C37

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𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙛𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙢𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙪𝙢𝙖,
𝙮 𝙢𝙞𝙨 𝙘𝙚𝙣𝙞𝙯𝙖𝙨 𝙨𝙚 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙫𝙖𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙩𝙞𝙚𝙧𝙧𝙖.

Después de los acontecimientos sucedidos, la entrada al museo se había cancelado. Aunque los dos habían hablado, de alguna manera, se seguían sintiendo afligidos, Taehyung ya le había dicho que lo sentía de mil maneras diferentes, y Jungkook le había dicho que no era su culpa de mil maneras más. Para cuando ese día había empezado todo marchaba sobre ruedas de pétalos. El doctor había informado que Taehyung ya podía irse a casa, y que ya no necesitaría medicamentos, no tendría que regresar al hospital, a parte de algunas consultas para ver cómo marchaba el regreso de su lobo, pero nada grave, había llevado al castaño al museo porque sabía que disfrutaba de las cosas antiguas, y quería mostrarle de donde provenía la mafia, y todas las reliquias que habían sobrevivido durante tanto tiempo, bueno, también porque tenía una sorpresa para él, sorpresa que por supuesto había sido arruinada por completo.

Después de calmar un poco al omega y, de alguna forma intentar calmarse a sí mismo, habían decidido regresar a la mansión, pero en el camino, Taehyung se quedó dormido entre sus brazos, acurrucado en su cuello, y con una mano por encima de su estómago, y él lo vio tan sereno y calmado, que no quiso despertarlo, así que en lugar de ir a la mansión, dieron par de vueltas hasta llegar a una playa casi a las afueras de Milán, una playita tan hermosa que parecía mentira el hecho de que no fuera tan concurrida.

— ¿Está seguro de lo me está diciendo, Ahmed?— suena la voz metálica de Max al otro lado del teléfono, suena desconcertada.

Jungkook había dejado a Taehyung en el auto para que pudiera descansar todo lo que quisiera, mientras eso pasaba él estaba de pie frente al mar, pero sin prestarle mucha atención al mismo.

— ¿Qué quieres decir con "estas seguro"?— le interrogó— ¿Cuándo he dicho algo por decir, Maximus?

— Lo siento, Ahmed, es que la noticia me tomó por sorpresa, no me esperaba que tantos años de investigación se redujeran a esto. Aunque ahora todo cobra sentido, el asesino de las sombras, era literalmente eso, sombra.

— Maximus, escúchame, necesito que investigues esto a fondo, no dejes roca por levantar, necesito saber la veracidad de todo esto antes de accionar.

— De acuerdo. Ahora será más fácil ya que tenemos un hilo del cual tirar.

— Maximus...

— ¿Si?

— No quiero que involucres a nadie en esto ¿ok?, mientras menos personas sepan, mejor. Encárgate tú solo.

— Ahmed, si esto resulta ser verdad, ¿que pasara con Taehyung si el círculo se entera? 

No era algo en lo que no hubiese pensada antes, incluso cuando supo la verdadera razón por la que Taehyung había llegado a la mansión, pero su respuesta estaba más que clara. Miró directamente hacia el horizonte, donde el sol amenazaba con ocultarse, mientras sostenía el teléfono contra su oído. Max lo escuchó suspirar.

— Lo protegeré... yo... siempre lo protegeré— dijo sincero—, aunque tenga que poner mi vida por ello.

— Pero Ahmed, si intenta mantenerlo en el poder, eso ocasionaría una guerra.

— No dije que lo mantendría en el poder.

— Usted está dispuesto a...

— Sí— Jungkook interrumpió, miró hacia atrás donde a lo lejos se podía ver el coche donde estaba el castaño pero por la postura que tenía el mismo mientras dormía, no podía verlo, pero, podía sentirlo—, estoy dispuesto a dejarlo todo por él, nada de esto nunca importó, y reducirá su valor a cero, si él no está.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now