Capítulo 16

89 11 3
                                    

-"¿Vas a decírmelo?" Las risas cesaron y quedó un silencio sepulcral,Carl tomó una respiración profunda y pronto miró a su hija a los ojos

-"Aks yo...bueno, ¿Te acuerdas cuándo te dije que el señor oscuro había venido por una reunión?" Asintió
-"Bueno el...Dijo que quiere C-conocerte"
-"¿Conocerme?" Veía las ganas de llorar de Carl pero aun así prosiguió soltando la bomba
-"Quiere que te unas a nosotros" trague saliva ruidosamente, claramente sin saber qué hacer, que decir o cómo reaccionar
-"¿Q-qué? ¿C-cómo? No lo entiendo"
-"Linda yo..." pero antes de que pudiese decir más me levante y me excuse diciendo que no me sentía bien

Cuando estaba en el mundo Muggle y tenía un mal día recurría a escuchar música, leer y tomar café, ahora en este mundo a lo que recurro es a mirar el techo de mi habitación.
No sentía nada porque no sabía cómo sentirme, no sabía si esto era bueno o malo si estaba bien o si estaba mal, ademas entre tantos ¿Por qué a mi? Yo no... mi burbuja de pensamiento se rompió cuando alguien toca la puerta, era Carl.

Se sentó al borde de la cama mirando al suelo y ambos estábamos en silencio hasta que yo decidí romperlo

-"¿Por qué yo?, no tengo nada de especial"
-"Lo tienes"
-"¿Qué es lo que tengo? Dímelo" le dije mirándolo desesperada
-"Linda, tu eres una bruja muy poderosa y..." lo interrumpí riendo irónicamente
-"Eso no es cierto, yo no tengo magia como todos ustedes"
-"Akila, la tienes, Crees que no me di cuenta de eso"
-"¿De qué hablas?"
-"¿No lo notaste verdad? ¿Jamás te pasó algo extraño al enojarte?"
-"Claro que no yo..." ahí fue cuando todo se aclaró en tu mente, claro que si había pasado, la vez que te enojaste con lo que había pasado con Mark, las puertas se habían cerrado y la ventana se había roto sin explicación alguna, o con Bellatrix en la biblioteca cuando los libros estaban en otro sitio

-"¿Recuerdas cuándo te enteraste de quien eras tu?, que te desmayaste" asiente
-"Recuerdas que las tazas se rompían y las sillas salían volando" volvió a asentir
-"Bien, ¿Quién crees que fue?" Akila empezó a negar sin poder creerlo
-"No, no pude haber sido yo, yo no"
-"Pequeña, estuviste mucho tiempo sin usar tu magia y de alguna manera se tenía que manifestar"
-"P-pero yo...No puede ser, No, no puede ser"
-"Por eso el señor oscuro está interesado en ti, eres muy poderosa, ¿Recuerdas cuándo te conté la importancia de las varitas para los magos?" Asintió
-"Bien, tu no necesitas una para ciertas cosas, puedes hacer magia sin necesidad de una varita y eso es un don que muy pocos poseen y es impresionante, claro que tienes que practicar"
-"¿Pero cómo? ¿Cómo practicaré?"
-"De eso hablaremos cuando el señor oscuro nos invoque para una nueva reunión, veremos quien puede ayudarte con eso"
-"Esto...Esto es muy nuevo para mi...Necesito asimilarlo"
-"Lo entiendo pequeña, escucha, de verdad lo siento por no habértelo dicho antes, pero no encontraba el momento"
-"Esta bien"
Carl se levantó de la cama y le dio un beso en la frente a su hija, cuando se acercó a la puerta y tomó el pomo entre sus manos ella le dijo

-"¿Me puedes prometer algo?"
-"Claro" respondió el
-"No más secretos" el le sonrió y contestó
-"Lo prometo"
Y con eso se retiró.

Akila pasó dos días sin salir de su habitación tratando de asimilar la nueva información.
Tenía magia, tenía magia de verdad, era cierto lo que le dijo Carl, las veces que sus sentimientos desbordaban siempre algo extraño ocurría

(𝑅𝐸𝒞𝒰𝐸𝑅𝒟𝒪𝒮)

-"MAMIIIIIIII, EL COLUMPIO ESTÁ VACÍO" fue una pequeña Akila de tan solo cinco años corriendo hacia este, Patricia le sonreía pensando en lo cuánto que estaba creciendo su pequeña niña a la que tanto adoraba.

Ese día habían ido de compras, a comer y ahora tocaba el parque, para la niña era un día perfecto del que sin duda no olvidaría...Y así fue

Akila estaba muy feliz columpiándose sin parar cantando canciones que se sabía de memoria a todo pulmón, cuando de repente toda esa felicidad poco a poco va culminando cuando ve que Dina entraba al parque de la mano de sus padres.

𝗉𝖾𝗋𝖽𝗂𝖽𝖺 𝖾𝗇 𝗍𝗎𝗌 𝗈𝗃𝗈𝗌 𝗆𝖺𝗋𝗋𝗈𝗇𝖾𝗌Where stories live. Discover now