•CAPÍTULO 13•

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Desperté en el hospital y vi un rostro,un rostro que por un momento creó una sonrisa en mí,inconscientemente

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Desperté en el hospital y vi un rostro,un rostro que por un momento creó una sonrisa en mí,inconscientemente.

Pregunté a Mateo qué por que estaba aquí otra vez,y lo que me comentó me hizo recordar lo que me había sucedido en su apartamento.

Esos pensamientos que trastocaban mi mente de forma desesperada y que no me dejaba controlarlos. Fueron tan inminentes que apenas me di cuenta de que en un punto no pensé más nada,sólo veía la oscuridad, pero una oscuridad blanca sin poder saber donde me encontraba.

Vi llegar a Mateo y me dijo algo sobre que me desmaye o algo así,no logré escucharlo bien por que recordé en lo que pensaba en su apartamento y de pronto quise estar sola. Estar sin él,reflexionar y saber que demonios sucedía conmigo y con ese chico que hacía temblar la tierra cuando lo tenía cerca.

Él asintió y se largo de la sala y al fin quedé sola. Comencé a pensar y ver que podía hacer para no sentir la mierda que sentía cuando tenía enfrente a aquel chico. Pero de repente escuché un ruido un: "Pipipi" de forma acelerada,miré a mi lado y la máquina conectada a mi cuerpo era lo que producía ese molesto sonido y otra vez...<Blanca oscuridad>

----¿Señorita?¿Señorita?----¿Se encuentra Bien?--- preguntó una mujer a mi lado que se veía borrosa

----¿Dónde estoy?----pregunté

----Soy Dhala,la enfermera. Te encuentras en el hospital. Dime,¿en qué pensabas?---

----Mira necesitas saber que no puedes pensar en nada que te creé ansiedad ¿de acuerdo?----prosiguió la enfermera

----A...Si...yo----titubié y viendo todo borroso a mi alrededor----¿Qué me ha ocurrido?----pregunté logrando formar una frase

----Escucha Vicki,necesitas calmarte,no puedes pensar en nada más,mas que en cosas que te haga feliz y sean positivas ¿Vale?----comentó la enfermera

---De acuerdo,pero...¿Por qué?¿qué tengo?----pregunté desconcertada

----La vez del robo,¿recuerdas?---asinti y esta continuó----bueno el cloroformo fue tan potente que creo una especie que no hemos decifrar aún,pero lo que sabemos es que cuando vives o piensas cosas negativas y que te llevan a la ansiedad,no lo desarrollas en ataques sino en una taquicardia que te lleva al desmayo¿comprendes?----

---¿Pero cómo?----no puedo ser feliz las 24hs del día. Mi vida no es fácil,tengo muchos momentos negativos y...---interrumpida por Dhala

---Entiendo,si. Pero no te preocupes,en cuanto salgas deberás ir a unas sesiones de tratamiento con un psicólogo que te ayudará a transitar esto. Cuando quieras llorar o estés pensando en cosas desagradables o que sientas que no puedes controlar,ve directo con el psicólogo que te otorgaremos ¿Si?---

Asenti y la enfermera hizo pasar a mi padre a la sala.

---¡Vicki!---dijo mi padre con alegría

---Hola padre---lo saludé

---¿Cómo estás hija?---

---Bien pa, tranquilo no fue nada----contesté intentando calmarlo

---¡Como que nada!! Es la segunda vez en el mes que caes en esta sala Victoria ¿¡Que te ocurre!?---comenzó a gritar este

---Señor por favor calmese,su hija debe estar tranquila---inquirió la enfermera

---De acuerdo,lo siento---dijo mi padre

---Bien los dejaré a solas,por favor que el ambiente sea tranquilo. No la altere---dijo Dhala y acto seguido desapareció por la puerta

Mi padre intentó autocontrolarse cosa en lo que no era bueno,para nada. Pero intentó lograrlo y comenzó a preguntarme sobre que me había pasado,que era lo que sucedió en el apartamento de Mateo,etc.

Por supuesto que traté de cambiar de tema o cuando respondía lo hacia con alguna mentirilla,no podía decirle que lo que me llevo a esto era por un pensamiento sobre Mateo,ni de broma,ni lo pensaba. Sabía como iba a reaccionar y lo último que necesitaba era las coñadas y alteración de mi padre.


Salí del hospital en la tarde del otro día y me dirigieron directo al psicólogo. Quedaba a una hora de mi casa,no muy lejos. Quise ir sola,pero mi padre tan estructurado quiso llamar a Mateo,cosa que no pensaba soportar otra vez y lo convencí para que contratase a otro chófer.


***

VIERNES.

Era viernes y debía ir al colegio. Desperté,hice mi rutina y bajé al garage para esperar a Bruno,el nuevo chofer,este era más joven debería tener alrededor de unos 30 y pico de años,lo que si es que era muy serio,demasiado diría yo.

Llegamos al Instituto y pasé todas las horas escolares distraída sin prestar atención a los profesores. Dos de ellos habían notado mi distracción y me regañaron para que regresase de donde sea que me encontraba y los escuché.

Al fin,el día escolar terminó. Bruno estaba con el coche estacionado frente al colegio,esperándome. Subi y al llegar tomé unas cosas para comer en mi habitación.

Odiaba no poder hundirme en mis pensamientos y aclarar mis cosas,pero era eso o que terminará fallando mi corazón de tantos desmayos y ahi si,adiós Victoria.

[...]

Se hicieron las 14:00PM y debía ir a voleibol. Preparé mis cosas y ahi estaba otra vez Bruno con su semblante serio y sin saber definir que le sucedía en la mente,cosa que me recordaba a alguien pero no quería traerlo a mis pensamientos ahora,así que esfumé aquella estupidez y subi al coche de Bruno.

Llegué y me encontré con Olivia,se había vuelto mi mejor compañía en voley. Era mayor que yo por lo que sólo la veía aquí,en el hobby. Ella ya estaba en la Universidad y hasta trabaja en la empresa de su padre.

Ganamos los dos partidos y celebramos alocadamente.

Mi tiempo libre se había ido acortando. Iba al colegio,en la tarde a voley y a la media tarde asistía a las sesiones con la Psicóloga Claudia Dhefnan. Esta era muy buena,sabía escuchar y tenía ese aire de "amiga" que te hacía confiar en ella desde el primer día.

Me las había pasado de lujo las sesiones con ella. Aveces hasta iba dos veces al día y desahogaba todos mis pensamientos con ella.

De Mateo no sabía nada,absolutamente NADA. Apenas me lo cruzaba en mi casa,muy muy de vez en cuando,cuando mi padre lo necesitaba en una urgencia de verdad. Pero ni señales de vida de él.

Por una parte agradecía eso,pero otra parte en mi lo necesitaba,lo quería conmigo,besándome,sintiendo su veroz lengua cruzarse con la mía,que me haga olvidar hasta de mi existencia con sus manos por mi cuerpo y...que me abrazace era todo lo que deseaba en estos días.

No podía vivir sin él,me había acostumbrado tanto a sus besos robados,su presencia,su piel,todo él se me había hecho una rutina tan bella que odié despegarme de ella.

Ahora sólo existía,sólo era un humano andante pero sin sentir nada,o si pero que el maldito cloroformo no me permitía.

Llegué a pensar en que podía aprovecharme de aquella situación y pensar en lo que no debía,así mantendría constantes desmayo hasta la falla de mi corazón y llegar al último día de mi vida. Total...esto era lo mismo o hasta peor que estar muerta.

~PERFECTAMENTE IMPERFECTOS~[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora