24.(CH) lo que importa

499 67 143
                                    

CEDRIC

LXVIII

—¿No hay secretos entonces?

Aquella pregunta que hizo con ligereza y gracia no ocultaba la culpa que sentía detrás. Harry le había confiado tantas cosas y él también quería hacerlo, pero lo único que tenía era acerca de sus sueños y, si antes pensó que podría sonar extraño, ahora que había estado a punto de decirle cuán lindos eran sus ojos, no podía hacerlo.

Estaba seguro de que parecería que significaba algo diferente.

Sabía que no estaba obligado a decírselo, en especial cuando la idea le ponía tan nervioso y habían pasado meses desde el último. Aun así se prometió a sí mismo que algún día lo haría.

—Quizás alguno que otro —reconoció Harry cuando se levantaron del suelo para volver al castillo—. Creo que me debes uno. Aunque no sé si cuenta cuando tengo una pista.

—¿Una pista?

—Draco me acusó de estar protegiéndote cuando se enteró que la sentencia no se realizó.

Pese a que Cedric había planeado llevarse esa escena a la tumba, le contó.

Le daba pena por tantos motivos diferentes:

1.No había servido de nada.

2.Tampoco fue agradable, por más que Draco hubiese dicho lo contrario.

3.Claramente había molestado a Harry por ello.

—Eso fue...

¿Tonto? ¿Arriesgado?

No había considerado la pequeña posibilidad de meterse en problemas.

—Osado y valiente —concluyó Harry y se puso en puntas de pie para colocar sus manos sobre los hombros de Cedric, apenas sacudiéndolo en su lugar de la emoción—. No puedo creer que hicieras eso.

—Yo tampoco. Lamento que no funcionara.

—Eres increíble.

Sí, definitivamente había valido la pena.

LXIX

—Alguien te está mirando como si quisiera comerte.

Toda amistad implicaba ciertas responsabilidades.

Avisar ese tipo de cosas era la tarea de Malcolm.

No pasaba tan a menudo.

—¿Te refieres como a un vampiro ? —bromeó Cedric, anticipando de quién se trataba.

Su mejor amigo negó con diversión e informó en voz baja:

—Más bien como si quisiera meterse en tus pantalones.

—¿Cómo sabrías eso? —le preguntó con genuina curiosidad.

Halló al chico de séptimo y debía admitir que sonaba creíble.

Y que no estaba seguro de cómo interpretar el hecho de que, al recordar la conversación que había tenido con Oliver semanas atrás, notaba un par de similitudes a partes de la que mantuvo con Harry hacia unos días.

LXX

Lo último que Cedric habría esperado era que cierto chico mayor se dirigiera directamente hacia él cuando sus ojos se encontraron por casualidad de camino a clase.

—Me pareció creer que me mirabas un par de veces.

Podía ser que algunas veces fueran intencionales.

El chico de mis sueños -HEDRIC (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora