~PERFECTAMENTE IMPERFECTOS~[EDITANDO]

•CAPÍTULO 2•

SÁBADO
MADRUGADA.

Estába afuera frente a la piscina bebiendo mojito,recostado en el sillón. Por alguna razón inexplicable sentía la necesidad de estar cerca de esa chica otra vez. Ni siquiera la conocía.No la había visto jamás,pero al tocar sus brazos para levantarla cuando tropezó con aquella roca,sentí algo realmente raro. Y ese perfume que llevaba me hacía desaparecer del planeta. Luego en el baile,el brillo que desprendía de ella y como sonreía. Algo fuera de este universo.

No me habia pasado eso ni con Yuliana. Mi ex novia. Estuvimos cinco malditos años juntos. Vivimos cosas maravillosas. Fue la mujer de mis sueños,pero no fui suficiente para ella al parecer,cuando me engañó con mi mejor amigo Ryan

Regresé de mis pensamientos cuando mi padre me llamó

---Ey Mateo ¿has visto a la cumpleañera?---- preguntó

---No viejo. No la he visto desde el baile---contesté mientras me dirigía hacia adentró algo preocupado.

---Sube arriba a ver si la encuentras. Su padre la esta buscando---dijo mi padre

¿En serio? ¿Tenia que ir a buscar a una niña que se desaparece. Tal vez a propósito? Mi parte fría me hizo decir aquellas palabras,pero sonreí cuando me di cuenta que tal vez la podría llegar a ver como Dios la trajo al mundo.

No sabía porque, pero una parte que desconocía completamente de mí,deseaba estar con esa chica.Por supuesto que si la mirabas bien era hermosa.

Cada parte de su cuerpo parecía tallado a mano,aún que igualmente me había frenado a mirar con más atención sólo su rostro. Esa sonrisa tan blanca parecía de revista,los ojos verdes entre turquesas resaltaban su piel morena.

Sin pensar más,asenti con la cabeza a mi padre,y subi arriba hasta su cuarto. Fue fácil encontrar su puerta por el cartel que colgaba afuera que decía "Vicki".

Golpeé dos veces. Se oían susurros,como si hablarán dos personas. Golpeo por tercera vez,y estába por bajarme,cuando escuché el chirrido de la puerta abriéndose.

Y allí estába. Esos ojos tan maravillosos se asomaron a la puerta. Miraron a un costado y luego al otro en dónde yo me encontraba de pie.

---Hola¿qué sucede?---pregunta con una voz que más infantil no podía sonar

---Tu padre y todos afuera te buscan---le dije fríamente tratando de que no se notará mis deseos incontenibles hacia ella.

---Oh,enseguida bajo. Gracias---respondió con esa sonrisa tan brillante y que sólo ella sabía hacer.

Sólo asenti y me dirigí escaleras abajo. Deseaba volver a orillas de la piscina,en el jardín y disfrutar de la noche. Pero mi padre me lo impidió.

----Matt debemos saludar---

Rodeé mis ojos y me senté en el sofá de la sala.

Vi bajar a Victoria y su amiga de las escaleras. El vestido azul noche que llevaba le quedaba ajustado al cuerpo y podía verse cada parte de sus perfectas curvas,y sus pechos resaltaban,por lo holgado que era en esa parte.

Como si de una novela se tratase,su pelo volaba y su rostro desprendía un brillo especial. La vi acercarse a cada invitado,saludando por su presencia. En cámara lenta a mi parecer,la vi caminando hacia a mí.

----Gracias por venir,MATT---- me saludó recalcando el diminutivo de mi nombre. Y se sentía bien en su voz. Como movía sus labios para pronunciar cada letra,y la forma que arrastraba las palabras hacían un sonido mágico. Mi nombre en su voz. Me gustaba como se oía.

Asenti sonriendo,y ella prosiguió su camino.

La noche había llegado. Deseaba volver a casa,pero mi padre debía  hablar sobre la empresa con Cristian,y quería que me quedase para que aprendiera más.

En dos años me recibiría de la universidad,y trabajaría en la empresa junto a ellos. Mi padre decía que quería dejarme su legado.

Amaba economía y finanzas,pero mi sueño profundo y escondido era la literatura. Deseaba ser escritor,pero mi padre quería que tuviera una carrera con buena salida laboral. A medida que pasó el tiempo,fui viendo,y me terminó agradando la carrera de economía y finanzas.

Luego de un gran rato allí con mis futuros jefes,comencé a aburrirme. Hablaban entre ellos,y cosas que no pertenecían de mi incumbencia. Decidí ir a la cocina por agua.

----¿Desean agua?--- ofrecí como punto de escapatoria.

----Por favor hijo--- respondió mi padre

-----¡Por supuesto! Gracias Matt--- contestó Cris.

Asenti y me dirigí por tres vasos de agua refrescante. Las noches de verano aquí en Georgia era sofocantes. Sólo faltaba unas semanas y volveríamos al otoño,pero aún así el último calor de verano se sentía intensamente.

Al entrar en la cocina,alguien más ya se encontraba allí;Vicki. La chica que mataría por satisfacer mi curiosidad,y su amiga. Estaban en la isla conversando y con manzanas en sus bocas.