13.(CH) qué sorpresa es que él y tú sean...

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CEDRIC

XXXI

«¿Qué tal tu cita?»

«¿Fue con la persona que me contaste?»

«¿Cuándo la voy a conocer?»

«Espera, ¿ya la conozco?»

Esas fueron las preguntas que Malcolm le hizo al entrar a su habitación en el lapso de cinco minutos. Zacharias ni siquiera pretendía estar haciendo otra cosa que no fuese mirar la escena sin ningún tipo de reparo.

—Ni siquiera recuerdo que me saludaras cuando me fui, pero has oído todo —soltó Cedric con diversión, sentándose en su cama y quitándose los zapatos. Le lanzó una mirada traviesa a su mejor amigo al aclarar—: Estabas ocupado hablando con Mandy.

Lejos de ponerse tímido, le sonrió.

—Esa chica es increíble.

—¿Están juntos? —le preguntó Cedric, tratando de ocultar su sorpresa.

—Solo somos amigos.

—Por ahora. Siempre dices lo mismo.

Malcolm había salido con dos chicas de Ravenclaw antes durante un par de semanas. Habían pasado meses desde la última vez. Su modus operandi era conversar con ellas hasta el cansancio. Tam decía que las aburría tanto que por ello comenzaban a salir con él como algo más, pero Malcolm aseguraba que tenía una buena estrategia de conquista e intentaría enseñarles . Cedric no creía que fuese a funcionar si no eras un hablador empedernido como Malcolm y dudaba que fuera intencional de su parte. Le costaba admitirlo pero de hecho sí había aprendido una cosa o dos de él —ninguna para tales propósitos.

Lo conocía tan bien que cuando se sentó a su lado sabía que era para decirle algo por lo bajo:

—Pensé que sería Cho, pero ella estuvo con nosotros todo el tiempo.

Su confusión no debía de haber bastado porque Cedric tuvo la necesidad de preguntar por qué. Malcolm a veces podía hablar por horas y otras se quedaría en silencio y sería imposible sacarle una respuesta, como en esa ocasión cuando negó con la cabeza y lo dejó en soledad por el resto de la noche. La intriga que aquello le despertó se disipó hasta que se encontró acostado pensando en su encuentro con Harry.

La duda de qué le había ocurrido para llegar tarde y el malestar en su voz, como si hablar le hubiese sido difícil.

Sus lágrimas atrapadas en sus grandes ojos verdes.

Qué tan delgado y pequeño se sentía contra su cuerpo en un instante de fragilidad.

Cuánto habría querido hacer más por él que medio consolarlo inútilmente.

El corto abrazo y la rápida despedida se reproducían en su mente como más que recuerdos. Sensaciones que no podía describir le hacían moverse inquieto en su cama hasta que finalmente cayó rendido.

XXXII

Dos semanas después estaba en la biblioteca investigando para sus clases. Tam hablaba por lo bajo con Willow, su compañera de habitación. Hunter del equipo de Quidditch estaba a su lado, concentrado en la tarea de Pociones con la que Cedric se había ofrecido a ayudarle. Por lo general se reunían a estudiar en la sala común o en los jardines de Hogwarts cuando hacía buen clima, pero la necesidad de la búsqueda de material tenía la mitad de las sillas de la mesa vacías porque el resto de sus amigos estaban recorriendo las estanterías y a Cedric frente a una gran pila de libros que tal vez podrían servirle.

El chico de mis sueños -HEDRIC (1)Where stories live. Discover now