spank » luke hemmings

diez

Busqué a Luke en el estacionamiento de la escuela pero ya no estaba, seguramente necesitaba tiempo para estar solo.

Tomé el sucio autobús y bajé en la parada en frente de mi casa. Subí silenciosamente y me puse a escuchar música mientras hacia la tarea. A mitad del trabajo se me ocurrió ir con Luke, sabía que necesitaba su tiempo pero no podía dejar de pensar en él y en como se sentiría. Saqué la abollada camioneta de mi madre y conduje hasta la sucia construcción. Como lo había pensado el estaba en el sillón con la cabeza entre las rodillas, sollozando.

— ¿Luke? — toqué su espalda.

— ¿Que haces aquí? — dijo con la voz rasposa.

— Sólo venía a ver como estabas. — tomé lugar junto a él.

— ¿Como crees que estoy? — levantó su cabeza y frotó sus ojos.

No dije nada, sólo lo mire.

— ¿Por que terminaste con ella? — me atreví a preguntar.

Tardó unos segundos en responder.

— Por que no aguanté más. No la amo y nunca la amaré. El día en el que te traje aquí, a la noche fui a dar una vuelta y la encontré en un bar con Jimmy Tavs, traté dé perdonárselo como siempre pero no pude más. Además, me convirtió en una persona que nunca quise ser pero me negaba a aceptarlo, pero fue la gota que colmó el vaso.

No supe que contestarle, le sobé la espalda en un intento de reconfortarlo.

— ¿Puedes abrazarme? — me miró con esos ojos a los cuales nadie puede decir que no. Le sonreí y lo abracé.

— Te quiero Maddie. — se acurrucó contra mi.

— Yo también Luke — acaricié su hermoso pelo rubio. Él era similar a los gatos cuando tienen sueño y se refriegan contra ti, era muy tierno. Estuvimos unos minutos en silencio hasta que noté que se había quedado dormido encima mio por lo cual no tenía opción que acostarme en el viejo sofá pero no me importaba, cuando estaba con Luke nada importaba.