#13 Modo Love Lolicon / Otro interrogatorio de Dimo.

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Axel estaba haciendo una competencia de miradas con su teléfono. Llevaba un buen rato en eso. Lo miraba fijamente dudando si tomarlo o no. A la verga ¡claro que lo tomo! Marco el número de Ruby y espero ansioso que contestara la llamada. Unos segundos antes: Ruby estaba acostada en el suelo de su habitación aburrida con los pies sobre la cama sosteniendo su teléfono frente a ella. Hace varios días que no hablaba con Axel. Ya que últimamente solo ponía escusas para no verla. Ruby al darse cuenta de eso se sintió mal y dejo de insistir.
“¿Sera que ya no le agrado?” se mortificaba la pequeña triste aun con la mirada fija en el teléfono: “¿Por qué sigo esperando a que me llame? No lo va a ser, apuesto que su teléfono ni siquiera está dañado” y el jodido teléfono comenzó a sonar. Ruby se levando de un salto por el susto repentino y vio el nombre de quien le estaba llamando, sus ojos se iluminaron como faros (bueno tampoco así XD) y contesto de inmediato incapaz de aguantar la emoción en su voz.
—¡Eres tu Axel! —dijo la chica emocionadísima, no cabía de la felicidad— Esto… quise decir: ¡Hola!
—Hola para ti también Ruby. Es genial oírte. —tuvo que confesar Axel. Se sentía tan ligero y aliviado que hasta podría volar— Lamento no haber podido llamarte antes. Sabes que mi teléfono estaba roto. —para que todo no se cayera a pedazos Axel tenía que reforzar la mentira— Y estaba muy ocupado.
—Oh~ E-entiendo Axel… perdón…
—¿Perdón por qué?
—Yo pensé que no querías hablar conmigo…
—Eso es en gran parte verdad. —se cuestionó Axel en su mente pensante—
—Y que ya no te caía bien ni nada. —Ruby sonaba triste, esto entristeció a Axel que escuchaba con mucha atención cada palabra que decía y el tono con el que las decía—
—T-tú me caes bien R-Ruby, lo sabes. —la animo Axel nervioso, ya que se sentía culpable y esta vez con razón: había hecho que Ruby se sintiera mal y eso no le gustaba para nada— Yo te aprecio mucho.
—Gracias… —dijo la pequeña tímidamente. Era bueno escuchar eso— Yo también te aprecio mucho.
—Ehhh, esto… —Axel quería cambiar de tema para que la conversación avanzara de forma más natural— ¿Qué hiciste en el festival cultural después de que me fui? —pregunto el peli rosa curioso de cierto modo—
—Fue genial. Dimo y yo comimos dulces y jugamos juegos, también bailamos. —Ruby le contaba todo eso con una sonrisa re-contra “kawaii” la cual Axel se moría por ver y no le quedaba más remedio que imaginársela—
—Me alegra que te divirtieras sin mí. —Ruby tampoco podía ver sus cabellos erizados y los rayos eléctricos que tenía Axel con tan solo imaginarla sonreír— Es bueno que te hayas divertido con Dimo. Ya que no sueles pasar mucho tiempo de calidad con él. —eso era algo que Ruby le había contado en antiguas visitas a su casa—
—Últimamente él ha querido pasar más tiempo conmigo. Hace rato estábamos jugando Monopoly y Ludo. —era raro que Dimo quisiera pasar tiempo con ella así como así, después de todo eran hermanos pero eso no cambiaba el hecho de que era raro ese cambio. Ya que aunque pasaban todo el fin de semana en casa cuando su madre trabajaba cada quien estaba por su lado, era por eso que Ruby se aburría antes de conocer a Axel— Me agrada un poco más el comportamiento de Dimo ahora.
—Aunque claramente no le agrado a Dimo, me gusta saber que él quiere mucho a Ruby. —se dijo Axel de cierto modo simpatizando con el rubio de cuatro ojos con cara tan seria que podría ser un asesino en serie—
—¡Oye Axel! —le llamo la atención la loli—
—¿Si?
—¿Puedo ir a tu casa ahora? —Ruby no podía esperar para pasar tiempo con Axel. Estaba sonriente, deslumbrante y con expectativas—
—No. —esa negativa casi la noquea como un puñetazo. La desilusión y sus inseguridades de hace un rato regresaron y sintió muchas ganas de llorar. Estaba tan decepcionada que iba a colgarte hasta que el chico prosiguió hablando— Mejor veámonos en otro lugar. —la tristeza se fue de nuevo—
—¿Vernos en otro lugar? ¿Donde? —ingenuamente pregunto la pequeña un poco apenada consigo misma por ser tan perceptible—
—Hmmm, no sé, ¿cómo la plaza? ¿Qué te parece?
—Me parece bien.
—¡Genial, entonces nos vemos allí!
—¡¿Oye pero ahora mismo?!
—¡Claro que ahora mismo! ¿O lo dejamos para mañana?
—¡Mañana no: ahora mismo!
A la pequeña le tomó por sorpresa la invitación tan repentina, pero le emocionaba ir y ver a Axel. Así que no se quejó y se dejó llevar por sus impulsos emocionales. Tanto que estaba tarareando de felicidad mientras buscaba su sweater de gato favorito dentro de su armario (dato curioso: Ruby tiene más de uno de esos sweaters de felino), revisando vio que bajo los ganchos de ropa había otro sweater que aparentemente se había caído de los ganchos. Ruby recordó ese sweater. También era de gato solo que negro que se lo había regalado su madre hace tiempo pero era de una talla más grande y nunca lo uso. Entonces por la mente de la loli paso una idea.
Axel salió de su casa emocionado por ver a Ruby al fin. Ahora que ya estaba enterado de que no era un criminal podría acercarse a su loli de nuevo. Le iba a recompensar el tiempo que la ignoro cruelmente por culpa del típico melodrama cliché de este tipo de historias. ¿En serio, alguien disfruta de esos dramas absurdos e irritantes? En esta historia el máximo de drama que hay es cuando aparece Cangui a joder… y justamente eso paso. Cangui se había escapado por quien sabe cuarta ves y se topó con, como siempre, con Axel y corrió como bestia rabiosa para molerlo a golpes y claro que Axel huyo como alma que lleva el diablo.
Unas cuantas calles más lejos estaba Ruby sonriente mientras se dirigía a la plaza con una caja de zapatos en sus manos. Esta vez tenía un buen regalo. No como esos cartuchos de música que le regalo antes pensando que eran videojuegos. Cuando se enteró de su error sintió tanta pena como para no querer volver a mencionar ese tema nunca jamás… pero aun así se preguntaba si Axel por lo menos los abría escuchado. Solo faltaba una cuadra para llegar a la plaza donde anteriormente se había librado la fiesta cultural, pero se topó con alguien en medio camino… Dimo… Su hermano mayor obviamente la vio y este se le acerco.
—¿Qué haces aquí Ruby? —pregunto expectante—
—¡Hola Dimo! ¡¿Q-que hace t-t-t-tu aquí?! —contestar una pregunta con otra pregunta… fue lo mejor que se le ocurrió—
—Mamá me pidió que comprara baterías para la lámpara de bichos… ¿y tú que haces fuera, y que es eso? —explico Dimo frunciendo el ceño. Presentía que algo estaba pasando—
—Mamá me dejo salir un rato… voy a casa de Lola. Jeje. —Ruby se rio queriendo sonar fría y convincente, muy lamentablemente no fue así—
—La casa de Lola no está por aquí por lo que yo sé. ¿Y no me has dicho que tienes allí? —insistió el rubio cuatro ojos posiblemente el villano de esta historia—
—Dimo me gusta pasar tiempo contigo, pero te estas volviendo fastidioso como siempre. —Ruby oculto su rostro detrás de la caja de zapatos para que Dimo no la viera; ¡porque sentía que él se iba a enfadar!—
—Solo preguntaba… pero supongo que prefieres no tenerme cerca… —se expresó Dimo en tono triste. La menor tuvo que verlo con sus propios ojos de que su hermano estaba de cierto modo deprimido y se le notaba en su rostro que intentaba desesperadamente mantenerse serio—
—¡Dimo yo no quise decir eso!
—Ya no importa Ruby. —el mayor paso al lado de la menor continuando con su camino— Diviértete con Axel.
—¡Alto! —grito Ruby llamando su atención antes de que se fuera— ¿Cómo sabes que voy a ver a Axel?
Dimo no contesto y siguió caminando. La pequeña rubia no sabía que pensar. ¿Dimo estaba molesto? ¿O triste? No entendía. Aun sin estar segura de lo que hacer Ruby continúo caminando pensativamente y con la cabeza gacha. Llego a la plaza y se quedó allí esperando a que el pelo de fresa llegara. A su vez el pelo de fresa seguía corriendo por su vida. Desgraciadamente tropezó cayendo en el pavimento estando muy indefenso. Axel con mucha desesperación intento levantarse pero ya era demasiado tarde el canguro asesino que venía de Australia y no de África lo había alcanzado. El cabello de rosa cerro los ojos esperando el inevitable golpe, pero este fue evitado.
—¡¿PERO QUE?! —exclamo Axel al abrir los ojos y ver algo impresionante—
—Siempre estas metido en problemas, eh.
¡Ta-ta taaaa! ¡Axel había sido salvado por Dimo! El cuatro ojitos había detenido el puñetazo de Cangui agarrándolo de la pata con su mano. Dimo miraba al animal con una mirada asesina y una sonrisa victoriosa. Cangui quedo paralizado del miedo. Aterrado. Ese chico podía lograr lo que nunca nadie había hecho: implantarle terror a Cangui… sin contar a los veterinarios que amenazaban con castrarlo. Dimo soltó la pata de Cangui y con sus ojos le dijo: “¡Largo si no quieres morir!” el pobre animal recupero la movilidad de su cuerpo y lo primero que hizo fue irse de allí cagando leches.
—¡Impresionante Dimo! —se levantó Axel muy impresionado—
—Eso no fue nada… —el rubio se acomodó los lentes de esa forma tan genial que solo los miopes geniales saben hacer— Pero si no eres capaz de lidiar con un canguro dudo mucho que puedas proteger a mi hermana.
—¡¿Como?! ¡¿Qué quieres decir?! —Axel retrocedió un poco intimidado—
—¡Axel! Una vez te lo pregunte y lo volveré a hacer: ¡¿Te gusta Ruby?! —el interrogatorio empieza de nuevo. Dimo apunto a Axel con su dedo y una música de batalla comenzó a sonar en el fondo— ¡RESPONDE! —Axel entendió que Dimo lo estaba poniendo a prueba. Axel saco coraje de donde no tenia, y para no volver a sentirse derrotado como en el interrogatorio anterior iba a darlo todo—
—Yo… no me gusta… —un aura de poder rodeo el cuerpo de Axel, su cuerpo brillo y echo chispas eléctricas, su cabello se pinchó y erizo. Este modo— ¡LA QUIERO! —¡el Modo Love Lolicon! Esta transformación era la representación de todos sus sentimientos hacia la pequeña rubia, Dimo quedo perplejo ante esta transformación, y aunque ya la había visto antes esta versión era más brillante y con más rayos—
—¡¿Te gustaría que ella te abrazara o te diera un beso incluso si eso te convierte en un lolicon criminal?! —Dimo se mantuvo firme y continuo con su interrogatorio. No. Mejor dicho: ¡batalla!—
—¡Si! —Axel respondió firme. En este momento, mientras este en el modo Love Lolicon sus pensamientos le pertenecían únicamente a Ruby y allí estaban sus respuestas—
—¡¿Incluso si está mal?!
—¡No estaría mal! ¡Solo tenemos tres años de diferencia, aun somos menores de edad! —nuestro poderoso protagonista repitió lo mismo que le dijeron los sabios de sus amigos unos días antes. Pero el chico frente a él se rio entre dientes— ¿De qué te ríes?
—¡Jajajajaja, eso era lo que esperaba! —Dimo se rio a carcajadas mientras se apretaba las sienes con su mano— ¡Esa determinación! ¡Eres sincero sin miedo a que te juzgue! Has cambiado Axel.
—Fue gracias a mis amigos, y de ti, que me di cuenta de lo importante que es Ruby para mí y lo mucho que la quiero…
—Bien dicho… durante el festival me dijiste que Ruby era muy feliz estando contigo. Y he comprobado que es verdad. Ella siempre es alegre todo el tiempo, pero desde que te conoció hace casi tres meses su sonrisa se hizo demasiado radiante. Su felicidad es tan densa que hasta se puede tocar…
—No entiendo esto Dimo… ¿Adónde quieres llegar con esto? —por si no lo sabían Axel aún tiene el modo Love Lolicon activado, pero estaba un poco confundido por el comportamiento de Dimo—
—Te lo explico. —Dimo se acomodó los lentes nuevamente, y de nuevo con su semblante serio comenzó a explicar sus razones— Yo quiero mucho a Ruby porque soy su hermano, no quiero que nada malo le pase, pero ella está creciendo. Su cuerpo cambia y su mente también… ella querrá ir a otros lugares, vivir experiencias nuevas y tener nuevas amistades. Si lo hace se expondrá al peligro y no pobre estar allí para protegerla y ayudarla. —la épica música que sonaba en el fondo se intensifico— Viendo lo muy enamorado que estas de ella se me ocurrió que tú puedes ayudarme.
—Espera ¡¿Qué?! —Axel hizo una mueca de confusión absoluta a la vez que su transformación desaparecía y volvía a su estado base— Déjame ver si entendí ¿Quieres que te ayude a proteger a Ruby?
—Eso mismo Axel. Ambos podremos proteger a Ruby de cualquier cosa que le pueda pasar, yo como su hermano y tu como su novio. ¡Nosotros seremos sus guardianes! —Dimo estaba serio y frio como siempre—
—Ahhhh… ¿pero no que tú me odiabas…? —Axel estaba un poco confundido—
—Se podría decir que aun te odio. Pero no puedo simplemente golpear al chico que le gusta a mi hermana sin que me odie.
—¡¿Le gusto a Ruby?! —reacciono el peli rosa casi que entrando de nuevo en el modo Love Lolicon—
—Así que he decidido ponerte a prueba para ver si eres capaz de estar con mi hermana.
—¡Si ¿pero de verdad le gusto a Ruby?! —pregunto Axel nuevamente ignorando lo del desafío—
—No estoy seguro… aun… según Rosalinda lo está, pero no lo sé. —Dimo se acarició la barbilla con los dedos— Pero asumamos que lo está. Lo que importa son las pruebas que te pondré.
—¿Qué tipo de pruebas?
—Prefiero no revelártelo. Pero quiero que sepas algo Axel. —Dimo fue rodeado por un aura oscura y dio un par de pasos hasta estar cerca del peli rosa— Que te permita pasar tiempo con mi hermana no significa que puedas pasarte de listo con ella… ¿quedo… claro? —el chico dijo eso con una cara de psicópata—
—E-e-e-esta b-b-bien… —contesto el protagonista a duras penas por el miedo—

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