C39

22.3K 2.5K 1K
                                    

𝘾𝙤𝙣𝙩𝙚𝙤 𝙧𝙚𝙜𝙧𝙚𝙨𝙞𝙫𝙤.

A Jungkook le había tomado casi cuarenta minutos explicar cada parte del plan, en que posición estaría cada quien, y cuál era su principal objetivo desde dicha posición. El plan no tenía demasiada profundidad pero era muy preciso, capaz de llegar a obtener lo que se estaba buscando. Un punto clave de todo el plan, era que todos llevarían antifaz, esto, para poder identificar sin problemas a que mafia pertenecía la persona. Sí, se sabía que ayudaba a la mafia de los rebeldes, pero ninguno de ellos se atrevería a entrar a dicha fiesta, así que tendría que haber una mafia aliada, que hiciera el trabajo desde dentro.

— Pero, ¿cómo sabremos cuál es nuestro objetivo si todos llevarán antifaz?— se atrevió a preguntar por primera vez Mattia.

— Eso será fácil, ¿por qué?, porque la invitación a cada mafia llevará los antifaces que deberán usar. Todos usarán los mismos, incluso los de la mafia Mitó, la única diferencia será la punta de los listones de dicho antifaz, el cual será de un color diferente para cada mafia— explicó Jungkook.

— ¿Entonces por qué no simplemente dejar los antifaces de lado, y dejar que muestren sus caras?— interrogó Max con un tono de obviedad.

— Porque queremos a un pez gordo, no a un simple pececillo, y uno de esos no se acercara con tanta facilidad si Taehyung puede hacer una identificación facial después.

— Ese un buen punto.

— Creo que todo a quedado claro, pueden retirarse, el plan empieza desde ya.

— Sí, Ahmed— Max y Mattia se marcharon después de reverencial.

Taehyung giró para irse también.

— ¿Taehyung, a donde vas?— le preguntó con duda— ¿No vas a almorzar conmigo?

— También tengo cosas que hacer, lo siento— le respondió sin mirarlo.

— Espera un momento...— le pidió, pero Taehyung no le hizo caso y siguió su camino.

El alfa intentó seguirlo, pero para cuando estaba en el pasillo el omega ya no estaba. Siguió caminando para ver si lo encontraba, pero nada. Siguió los rastros de su aroma, el cual lo guió hasta su habitación. Encontró a Taehyung sentado en la cama dándole la espalda a la puerta.

— Taehyung, ¿qué fue eso?, ¿por qué me dejaste la palabra en la boca?— se adentró a la habitación, pero para cuando el rostro del omega le fue visible, se dio cuenta de que estaba llorando.— ¿Taehyung?— se acercó. Miró las manos del omega las cuales acariciaban algo, observó con atención para tratar de identificar que era lo que tenía entre las manos, eran dos pequeñitos calcetines de bebe, color azul con bordados anaranjados, los cuales tenían una pequeña tarjeta color rosa atada a ellos, que tenía escrito una frase: "Serás el mejor padre del mundo". Ese había sido el regalo de Mattia.

— Cuando...— empezó decir sin apartar la mirada de los pequeños y coloridos calcetines— Cuando dijiste que le habías dicho al círculo, como trampa, que yo estaba en espera, no pude evitar sentir este vacío en el pecho, y en mi vientre. Por mi mente pasaron toda clase de escenarios, de mis hijos, de nuestros, hijos. Serias un grandioso padre, los amarías, los amaríamos tanto, yo... sé que no estamos en momento de poder tener hijos, por todo lo que está pasando con la mafia rebelde, pero no puedo evitarlo, mi lobo, me rasguña por dentro por la necesidad de tener a tus cachorros, y... no puedo negar que yo...

— Taehyung, desde el primer momento en que lo dije, no sabes las ganas que tenía que mis palabras fuesen verídicas, y que aquí— tocó su vientre—, llevarás a nuestros cachorros. Pero todo a su tiempo, no tienes que afligirte por eso, amore mio— lo rodeó con sus brazos, y lo atrajo hasta su pecho.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now