doce

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—¿Quieren hacer algo hoy por la noche? — preguntó James cuando salíamos de la escuela.

— ¡Si! — gritamos Jodie y yo al unísono.

—¿Puedo llevar a Luke? Hace mucho que no sale. — pregunté.

—Bien. — respondió James algo cortante.

—¡Luke date prisa! — estaba hace más de veinte minutos en el sofá esperando a que el se cambiara.

—¡Ya voy! — dijo bajando las escaleras abotonándose la camisa.

—¿A donde iremos? — preguntó sentándose junto a mi.

—A un club en el centro, Jodie me mandó la dirección por mensaje.

—Bien, andando.

El lugar no estaba lleno como era de esperarse pero había bastante gente lo cual me parecía excelente.

Luke y James se dirigieron a la barra a pedir unos tragos y nosotras nos quedamos sentadas en la mesa.

—Dime niña, ¿que te traes con Luke? — comenzó a codearme.

—Nada, ¿y tu con James? — la codee de regreso.

—Es James, es un asco como puedes preguntar eso. — rodó sus ojos de una manera extraña e incómoda.

Sonreí.

—Jodie leí tu diario.

—¡¿Que hiciste qué?! — gritó enojada.

—Te lo debía, tu leíste el mío cuando teníamos trece. Además fue hace algunos meses cuando olvidaste tu mochila en casa.— se sonrojó inmediatamente.

—No digas nada por favor. — suplicó.

—Tranquila, no hablaré. — ella sabía que podía confiar en mi.

—Gracias. — me abrazó.

Los chicos regresaron con dos botellas de cerveza para nosotras y dos para ellos.

Ambos hombres se miraron entre ellos y luego sonrieron.

—Mad, ¿quieres ir afuera conmigo? — preguntó Luke.

—Claro. — nos levantamos de la mesa y salimos del edificio.

—Quería dejarlos solos. — aclaró él, no le respondí. Fuimos hasta el auto de Luke y nos sentamos en el capó de este.

—¿Como estás? — preguntó.

—Bien.

—No me refiero a como estas ahora, si no como estás siempre.

—Bien, supongo.

—¿Estás enamorada de alguien? — preguntó tomando un sorbo de la botella.

—No, ¿y tú?

— Tal vez. — rió tontamente.

—¿Se puede saber quien es? — pregunté.

—No.

Nos quedamos mirando un rato las estrellas del oscuro cielo.

—Maddie. — me tocó el hombro.

—¿Si? — me volteé para verlo de frente.

—Nada. — se rió y yo rodé los ojos.

—Maddie. — otra vez.

—¿Que quieres Luke? — grite exasperada.

No dijo nada, tomó mi cara entre sus manos y me besó.


spank » luke hemmingsWhere stories live. Discover now