada asesina a todo el mundo el cual los hizo callar incluyendo a Lola. Ruby quedo más que agradecida por la intercepción del muchachin. Ese fue el día del reencuentro del chico flojo y la rubia en miniatura. Habían ocurrido muchas cosas desde que se conocieron, y muchas más ocurrirían. ¿Y aparecerán más shippeos? ¿Dimo conseguirá novia? ¿La profesora esa loca dejara de acosarlo? ¿Lola conseguirá a su suggar daddy?
Unos días después estaba un personaje que hasta ahora es el que menos participaciones tuvo hasta ahora… esa es la loca de Lola. Caminaba temprano un sábado paseando a su perrito chihuahua ¿Qué nunca mencione que tenía un perro? ¡Cómo quieren que se los explicara sí esta niña casi no tiene protagonismo! El punto es que iba paseando junto a él cuándo vio a un extraño animal frente a ella.
—¿Eso no es un canguro?
Evidentemente si era un canguro. La morenita empezó a preocuparse, había escuchado rumores sobre un canguro que andaba por el barrio partiéndole la madre a todo quien se cruzara por el medio. Lola empezó a asustarse mucho. Agarro al pequeño Wuawua (si así mismo se llama el chihuahua) e iba a comenzar a correr cuando detrás de ella había un sujeto parándole el paso. Lola levanto la mirada y vio a un muchacho con ropa jodidamente costosa y un cabello jodidamente peinado… este chico tenía una correa de cuero con púas entre sus manos.
—¡Cangui compórtate! —regaño Crisko y el pobre del animal nombrado salto con la cabeza gacha hasta donde su dueño— ¡Te escapaste otra vez! ¡Ya me tienes harto, un día de estos te enviare de regreso a Australia!
Al escuchar eso Cangui empezó a… ¿sollozar? ¡¿los canguros pueden sollozas?! El punto es que el jodido animal ese estaba triste y hacia un sonido chilloso muy similar a un sollozo. Crisko sintió pena, no podía culparlo por ser tan agresivo si después de todo era hijo de un famoso canguro boxeador, si, era hijo del gran Rockynguro.
—No llores Cangui. Era mentira no te enviare de regreso a Australia. —Crisko acaricio el cuello del animal con delicadeza— Pero tienes que prometerme que no vas a golpear a nadie nunca más. —Cangui le asintió y Crisko quedo satisfecho, pero no sabía que Cangui había cruzado los dedos de la pata ¡la pesadilla cangurisima continuaba!— Y en cuanto a ti… —Crisko se giró místicamente para observar a la pequeña morena que miraba la situación confundida— ¿Mi mascota no te hizo nada o sí? —pregunto el ricachón preocupado ya que no quería más problemas con nadie más de los que ya tenía— Si te hizo algo prometo recompensártelo…
—No, no, estoy bien en serioooooo~ —la cara de Lola se alargó de la sorpresa cuando vio que Crisko sacaba un manojo de verdosos de su bolsillo. Fue entonces que sus palabras resonaron en su cabeza en cámara lenta y con eco— ¡Suggar daddy!
—¿Perdón? —reacciono Crisko confundido por lo que la morenita acababa de gritar— ¿Qué es un “suggar dodly”?
—¡Nada, nada, nada! —Lola negó porque no quería joderla tan pronto. Fue entonces cuando entro en modo cariñosa jodidamente dolida— ¡Pero ese canguro feo asusto a mi pequeño Wuawua! —exclamo la chica con la voz llorosa, pero su perro no le seguía el juego ya que estaba muy emocionado y se sacudía queriendo salir de sus brazos—
—Oh, lo siento, ¡ves lo que hiciste Cangui asustaste al pobre perrito! ¡Discúlpate!
Jodidamente Cangui entendía a Crisko y bajo la cabeza tanto hasta pegar la nariz contra el pavimento haciendo algo así como una reverencia. Lola quedo jodidamente sorprendida. ¿Por qué en este capítulo hemos dicho tanto la palabra “jodidamente” tan jodidamente seguido? No importaba ya que este capítulo esta por acabar.
—Te perdono Cangui. —Lola no podía creer que un canguro se estaba disculpando con ella. Cosas que pasan—
—Aun no me siento bien. Déjame recompensarte. Ten toma. —le ofreció el manojo de verdosos y la pequeña morena los agarro al instante dejando que el pobre de Wuawua cayera al suelo—
—¡Muchas gracias! ¡Me llamo Lola! —se presentó la chica de la nada sorprendiendo al chico adinerado—
—Hola Lola. Yo soy Crisko. —se presentó el chamin extendiéndole la mano a la lolita morena—
—Creo que este será el inicio de una hermosa amistad. —pensó Lola diabólicamente mientras estrechaba su mano con la del niño rico. Una sonrisa de villana JODIDAMENTE disfraza se encontraba en su rostro—

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