C29

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"𝙄𝙗𝙧𝙖𝙠"

Después de recibir éxtasis de placer durante la mayor parte de la noche, hasta quedar en la total inconsciencia, Taehyung no supo más de él hasta la mañana siguiente. Los recuerdos no fueron capaces de interrumpir su desenfrenada pasión. Ese día solo existieron ellos dos, nada ni nadie más. Solo ellos dos. Ni pasado, ni presente, ni futuro. Solo ellos dos atrapados en ese momento, sin tener ni el mínimo deseo de salir de ahí. Fingiendo que nada de lo que pasaba era real. Que no sentían esa sensación intensa al estar tan cerca del otro. Intentando ignorar ese sentimiento que nacía dentro de ellos. O tal vez, que ya estaba, pero que ignoraban.

Jungkook había dormido como nunca antes lo había hecho. Teniendo los últimos instantes de su sueño, en el que recordaba los momentos junto al castaño. Todas las posiciones en la que lo había colocado. Los gritos del omega. El delicioso y armonioso sonido de sus gemidos. Sus uñas clavándose en su piel. Su voz diciéndole que pare. Su cuerpo gritándole que no lo hiciera.

Se despertó, extrañado. Se dio cuenta que estaba abrazando a una almohada y no a el delicado y cálido cuerpo del omega. Se espantó. ¿Donde estaba Taehyung? ¿Había escapado? La verdad no sabía por cuánto tiempo había dormido. Y la vigilancia de aquella casa no era como la de la mansión. Podía haberlo hecho sin problema, ya que los hombres no estaban tan cerca como para verlo hacerlo o detenerlo si lo vieran. Se levantó de la cama con la duda en su mente. Ni siquiera notó que la ropa del omega aún seguía en el suelo de la habitación. Revisó cada parte de la casa pero Taehyung no estaba. Solo le quedaba una sola parte. La cocina.

Se dirigió allí, y redujo su paso al escuchar movimientos y sonidos contundentes en la misma. Llego sigilosamente. Totalmente calmado. Lo vio. Taehyung estaba de espaldas haciendo quien sabe que cosa.

— ¿Desde que hora estás despierto?— le preguntó recostado del marco de la puerta con su brazo. El omega se espantó y saltó girándose hacia él, y escondiendo algo detrás de su espalda.

— Unas dos horas— le respondió sospechosamente. Mientras intentaba que el alfa no se acercara.

— ¿Que haces?— preguntó curioso.

— Nada.— intentaba ocultar lo que estaba en su espalda a toda costa.— ¿Acabas de... despertar recién?

— Así es.— se acercaba, pero el omega lo quería evitar— ¿Que escondes ahí?

— Nada.— el Alfa frunció el ceño. Evidentemente el omega estaba ocultando algo.— No te acerques más, por favor.—

Jungkook no le hizo caso y avanzó hasta quedar frente a él— ¿Me lo dirás, o tengo que descubrirlo por mi propia cuenta?

— No lo hagas. Por favor, quédate ahí, no te acerques más.

Sus ruegos despertaron aún más su curiosidad. Que podía ser tan malo como para que el omega lo pidiera de esa manera. Sostuvo su brazo para prácticamente obligarlo a sacarlo. Taehyung tenía la mano hecha puño.

— Ábrela.— le ordenó cuando tuvo la mano de Taehyung al alcance de su vista.

— Por favor...— lo miró con esos ojos que causaban la ruina en su interior y le daban ganas de complacer al omega en todo. Pero esta vez no lo haría.

— Ábrela, Taehyung.— el castaño la abrió lentamente. De todo lo que alfa se podía esperar que el omega ocultara. Eso ni siquiera entraba a la lista. Era un pedazo de chocolate amargo, y dos pequeñitas hojas de menta. Estaban cortados en pequeños trozos como para provocar que los olores se unieran. El azabache dudo un poco, pero recordó que el día anterior le había dicho al omega cuál era su aroma. O sea que, el omega estaba intentando recrearlo.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now