C26

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𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙪𝙣 𝙝𝙤𝙮, 𝙨𝙞𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨,
𝙝𝙖𝙮𝙖 𝙚𝙭𝙞𝙨𝙩𝙞𝙙𝙤 𝙪𝙣 𝙖𝙮𝙚𝙧.

Iban en el auto. Ya se había manejado por bastante tiempo, pero Taehyung no tenía ni idea cuanto. Aunque no quisiera, estaba nervioso. En el lugar habría mas mafiosos juntos de los que había visto en su vida. Lo que significaba que el lugar estaría rodeado de sus hombres, armas y muchas mentes malévolas. Lo peor es que él sabía que no tenía porque estarlo. Porque no había nada que le importara menos que convertirse en Harat, y si ese día fuese interrumpido por la mínima cosa, estaría muy agradecido con el universo y sus oportunidades. Al menos, de eso se intentaba convencer a si mismo.

— ¿Estás nervioso?— Jungkook estiró su mano y la colocó encima de la del omega, quien jugaba con ellas encima de sus muslos.

— ¿Por qué debería de estarlo?— exclamó. Pero Jungkook sabía que aunque lo intentara negar, él lo estaba.

— Exacto. No hay razones para estarlo.— le miró directo pero Taehyung no le devolvió la mirada.— Quédate a mi lado, siempre. Y no pasará nada malo. ¿Entiendes?

Tae asintió. Aunque no lo quiso ni lo iba aceptar, las palabras del alfa lo habían tranquilizado. Habían actuado como si el pudiera sentir sus feromonas. Jungkook mantuvo sus manos en la misma posición. Taehyung tampoco se preocupó en retirar la suya o empujar la del contrario. Hasta que estaban llegando al palacio, y Jungkook lo hizo por si solo.

Taehyung miró por la ventana del auto y pensó que ese lugar triplicaba el tamaño de la mansión. Era un palacio, evidentemente tenía que ser grande, aunque nunca se había preocupado en pensar en ese palacio, nunca dudo que así fuera. El palacio contaba con una muralla que albergaba torreones para mejorar defensa, y obviamente contaba con más hombres que la mansión. El palacio intentaba mantener el diseño original. Y en el jardín había un árbol de flor renaciente en su nacimiento, dibujado a cada lado del suelo. Ese era el lugar donde Jungkook debería vivir, y Taehyung lo recordó porque Mattia una vez se lo había contado. Ese era el lugar donde el alfa había nacido y crecido, y a él le intrigaba la razón por la cual el alfa había decidido abandonar ese lugar.

El auto se estacionó frente al palacio

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El auto se estacionó frente al palacio. No había mucha gente fuera, y no había ni una sola cámara. Era obvio que no la habría, si la mayoría de las personas en ese lugar estaban siendo buscados por el FBI o La Interpol. Inmediatamente el auto se detuvo, dos hombres se acercaron a cada lado, y abrieron las puertas. El alfa que abrió la puerta de Taehyung se quedó perpetrado por la belleza del omega y lo bien que estaba luciendo ese traje rojo, intentando descaradamente sentir su aroma, cosa que no pudo. Bajó la cabeza de inmediato cuando miró a Jungkook y se dio cuenta que que él ya lo estaba mirando.

— Por aquí por favor.— indicó uno de los hombres. Todos ya estaban adentro. Max y Mattia también, ya que habían llegado antes. Taehyung creyó que entraría y todos estarían disipados por todo el lugar, pero esto fue todo lo contrario. Después de caminar por varios pasillos, lleno de pinturas antiguas en las paredes, habían llegado a una entrada de dos puertas. Se sentía silencioso, lo cual era raro ya que se suponía que era fiesta. Cuando se abrieron las dos puertas se dio cuenta del porqué el silencio. Parecía que iba a casarse. Los invitados estaban a cada lado del salón, dejando un camino bastante espacioso por el cual se suponía tendrían que pasar él y Jungkook. Se quedó varios segundos parado sin hacer nada.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now