spank » luke hemmings

dieciséis

Habían pasado dos meses desde que Luke y yo habíamos comenzado a salir, estábamos en marzo de nuestro último año de preparatoria. Yo ya había decidido a cual universidad iba a ir, la Universidad de Sidney.

Estaba ordenando mi escritorio repleto de hojas y mi teléfono comenzó a sonar.

Lukey: estoy aburrido, ¿quieres que pase por ti? Tal vez nos divertiremos ;)

Maddie: bien, eres un pervertido, idiota ❤

No obtuve respuesta de su parte pero igualmente me arreglé. Me puse un par de jeans y una camiseta manga corta, oí la bocina fuera de la casa.

 —¡Mamá, saldré! — no esperé respuesta y me subí al asiento del copiloto.

—Hola bebé. — Luke depositó un beso en mi mejilla.

—Hola amor. — sonreí.

—¿A donde quieres ir? — preguntó saliendo de la calle.

—Vayamos a tu guarida. — dije colocando un CD como de costumbre.

—Bien.

El camino no fue tan largo ya que Luke hacia chistes malos que de hecho me hacían reír.

Bajamos del auto y entramos, había algo diferente.

—¿Cambiaste el sillón? — pregunté sentándome en él.

—No te gustaba el otro, de hecho era horrible. — rió — Este lo conseguí en una venta de garaje a un precio muy accesible. — se recostó en el.

—Luke no tenías que hacer esto por mi. — me recosté con el y le di un beso en la nariz.

—Lo que sea por mi novia.

Me acurruqué en su pecho y el comenzó a acariciar mi brazo, estaba nervioso.

—Luke, ¿que pasa? — me incorporé mirándolo a los ojos.

—Nada Madeleine, nada. — negó con la cabeza.

—No me mientas, dime que está sucediendo. — le acaricié el pelo.

—Bien. — resopló — ¡Me aceptaron en la Escuela de Música de Melbourne!* — gritó con emoción.

—Oh por dios Luke, ¡eso es genial! — grité con él — ¿Por que no querías decírmelo?

—Por miedo a tu reacción, pensé que lo tomarías mal. — entrelazó nuestros dedos.

— Por Dios Luke, eres muy talentoso y es tu sueño, no hay forma de que lo tome mal. Yo estudiaré aquí y tu allá pero ¿que más da? encontraremos alguna forma de vernos los fines de semana o algo así. — lo abracé.

— Gracias por apoyarme Maddie, ¿que estudiaras? — preguntó separándose de mi.

—Psicología.

—Serás una excelente psicóloga, siempre me ayudas en todo.

—No se que haría sin ti. — tomé su mano.

—Yo tampoco. — estuvimos en silencio admirando el techo hasta que él lo rompió con la frase más hermosa que alguien me haya dicho.

—Te amo Madeleine. — se volteó a verme, mis ojos se abrieron como platos, esperaba escuchar de todo menos eso.

—Te amo, te amo, te amo, esta bien si tu no lo haces pero quería que lo sepas, tu me haces feliz.

Lo amaba, por supuesto que lo amaba.

Lo atraje hacia mi y comencé a besarlo lenta pero apasionadamente.

—Yo también te amo.
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* no se si hay una escuela de música en melbourne pero ponele que si ahre