diecinueve

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—Tu primo no le dijo nada a tus padres, ¿cierto? — preguntó Luke por enésima vez.

—¿Cuantas veces tengo que decirte que no lo hizo? — pregunté frustrada.

—Hasta que me calme. — jugueteó con mis dedos.

—Bueno pero ahora tenemos que comprar la ropa para la graduación.

—No quiero usar un maldito traje. —bufó.

—¡Yo quiero usar vestido! — grité, hace mucho tiempo que no usaba uno.

—Entonces vayamos a comprar tu ropa primero.

—¡Si! — lo arrastré por el centro comercial hasta una boutique de vestidos.

—¿Tienes alguna idea de lo que quieres? — preguntó al otro lado de la tienda.

—Sinceramente no. — seguí buscando vestidos.

—Yo creo que te quedaría bien el lila. — se acercó a mi con un corto vestido de ese color.

—¿Tu crees? — lo tomé.

—Por supuesto que si, anda ve a probártelo. — me insistió.

—De acuerdo. — entré al probador y me despojé de los jeans y el suéter que traía puesto.

—¿Como me veo? — abrí la puerta del probador dejándome a la vista de luke.

—Oh dios mio, ¡te ves fantástica! — sacó su teléfono para tomarme una fotografía.

—¡No me tomes fotos! — me cubrí.

—Pero te ves preciosa. — se colocó junto a mi para tomar una selfie.

—Mentira. — lo eché del vestidor así podía cambiarme.

—Lo que tu digas. — me esperó afuera.

Salí del vestidor y fui hacia la caja registradora donde una señora de unos cuarenta años estaba encorvada llenando unas facturas. Luke tosió para llamar su atención.

—¿Qué necesitan? — preguntó no muy amable.

—Quiero llevar este vestido. — respondí de la misma manera que ella, fría y seca.

—Serán cien dólares. — respondió muy fastidiada.

—Cien qué. — mi mandíbula cayó al piso, sólo había traído cincuenta dólares.

—Yo te pago la mitad. — Luke inmediatamente sacó su billetera.

—¿Enserio?

—Si, luego veremos como me lo devuelves. — me guiñó un ojo y yo me sonrojé.

Pagué el atuendo y nos dirigimos a una tienda masculina.

—No quiero usar traje. — repitió.

—Entonces compremos una linda camisa y un par de jeans. — tomé una camisa roja.

—Eso me gusta más. — agarró la camisa.

Terminamos de comprar las cosas y nos dirigimos a un pequeño parque que quedaba de camino hacia mi casa.

—Ven, sentémonos aquí. — Luke se dirigió a una banca contra un paredón.
Permanecimos un rato en silencio, cada uno pensando en sus cosas hasta que caí en la realidad; quedaba un mes y algunos días para graduarnos, ya habíamos comenzado a preparar el gimnasio para la ceremonia y el comité del baile a comprar las decoraciones, estaba todo tan cerca.

— Luke. — lo saqué de su pequeño trance.

—¿Que pasa bebé? — tomó mi mano.

—Nos graduaremos. — solté una risa.

—Lo sé. — sonaba triste.

—¿Que sucede? mi bebé de ojos azules. — lo abracé.

—¿Qué pasará después? ¿lograré ser alguien? ¿seguiremos estando juntos? sabes Maddie, tengo tantas preguntas pero tan pocas respuestas. — me abrazó más fuerte.

— Luke, nadie sabe que pasará pero ya hablamos de esto; lo haremos funcionar. — me separé y lo miré a los ojos, esos ojos que demostraban que todo su amor era para mi.

—Esta bien. — sonrió débilmente —¿Quieres que te lleve a tu casa? — besó la comisura de mis labios.

—Si, vamos. — entrelacé nuestros dedos y comencé a caminar devuelta a mi hogar.


spank » luke hemmingsWhere stories live. Discover now