Capítulo 15

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Dormí horrible, no dejaba de darle vueltas a la cama entre-durmiendo, mis malditos pensamientos no me dejaron en paz.

Hoy fue la primera vez que le dije no al desayuno, sinceramente no estaba preparada para verla, pero algo en mi de alguna manera quería hacerlo, vi la hora 11:29AM.
Será mejor que me levante a darme una ducha, nuevamente en el espejo pude apreciar las marcas que me había hecho la bruja en mi cuello, "Otra vez vestido de cuello alto" pensé.

Fui hacia la habitación de Draco, cuando toque su puerta nadie contestó así que supuse que estaría abajo, iba a darme la vuelta pero siento una mano en mi hombro, me exalte pensando que era ella, cuando por fin me doy la vuelta para encarar a la persona que está atrás mío, puedo apreciar una cálida sonrisa, era Cissa.

-"Hola cariño ¿Cómo estás?"
-"Hola Cissa, estoy bien Gracias"
-"Me preocupe porque no bajaste a desayunar"
-"Si, bueno es que estaba bastante cansada"
-"Oh, linda tranquila ¿Ahora descansaste bien?"
-"Si, ahora estoy como nueva" si supiera que la causa de la ausencia al desayuno fue a causa de su propia hermana...

-"¿Y tú cómo estás Cissa?
-"Yo estoy bien cariño, gracias por preguntar, ¡Ah! Si buscas a Draco está ocupado practicando con mi hermana"
La mención de su hermana me removió un poco pero traté de ocultarlo, practicar dijo, seguro le está enseñando algunos hechizos u Oclumancia, tal vez debería aprenderlo así Bellatrix no volvería a invadir mi mente, solo qué hay un pequeño problema...ella es la que lo enseña.
-"Oh ok, lo buscaré cuando se desocupe entonces" nos saludamos y decidí emprender mi camino escaleras abajo.

Estaba recorriendo cuarto por cuarto y aquí no hay absolutamente nadie, estaba muy aburrida y no sabia que hacer para entretenerme, estaba cerca de la puerta de entrada por lo que escucho cómo está se abre dejando entrar a un hombre, trato de esconderme pensando qué tal vez era el tal señor oscuro del que tanto hablan, pero al parecer no era el ya que el elfo dice cuando lo recibe "Bienvenido Señor Dolohov"

Akila salió de su pequeño escondite para poder observar bien a aquel hombre, era alto, como de 1.85, cabello corto y obscuro, sus rasgos parecían duros y vestía un traje negro, este se sintió observado por lo que se dio vuelta y te miro extrañado
-"¿Quién eres tú?"
-"S-soy Akila, la hija de Carl" sabias que si solo le decías tu nombre no te reconocería, pero probablemente si le decías de quien eras hija si lo haría, y por lo visto así fue, tomo tu mano y le dio un beso

-"Es un placer conocerte, mi nombre es Antonin Dolohov"
-"El placer es mío" le dije con una sonrisa
-"Sabes, estoy esperando a Narcissa y a Lucius, pero al parecer no aparecen, ¿Sabes dónde pueden estar?"
-"Bueno...me crucé con Cissa hace como media hora, ¿Quieres que la vaya a buscar?" Pareció pensar su respuesta pero al final negó y dijo
-"No, esperaré, mientras tanto por qué no me acompañas con un poco de té hasta que lleguen"
-"Con gusto" le dije con una sonrisa

Aceptar tomar algo con un desconocido es algo sumamente peligroso, me criaron con la idea de no aceptar dulces de un extraño porque podría raptarme, pero también me dijeron que mentir está mal y me mintieron por 17 largos años así que a la mierda.

Nos sentamos en los cómodos sillones de la mansión, el me dedico una sonrisa curiosa así que preguntó
-"Así que linda ¿Qué se siente estar en este mundo?" Nunca me había puesto a pensar en ello, no sabía la respuesta pero aún así conteste lo primero que se me ocurrió.
-"Bueno...no está mal, aunque aún es todo muy nuevo para mi" No había mentido en lo más mínimo
-"Si, eso pensé, de una vida aburrida muggle a una con magia debe ser todo un cambio" al notar que su comentario no fue el mejor de todos rápidamente se disculpó
-"Oh, lo siento muchísimo, de verdad no fue mi intención ofenderte ni nada por el estilo"
-"No, esta bien tranquilo, aunque si, es un poco complejo, sobre todo porque hay conceptos que no entiendo"
-"Si necesitas ayuda estoy para ti, solo envíame una lechuza y te responderé para aclarar cualquier duda que te surja" dijo con una pequeña sonrisa
Carl me había hablado sobre las lechuzas, si quería enviarle una carta a alguien sólo tenía que decir a quien quería entregárselo y eso era todo, la persona recibiría la carta.
-"De verdad muchas gracias"

𝗉𝖾𝗋𝖽𝗂𝖽𝖺 𝖾𝗇 𝗍𝗎𝗌 𝗈𝗃𝗈𝗌 𝗆𝖺𝗋𝗋𝗈𝗇𝖾𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora