#12 Criminal / Dicen que soy un delincuente.

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—¿No puedo pasar? —preguntaba al rubia loli desconcertada frente a la casa de nuestro prota, el cual también estaba frente a ella pero claramente triste— ¿Por qué?
—Es que mi madre me pidió que la ayudara con unas cosas y estaré ocupado. —mintió Axel sintiéndose muy mal por tener que mentirle a Ruby. Pero Dimo lo prefería así, y aunque todo lo que quería era tener a la pequeña cerca después del interrogatorio que le hizo Dimo hace días en el festival cultural ya no se sentía tan a gusto, sino culpable de algo—
—¡Pero yo puedo ayudarte! ¡Así como te ayude a cocinar las veces anteriores! —insistía la loli desesperada—
—Es algo que tengo que hacer yo Ruby, lo siento. —Axel sonreía fingiendo alegría indiferente, pero le salía muy mal—
—Ni si quiera puedo acompañarte mientras hace lo que* —Ruby fue interrumpida por Axel—
—Dije que estaré ocupado, no podré atenderte y no sería educado dejarte allí mientras limpio la casa. —mintió nuevamente Axel pero esta vez sus mentiras habían chocado y Ruby se dio cuenta de eso—
—¿Limpiar la casa? ¡Yo también te he ayudado a limpiar antes! Si no lo has hecho puedo ayudarte. —Ruby insistió esperanzada de lograr descubrir que le pasaba a Axel, respecto a eso el peli rosita mintió nuevamente—
—Es un castigo de mi madre. Tengo que limpiar la casa sin ayuda, es por eso que no puedes estar aquí. —nuestro prota se las arregló para que esta escusa si sonara convincente—
—Lo hubieras dicho al principio. Supongo que debería dejarte solo. —Ruby acepto la amarga derrota, creyéndose la mentira, pero entonces alzo la mirada con esperanza— ¡¿Entonces puedo venir mañana?!
—¿Mañana? Ehhh, ahhh, creo que… c-creo que estaré en c-c-casa de Turles.
—¿“Crees” que estarás ahí?
—¡Si! Tenemos que hacer un proyecto del instituto, pero aún no sabemos si lo haremos mañana o que, no está seguro. Si no salgo te prometo que te llamare y hablaremos por teléfono. —Axel la cago otra vez—
—¿Pero no que tu teléfono se había roto y por eso no contestaste mis mensajes? —después del festival cultural Axel decidió desconectarse de Ruby e ignoro sus mensajes y llamadas, en la actualidad cuando Ruby fue a su casa a visitarlo y preguntarle porque no le había hablado él le dijo que era porque su teléfono se había roto, seguido de eso continuo la conversación que acabas de leer, pero Axel había vuelto a chocar las mentiras—
—¡Lo arreglare para mañana! —Axel literalmente escupió esas palabras de su boca apresuradamente— ¡Rayos! ¡No aguantare mucho con estas mentiras! —se cuestionó el cabello de fresa—
—¿Estas bien Axel? No sé cómo decirlo pero te noto raro. —Ruby lo cuestionaba, no era tonta, al menos no tanto, y notaba claramente el comportamiento de Axel—
—¡Jajaja, yo siempre he sido raro, jeje! —carcajeo Axel nervioso y con su cuerpo al punto del colapso, sentía que se estaba muriendo por tener que tratar de alejar a Ruby de él, pero sabía que era necesario: ¡Lo que él estaba sintiendo era malo! Eso le dio entender Dimo— Perdón Ruby pero tienes que irte, ya he perdido mucho tiempo.
—Lo siento. Fue mi culpa… —Ruby retrocedió hasta estar parada en la cera— Hasta luego Axel.
—Hasta luego Ruby.
Ambos se despidieron. Axel se quedó allí en la puerta viendo como la pequeña loli se iba caminando cabizbaja hasta quedar fuera de su rango de visión. Sin embargo antes de poder entrar de regreso a su casa su madre le estaba interrumpiendo el paso, seria y con las manos en las caderas. El chico ya se sentía mal por haber tenido que echar a su linda loli y ahora se sentiría mal cuando su madre posiblemente le regañe por algo que había hecho o seguramente por algo que no había hecho.
—¿Axel porque le mentiste a Ruby? Tú no estás castigado y tu teléfono está bien. —su madre había escuchado toda la charla que tuvo su hijo y se sintió muy intrigada y un poco molesta por las escusas y mentiras que dijo—
—Mamá, es que yo no quiero estar con Ruby hoy… ni nunca. —Axel se deprimido al decir eso. Sintió una amargura desagradable en todo el cuerpo—
—¿Porque? Ustedes dos se llevan de maravilla. ¿Ya no la aguantas? —la mujer podría entender eso. Que su hijo ya no aguantara jugar con una chica que venía con demasiada frecuencia, pero a la vez eso le pareció raro, ya que ella misma había visto lo contento y conforme que estaba su querido hijo cuando pasaba las tardes con esa chiquilla—
—No es que no la aguante… es que… no se mamá es muy complicado como para decirlo.
—Yo te escucho Axel; cuéntame. —la mujer hablo con ternura y cariño maternal, quería darle confianza—
—En otro momento mamá. Solo quiero estar solo.
Axel pasó al lado de su madre y se acostó sobre el sofá de la sala de estar, más que dispuesto a tomar una buena siesta. Pero hasta eso le costaba. Su mente estaba demasiado ocupada pensando en Ruby y en su hermano Dimo. Otro día, más clases en el instituto. Axel estaba con la cara contra su mesa, estaba dormido a mitad de una clase. Su confiable amigo con el cabello más liso que el de una princesa estaba sentado frente a él intentando despertarlo.
—Pssss, pssss… —siseaba Tur mientras estiraba el brazo para pincharle el coco a Axel con la punta de su lápiz con la intensión de despertarlo— ¡Axel despierta! ¡Te vas a meter en problemas!
—¡Argh! ¡No me fastidies Tur! —irritado el cabellos de fresa se enderezo y le grito a su amigo enojado. Tur se le quedo viendo notando unas ojeras debajo de sus ojos—
—¿Sera que Cangui lo golpeo de nuevo? —Turles lo pensó sin quitar los ojos de encima a su amigo que bostezaba debido al cansancio— ¿Estas bien Axel? ¿Pareces cansado?
—¡Tonterías Turles, estoy súper bien! ¡¿No vez?! —respondió Axel alzando mucho más la voz que los demás estudiantes voltearon a verlo— ¡¿Qué quieres chismosos?!
—Tranquilízate Axel, estas alterado. —Tur usaba sus manos para hacerle señas a su amigo para que bajara la voz pero Axel no estaba en su sano juicio—
—¡Turles no me hables como si tuviera un problema! ¡Porque no lo tengo! Aww, aww, ¡WUAAAHHH! —el aparente estado de ira de nuestro protagonista desapareció y comenzó a… ¿llorar?—
—Esto no lo esperaba… Tranquilízate Axel, no sé qué te sucede pero todo estará bien. —Tur sabía que su amigo estaba mal, algo lo debía de estar perturbando y sentía que debía ayudarlo—
—Turles, Axel, no sé qué está pasando pero están interrumpiendo MI clase, ¡para afuera ahora! —ordeno el jefe supremo de ese salón, ósea el profesor que se creía algo importante y no le gustaba que interrumpieran sus explicaciones aburridas y sin vida—
El profesor mando a los dos chicos fuera del salón, ósea que se perderían la clase y quedarían tachados en el libro rojo de las malas conductas que los delegados usaban para marcar las faltas y desobediencias de los estudiantes. Estos tachados obviamente se convertirían en puntos menos en las notas académicas. A los dos amigos no les quedaba más remedio que andar por los pasillos como unos bobos. Estaban callados. Axel estaba tranquilo, su extraña rabieta ya se le estaba pasando y ahora solo caminaba con la cabeza baja y una expresión de depresión total. Tur quería saber que le pasaba a Axel. Porque los gritos, rabietas y llantos de la nada no eran común en un chico tan tranquilo como lo era Axel.
—¿Qué te sucedió allí en clase? —pregunto Tur colocándose frente a Axel parando su andar— Estabas muy alterado. Demasiado. Y es la primera vez que te veo así. Sin contar ese día que te molestaste porque no me “buceaba” a Ruby, jajaja. —Tur carcajeo al recordar ese día. Axel seguía callado con toda su atención al piso como si fuese lo más interesante del mundo— Es por Ruby verdad.
—No quiero que me hables de ella… —dijo el chico por fin pero sin despegar la vista del suelo—
—¡Por fin hablas! Pensé que te habías quedado mudo y soldó… ¿Hem? ¿Pero cómo es eso de que no quieres que hable de ella? Si siempre eras tú el que habla de ella. ¿Qué sucedió ahora? ¿Se pelearon?
—No nos peleamos… es solo… es… —Axel se sentía muy mal al hablar de esto— No pienso acercarme a ella. —escupió al fin nuestro muchacho protagonista, pero sintiéndose muy mal al decirlo—
—Axel… no eres bueno mintiendo: puedo ser un poco imbécil.
—Demasiado según Rosalinda.
—Aja sí; pero estoy viendo que estas sufriendo al decir que no quieres que no hable de ella y que no te le vas a acercar. ¿Podías dejar de mentirme? Ya lo he discutido con Crisko y hasta con mi hermano, se nota que te gusta Ruby… Aunque no entiendo el porqué, pero sé que te gusta.
—Eso no es verdad…
—¿Por qué no es verdad? —Tur estaba intrigado. Era la primera vez que tenía una conversación tan profunda con su amigo Axel. Aunque su amigo peli rosa siempre era de cierto modo profundo cuando hablaba de lo genial que era la pequeña rubia. Contrariamente a lo que pudo haber esperado, Axel le respondió casi gritando, volviéndose a alterar—
—¡Porque si me gustara sería un criminal! ¡Estaría mal! ¡Yo estoy mal! —estallo el chico gamer con un desprecio hacia sí mismo. Un aura oscura acompañada por rayos negros rodearon su cuerpo, estaba sufriendo su típica transformación, solo que esta era muy diferente a la típica transformación. Axel expreso una mueca de tristeza a la vez que sus brazos caían sin vida y su mirada se concentraba nuevamente en el suelo— Soy un criminal… soy una mala persona… no debería existir…
—Suficiente. —Tur abrazo a Axel que estaba sufriendo su nueva y aún más rara transformación— Estas muy equivocado si crees que eres un delincuente solo porque estés enamorado de alguien.
—Pero Ruby tiene doce. Soy mayor que ella: esto que ciento está mal, es ilegal. —Axel seguía deprimido, hasta que sintió como otra persona lo abrazaba por el costado del cuerpo. Se volteó y era Crisko quien se había unido al abrazo—
—¿Crisko que haces aquí?
—Vi que Axel no estaba bien y vine para ayudarlo. —explico el niño rico que no ha tenido muchas apariciones en los últimos capítulos—
—¿Y cómo saliste de la clase?
—La clásica escusa de ir al baño. Siempre funciona. —tanto Crisko como Turles se soltaron de Axel ya un poquito más gratificado— Ahora quiero que me expliquen qué está pasando. —exigió el chico adinerado cruzándose de brazos— Eres mi amigo. Y quiero ayudarte.
—¿De la misma manera en la que me ayudas cada vez que tu bestia de canguro me ataca? —dijo Axel con sarcasmo y sonriendo de lado. Incluso al borde de la depresión aún estaba lo suficientemente juicioso como para hacer bromas, y sus amigos se lo agradecieron riéndose, no estaba tan mal después de todo—
El trio de amigos se sentaron en el suelo del pasillo muy cómodos. Axel ya tranquilizado le explica junto Turles su situación a Crisko, incluso detalles que ni el pelo liso conocía. Luego de explicar Axel se quedó callado mirando la pared que tenía al frente y estirando las piernas para estar más cómodo. Tanto Crisko como Turles pensaban lo mismo:
—Esto es claramente una treta de Dimo para que te alejes de su hermana. —el chico con la herencia de su progenitor fue el primero en expresar el pensamiento—
—Puede ser una treta como dices. Pero tiene razón. Yo soy mayor que Ruby y no debería sentir nada de esto por ella… —decía el chico peli rosa, el aura oscura y los rayos negros hicieron nuevamente su aparición—
—Axel… —lo llamo Crisko muy serio. El nombrado lo miro atentamente— ¿Eres mayor de dieciocho?
—Nop.
—¿Ruby es mayor de dieciocho?
—¡Pues por supuesto que no!
—¿Cuál es la diferencia de edad que hay entre Ruby y tú?
—Tres años… —respondió el chico después de hacer unos cálculos rápidos—
—Entonces no eres un delincuente. Mucho menos un criminal. Ruby y tu son menores de edad, y tres años es casi nada. —explico el millonario del grupo. Su punto de vista tenía mucha razón—
—¿En serio?
—Lo que dice Crisko es verdad. —apoyo el pelo liso apoyando su brazo sobre el hombro de su amigo peli salmón— Mis padres tienen justamente tres años de diferencia, aunque ambos son adultos.
—¿Quieres decir que no soy un criminal? —pregunto Axel esperanzado, levantándose del suelo con los ánimos en alto—
—¡No lo eres! —corroboro el pelo liso levantándose del suelo al igual que Crisko—
—Solo eres nuestro tonto y dormilón amigo de siempre. ¡Y eso está más que bien! —Crisko rodeo a Axel con sus brazos en un abrazo, Turles hizo lo mismo y esta vez Axel correspondió el abrazo grupal—
—¡Muchas gracias amigos! Ya me siento un poco mejor. —agradeció el chico a sus confiables amigos con una sonrisa. Ellos preferían mil veces al dormilón y despreocupado Axel que el irritante y deprimido que no parecía natural— Pero ahora tengo un problema.
—Y se llama Dimo, ¿cierto? —adivino el ricachón—
—Si igualmente me acerco a Ruby Dimo me matara. ¿Qué puedo hacer?
—Luego pensaras en eso. Por ahora no te contengas y se tú mismo. —le aconsejo Turles sonriendo a mas no poder—
—¿Chicos que hacen aquí? —pregunto una mujer de cabello castaño y ojos negros y profundos cual agujero negro. Los muchachos se fijaron en ella y resulto ser la profesora de educación física: Bimba— ¿Deberían estar en clases?
—Yo debería estar en el baño. —dijo Crisko en su defensa—
—Y el profesor nos sacó a Tur y a mí de su clase. —decía Axel mientras que Turles se tensaba mucho y comenzaba a sonrojarse—
—¿Por casualidad es el profesor Marco? —cuestiono la señorita Bimba. No era la primera vez que veía a Marco echar a sus estudiantes en plena clase cuando lo hacían enojar— Si quieren puedo hablar con él para solucionar este problema para que no lo anoten en el libro rojo.
—¡Si por favor! ¡Eso nos ayudaría mucho!
—Okey entonces vámonos. —la profesora comenzó a caminar con los dos chicos detrás de ella, Crisko de verdad tenía ganas de ir al baño y se fue. Bimba noto que Turles no dejaba de mirarla, y cuando ella posaba los ojos en él se tensaba al punto de pararse en seco antes de volver a caminar torpemente. Bimba camino orgullosa y con la frente en alto— No quiero parecer vanidosa. Pero soy tan hermosa que hasta les gusto a los estudiantes. —se dijo ella misma en su subconsciente. Gracias a Turles su autoestima estaba por las nubes—

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