•CAPÍTULO 15•

33 7 3
                                    

DÍAS MÁS TARDE

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

DÍAS MÁS TARDE..

Estába ¡harta! Que digo...¡Saturada,asqueada,repleta,agobiada,hastiada, cansada y todos los  malditos sinónimos que la palabra pudiese contener!

Hacia dos semanas,mi vida había ido dentro de todo sobre ruedas.

Pero en estos últimos días mi relación con mi padre volvió a hacer como hace dos años atrás. No me dejaba salir ni para la psicóloga,ni a voley y hasta había puesto un aparato de seguimiento en el coche de Bruno,el chofer contratado.

Se había ido por las ramas,no lo soportaba más. Discutimos en reiteradas ocasiones y terminabamos aquello con un portazo de mi parte encerrandome en mi habitación.

Decía que aún no era lo suficientemente madura y responsable así tanto como consciente para andar sola por la calle.

¡¿Pero que le pasaba?! Dentro de 11 meses cumpliría los 18 años,la mayoría de edad y me iría de aquella casa. No iba a retenerme con sus idiotez. No más,no lo toleraba.

Por supuesto que comprendía que la calle era peligrosa,que había personas malas,imprudentes conduciendo alcoholizados y hasta drogados,y que podrían acabar con mi vida en un accidente.

Pero...No podría permanecer en una burbuja durante toda la eternidad. Debía salir y experimentar,cometer errores,riesgos y peligros. Por que así es la vida. Por que así es la maldita función que hace un ser humano normal.

Había tratado de calmarme cuando discutíamos con el enrevesado de mi padre para no causar la falla de mi corazón.

Había caído unas cuatro veces al hospital para que me inyectasen algún tipo de calmante o algo asi que me había hecho despertar de mis desmayos.

Mi padre decía que lo lamentaba y todas las coñas,pero no se preocupaba en el momento que me hacía irritar con las estupideces que decía.

Vale,era padre. Entiendo que les cuesta asimilar que sus hijos crecen y ya no andan detrás de ellos,pidiéndoles favores o ayuda. Pero por Dios Santo,una cosa era que le costase asimilar mi crecimiento y otra muy distinta era que me quiera meter bajo una burbuja con siete llaves bajo candado.

***

SÁBADO.

Era sábado por la media mañana. Cansada de bajar las escaleras y ver la cara de mi padre,decidí quedarme en mi cama.

Y pensar. Pensar y llorar.

Si,no debería,tenía que pensar cosas positivas y esas coñadas,pero no podía y tampoco podía ir cada dos por tres con Claudia la psico. También atendía a otros pacientes.

Así que seguí ahogandome en mis negativos pensamientos importandome una mierda mi corazón y toda la gilipolla esa.

Recordaba a Mateo. Lo añoraba,lo echaba mucho de menos.
Hacia semanas no lo veía aparecerse por acá y me disgustaba mucho.

Si,la última vez le había pedido que quería estar sola. Pero ya no,quería tenerlo conmigo de la forma que sea;amigos,amantes,nada o lo que fuese,pero quería sus besos imprevistos,sus caricias,su aroma,su calor y...escuchar su voz. Era todo lo que deseaba.

Recordé que había robado su número,de unos papeles en la oficina de mi padre. Y en ese momento casi sin pensar,marqué en mi celular el número de la tarjeta.

Pero razonando mientras esperaba que atendiesen,me arrepentí y colgué.

Guardé mi móvil bajo la almohada deseando que no devolviera la llamada...pero lo hizo claro,unas tres veces. En la tercera me dispuse a contestar,pero ya era tarde y había colgado.

[..]

Terminé por levantarme de mi cama y vestirme.

Bajé y tomé un zumo de naranja exprimida y me largué al parque disfrutando del sol matutino.

Me pasé la mañana allí,recostada recibiendo la energía del sol y dejar que este broncee mi piel para el verano.

El momento del almuerzo llegó y tuve que adentrarme y estar con la familia.

Fue un almuerzo como los últimos cinco que habíamos tenido;Silenciosos.

Apenas se escuchaba a Joel y Cintia,esta regañandolo por no querer comer y esas cosas de madres.

Terminamos el almuerzo y me dirigí al parque nuevamente. No quería permanecer dentro de esa casa,no veía la hora de cumplir la mayoría de edad.

Me dispuse a leer un libro que había dejado olvidado hacia tiempo.
Luego me di el chapuzón en la piscina y seguí apreciando el atardecer que se acercaba.



No quise cenar así que me disculpé y subi a mi cuarto.

---Victoria abre la puerta----decía mi padre----¿Por qué no quieres cenar?---

---no me siento bien papá. Déjame sola por favor---contesté

---¿ocurre algo?---

《¡¿Era en serio?! ¿tenía falta de memoria o qué ese hombre?》

Abrí la puerta con la furia tangible...

---¿Te recuerdo la última frase que me has dicho hace dos días?---dije enfurecida----bueno eso es lo que ocurre---finalicé cerrando nuevamente mi puerta

Mi padre no volvió a molestarme y se marchó abajo.

Tu madre. Ja..tu madre es una mierda Victoria ¿porque la defiendes?no recuerda lo que te hizo. A ella recriminale lo que te sucede,no a mi. Yo te he salvado de ese infierno

Fue una de las tantas frases que me hizo desmoronarme. Si bien mi padre tenía razón,si la tenía. Pero yo amaba a mi madre,la amo. Es la mujer que me trajo al mundo al fin y al cabo ¿no?

Con lágrimas cayendo por mis mejillas y extrañando a mi amiga cómo  nunca en la vida,caí en un sueño profundo como hace tanto no lo hacía.

Un sueño en donde pasaba la adolecencia junto a mi madre,en donde lo que había pasado no pasó y lo que ella había hecho no había ocurrido

Le contaba a mi madre sobre mi primer romance adolecente,mi primer beso y la primera vez de mi regla,entre otras cosas.

Pero entonces algo apareció en el sueño o ¿pesadilla? Que mantenía...

Un hombre,un hombre alto,fuerte y con cara seria se llevaba a mi madre lastimada y me tocaba,haciéndome daño. Mi madre sólo vió como me hacía daño sin hacer nada.

Así desperté,no tenía idea de la hora pero sólo sentía como latía enloquecido mi corazón(y no por amor). Y volvía  a derrumbarme en la cama,pero sin ser conciente...

~PERFECTAMENTE IMPERFECTOS~[EDITANDO]Where stories live. Discover now