#17 Beso indirecto / Beso directo.

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A la pequeña rubia se le paso la depre por no haber cumplido con su objetivo por culpa del miedo. Pero Axel dijo que esperaría el día en el que pudiera decírselo incluso si no tenía la menor idea de lo que era, eso la calmo bastante, podría decirlo en otro momento, ni que se le fuera a olvidar de un día a otro. Así que por ahora solo disfrutaría de su helado tranquilamente junto al cabellos de fresa, ósea, Axel. El chicazo protagonista ignoraba su helado completamente estaba más interesado en ver a la pequeña rubia. Hace un momento estaba triste y nerviosa por algo, pero ahora estaba alegre. Axel no entendía esos cambios, pero preferiría mil veces verla feliz que pasándola mal: ¡así que todo chimba!
Ruby sacudía las piernas tiernamente con alegría, disgustaba su helado de limón metida en sus pensamientos. Axel la observaba fascinado por la lindura de la chica, como hipnotizado. Fue entonces, y como Ruby estaba comiendo un helado, que inevitablemente los ojos de Axel se fijaron en la boca de la pequeña… Ruby pegaba levemente los labios en la crema del helado, abría un poco la boca y con su lengua lambia el helado… era algo sutil y normal, pero si te fijabas bien te dabas cuenta de los extraños movimientos y gestos que hace la boca al comer algo como lo que era el helado y Axel estaba muy pendiente de esos movimientos.
El chico gamer no se percató de lo que estaba haciendo, sin embargo las palabras de cierto cuatro ojos con cara de sicario tronaron en su subconsciente. “¿Te gustaría que ella te besara?” recordó aquella vez que lo interrogo Dimo, y de cómo el nervioso pero seguro contesto si a todas sus preguntas… cuando la lolita dejo de comer su helado para verlo fijamente y con curiosidad Axel se paralizo. Ruby lo estaba viendo extrañada, Axel no sabía qué hacer y su sangre comenzó a correr por toda su cara. Al final la pequeña le sonrió inocentemente.
—¿Quieres de mi helado? —pregunto ella curiosa y tierna—
—¿D-de t-tu helado…? —tartamudeo el peli salmón casi rosa con la cara de un tono un poco más intenso que su cabello, sentía que lo habían descubierto haciendo algo indebido—
—¿Por eso me estabas viendo mucho, no? Ten toma, hagamos un cambio. —la mini rubia le ofreció su helado al cabellos de fresa el cual aún estaba un poco desintonizado—
—¿Esta bieeen…? —Axel tomo el helado de limón mientras su compañera tomaba el suyo— Gracias…
—¡No es nada! Somos amigos y no tengo problemas con compartir contigo. —la pequeña felina sonrió y comenzó a devorar su nuevo helado— ¡Mmmhh! ¡El de chocolate también sabe bien!
—Si… —respondió el chico en modo automático ya que toda su atención estaba en el helado que ahora estaba en su mano. Miraba detenidamente una parte de la crema en específico, la cual estaba un poco deformada— Allí es donde pasaron los labios de Ruby… —se dijo el prota a sí mismo. Su cuerpo se llenó de determinación e inconscientemente apretó el cono del helado mientras acercaba el helado muy lentamente a su rostro— Una vez Tur dijo que… si tus labios tocan algo donde ya estuvieron los de una mujer… sería lo mismo que besarla.
Instintivamente Axel devoro el pobre heladito bestialmente hasta que no quedo nada de él. Cuando regreso en si se preguntó adonde se había ido el helado. Pero el recordar que Ruby ya lo había probado antes se sintió jodidamente gratificado por haber hecho el cambio. Le gustaba pensar que de cierto modo había besado a Ruby, ese pensamiento era estupendo. Satisfecho Axel se recostó cómodamente sobre la silla, estirando los brazos y colocando sus manos detrás de su cabeza. Solo le quedaba esperar a que su compañera terminara para luego marcharse…
Axel se relajó tanto que entro en modo somnoliento, casi que quedándose dormido como es costumbre suya, ignorando que la pequeña rubia que estaba sentada al lado suyo había dejado de moverse, con las piernas temblando y el rostro enrojeciéndose. Ruby apenas probó un par de veces su helado de chocolate cuando se acordó de algo que su amiga Lola le había dicho: “Si comes la misma comida que alguien dejo es lo mismo que besarlo”.
—A-a-a-a-a-a-a-acabo deee… ¿besar a Axel? —pensó Ruby sintiendo que iba a sufrir un sangrado nasal por la demasiada sangre que estaba viajando por sus mejillas— ¡Eso no puede ser! ¡Nuestros labios no se han tocado ni nada parecido! —Ruby sacudió la cabeza queriendo enfriar su mente— Rayos no debo dejar que Lola me meta ideas tontas en mi cabeza.
Luego de eso Ruby tuvo incomodidades para terminarse su helado. Pero después de que lo hizo se quedó mirando al chico gamer el cual se había quedado dormido en su posición tan relajante. La pequeña rio por lo bajo, era cierto que ese tonto de muchacho podía dormir en cualquier lugar. Ruby no podía quedarse allí sonrojándose mientras lo miraba dormir, así que dedico despertarlo con mucha delicadeza.
—¡Auch! —se quejó Axel cuando su pequeña acompañante la empujo de la silla haciéndolo caer al suelo— Awww, ¿pero qué sucedió?
—Jejeje, te caíste solito, jajajaja. —la pequeña malvada no pudo aguantar las risas (al igual que algunos de los que estaban allí presentes en la heladería)—
—Ja, empiezo a pensar que no fui yo “solito”. —Axel se levantó desinteresado en las risas de los demás— ¿Lista para irnos, o quieres otro helado?
—Estoy bien, ya acabe el tuyo quise decir el mío… jeje… —Ruby se quedó callada y nerviosa al recordar sus pensamientos pensantes anteriores—
—Si es así creo que deberíamos irnos, podría hacerse tarde y tu hermano podría molestarse.
—El me dio permiso para salir, no creo que se vaya a molestar aún es temprano. —contesto la chiquilla sacudiendo la cabeza para intentar olvidar lo del helado—
—Van a ser las seis, creo que si es tarde. —dijo el chico al ver la hora de su teléfono— Te llevare a casa antes de que se haga más tarde, podría ser peligroso. —lo que nuestro protagonista quería decir era: “Te llevare a casa antes de que Dimo se moleste, podría matarme” claro que no lo dijo—
—Ahhh, bien, ¿pero mañana podremos venir a comer otro helado? —pregunto Ruby levantándose de la mesa—
—Eso no se pregunta Ruby, ya deberías saberlo. —Axel sonrió como si su respuesta fuera lo más obvio del mundo mundial—
—Vámonos entonces.
La parejita loliconera salió de la heladería y emprendieron el camino a casa. Primero a casa de Ruby porque quedaba más cerca. En el trayecto hablaron ridiculeces de las que siempre hablan, comúnmente de las estupideces que vivían cada uno en sus respectivas escuelas, de las estupideces que les pasaba a Axel y a Tur en clases de educación física, mayormente a Tur, y de los problemas en los que Ruby se metía por culpa de Lola. Fue entonces que Ruby se llenó de valor y le confeso a su amigo lo mucho que le aterraba su profesora Kate, Axel quedo desconcertado y confundido.
—¿Por qué te asusta tu profesora?
—Axel ella es rara. Cuando da clases se comporta normal, pero después de clases siempre me mira extraño… y me pregunta cosas sobre mi hermano. —a Ruby le daba escalofríos recordar esos momentos—
—Eso es un poco raro de verdad. —Axel se metió las manos dentro de los bolsillos del sweater imitando el caminar de Ruby— Preferiría no involucrarme. Pero esto parece preocuparle mucho a Ruby. —normalmente a nuestro prota no le gusta preocuparse por problemas de los demás ni por los suyos propios, pero esto si le interesaba completamente, ya que era algo que inquietaba a su loli— ¿Y qué cosas pregunta ella sobre Dimo?
—Una vez me pregunto si estaba en una relación. Yo le dije que no lo estaba, pero ella siguió insistiendo, como si pensara que mentía. En ese momento me asusté mucho. —sin duda, a Ruby no le estaba gustando hablar de esto, pero le hacía sentir mejor que Axel la estuviera escuchando—
—¿Y no le has contado a Dimo nada de esto? El debería saberlo.
—No se lo he querido decir, pero él ya me ha contado algunas situaciones extrañas que ha pasado con ella.
—¡¿En serio?! Entonces Dimo debe de estar preocupado también. —nuestro prota comprendió que a lo mejor Dimo estaba sufriendo también con este tema. Ruby continúo hablando—
—Mi hermano me dijo que se la ha encontrado varias veces en el centro de la ciudad… pero de forma sospechosa, y note que a mi hermano le desagrada hablar de ella. —a ella también le desagradaba hablar también de Kate— Creo que mi hermano no sabe qué hacer, pero yo siento que algo no anda bien Axel.
—Yo también lo siento. —Axel entendía que si a Ruby y hasta a Dimo le preocupaba esa profesora entonces debía ser algo serio. Pero no había nada que el pudiera hacer para ayudarlos más que apoyarlos en lo que pudiera pasar— Pero no te preocupes Ruby. Estoy cien por ciento seguro de que si llegara a suceder algo malo Dimo se encargaría, también puedes venir conmigo si tienes algún problema.
—Gracias por tu apoyo Axel, eres un buen amigo. —la pequeña rubia se detuvo para abrazar a Axel con mucho afecto—
—No es nada, solo quiero ayudarte. Jeje. —Axel quería corresponder el abrazo, pero aún tenía las manos en los bolsillos y el cuerpo de la chica pegado al suyo no le dejaba sacarlos. En lugar de eso inclino la cabeza lo más que podía y le dio un beso a su abrazante justo en la frente… aunque lo único que hizo fue pegar los labios, eso causo un gran impacto en la mini rubia que se alejó rápidamente de él muy nerviosa. Cuando Axel vio cómo Ruby le mirada confundida y con rubor fue entonces que se dio cuenta de lo que hizo y se quedó paralizado— Bese a Ruby… sin pensarlo… —susurro el chico sintiendo el calor en todo su cuerpo mientras que relámpagos de poder comenzaban a salir de su cuerpo— ¡Bese a Ruby!
—¡Axel me beso! —la mente de la chica gritaba eso a los cuatro vientos— ¡Lo hizo, lo hizo! ¡¿Por qué lo hizo?! ¡¿POR QUE LO HIZO?!
—¡Lo hice, lo hice! ¡¿Por qué lo hice?! ¡¿POR QUE LO HICE?!
—¿Sera que le gusto a Axel? ¡No! ¡Eso no puede ser!
—Me gusta Ruby ¡Pero no debí haber hecho eso así de la nada!
Y allí terminaron los dos, como unos tomates con cara de tontos mirándose fijamente parados en medio de la calle, cada uno luchando contra su subconsciente. Ambos intentaron decir algo, pero apenas abrían la boca se les iba todo el valor y la volvían a cerrar avergonzados. ¡Pero carajo solo había sido un beso en la frente, ni que se fuera a acabar el mundo por eso! Ellos no se daban cuenta de lo absurdo que era su comportamiento. Ambos dejaron de mirarse y voltearon al frente, solo para continuar con el trayecto ahora en completo silencio.
—Ruby no ha dicho nada… ¿estará enojada? Debería decirle algo. —se cuestionaba Axel dudoso—
—Axel no ha dicho nada… ¿pensara que estoy enojada? Debería decirle algo. —Ruby estaba dudosa también, todas sus preocupaciones y temores respecto a la loca de Kate habían desaparecido todo gracias a Axel ¡Gracias Axel!—
—Hola muchachos, ¿Qué hacen? —dijo una voz chillona que asusto a nuestros dos protagonistas, ambos se voltearon y vieron quienes eran…—
—Lola los asustaste. —para luego sorprenderse al ver al dueño de la primera y segunda voz—
—Perdón como iba a saber que estaban caminando dormidos. —bromeaba una pequeña morena—
—Siempre dices tonterías Lola. —respondía un chico ricachón con una sonrisa divertido—
—¡¿Lola?! —exclamo la rubia—
—¡¿Crisko?! —exclamo el cabello de fresa—
—¡¿Qué hacen aquí?! —gritaron Axel y Ruby al unísono sorprendidos—
—No hace falta que griten, me duelen los oídos después de haber salido con Lola. —expresaba el ricachón dueño del canguro que tenía aterrorizado a todo el vecindario—
—¡Crisko y yo fuimos a comer pizza! ¡Fue ESTUPENDIFICO! —y si, Lola era muy ruidosa— ¡Y me compro esta genial muñeca Borbie de colección! ¡Ta-chan! —Lola presumía de su muñeca sacudiéndola en el aire mientras Ruby la observaba con envidia— ¡Es tal y como la querías para tu colección Ruby!
—¡Yo nunca quise una de esas! —contesto Ruby muy enojada y cruzando los brazos, era mentira, ella quería esa muñeca para su colección secreta—
—Ah, ¿pero porque dices eso? Ohhh… ya entiendo… ¡Quieres parecer madura delante de Axel! —Lola no se callaba lo cual era lo que más deseaba Ruby en este preciso momento—
—¡Yo no quiero parecer madura! —estallo la pequeña rubia furiosa— ¡La cosa es que a mí no me gustan esas estupideces!
—Sí, si como tú digas. Supongo que no le has dicho a Axel ¡NADA SOBRE TU COLECCIÓN DE MUÑECAS! —grito la pequeña morena taladrando los oídos tanto de Axel como de Crisko—
—¡Sabes Axel, creo que puedo regresar a casa sola! —Ruby le dijo eso al peli rosa antes de irse corriendo hecho una furia— ¡Y NO CREAS NADA DE LO QUE ELLA TE DIGA! —la rubia estaba muy avergonzada por culpa de su insufrible amiga y no quería quedarse allí pasando pena, aunque aún no pudo solucionar lo del beso con Axel. Suspiro con pesar, tendría que dejar eso para otro día—
—Lola no deberías molestarla así. —le regañaba Axel a la nombrada. Ni si quiera le había dado tiempo ni de decir adiós, pero de cierto modo estaba agradecido de que se fuera para así no tener que pasar por la incómoda situación de explicar el beso o algo similar—
—Es que Ruby se molesta muy fácil. —Lola estaba satisfecha por su maldad— Yo también tengo que irme, ¡adiós muchachos! —se despidió la lolita morena para luego largarse de lo más alegre—
—Adiós Lola, salgamos en otra ocasión. —se despidió Crisko desde lejos, para luego girarse hacia su amigo Axel— Ufff, por fin se fue, ya no aguantaba sus chillidos.
—¿Crisko saliste con Lola? —pregunto el chico gamer curioso—
—Sí y no. Había salido a comprarle comida a Cangui y me la encontré por casualidad, apenas me vio me pidió que le brindara una pizza y que le comprara una muñeca. Y como siempre tengo dinero de sobra lo hice por modestia. Pero la verdad que no aguanto su voz chillona.
—Yo tampoco. Jeje. —rio Axel mientras que Crisko lo hacía por lo bajo. Luego Axel pensó sobre el comportamiento de Ruby de hace poco y dedujo de que se trababa— ¿Cuánto costo esa muñeca?
—Como cien dólares, ¿por?
—Pienso comprarle una a Ruby. La vi molesta cuando Lola presumió de la que le compraste. —eso dedujo nuestro protagonista sin saber que era por algo aún más grande que eso (aunque en parte también era por eso)—
—Eso puede esperar amigo. Ahora quiero que me digas que estabas haciendo con Ruby. —pregunto Crisko muy interesado mientras le montaba el brazo por encima del hombro a su amigo pelo rosa— Y no quiero que dejes ningún detalle. Jijiji. —Crisko no lo iba a dejar marchar hasta saber los detalles de la aparente cita de su amigo con su loli—
Axel suspiro derrotado, aunque no quería hablar de eso su amigo no le dejaría ninguna otra opción. Ruby regreso a su casa para reflexionar sobre el beso que le dio Axel y enfriar sus pensamientos. Ninguno de los dos sabía que Dimo planeaba algo malvado. ¡La prueba definitiva estaba a la vuelta de la esquina! ¡¿Axel lograra pasarla?!

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