•CAPÍTULO 46•

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VICTORIA.

11 DE DICIEMBRE.

Dos semanas. Solo catorce días y estaríamos en navidad. Había rendido todo los exámenes y estaba al día. Solo quedaba un último para cerrar el semestre,que se entregaría la semana siguiente.

Estaba saliendo de mi nuevo departamento. Si,mi padre se ha encaprichado en pagarme el alquiler y la idea era genial. No podía negarme.

Me dirigí a mi nuevo coche;era un Porsche Cayenne,azul príncipe,mi color favorito. Claramente fue con ayuda de mi padre y también con algunos ahorros míos que solía guardar.

Estaba en el asiento del conductor y tomé el volante. Se sentía raro,aún que ya lo había conducido cientos de veces,esta vez era distinto. Mi destino era hacía la mansión. Papá y Cintia me invitaron a pasar las navidades con ellos,pero lo distinto era la fecha. El 25 de diciembre no sólo eran las navidades,era su cumpleaños. El cumpleaños de él.

Se suponía que justo ahora estaríamos tomando un vuelo rumbo a Venecia y allí lo celebrariamos juntos. Y hubiéramos sido felices,con besos y abrazos. O tan solo sus pequeños roces que hacían electricidad por todo mi cuerpo,seríamos... Sólo seríamos suposiciones,por que nada de eso ocurriría.

Maldición,por qué lo pienso.

Debía mantenerme firme. Yo no planeé esto. No fui yo la culpable,y no debía sentirme como tal tampoco.

Giré las llaves para encender el coche y conduci hasta mi destino. La ruta estaba colapsada del tráfico. Alrededor todo era blanco gracias a la nieve.

Un bello copo de nieve cayó en el cristal de mi parabrisas y luego se esfumó. Así de repente. Así de la nada. Como si jamás hubiese existido. Creo que así suceden con las personas. Nos topamos con ciertos humanos,aprendemos de ellos,de lo bueno y de lo malo. Experimentamos nuevas ideas y culturas. Nos enseñan algo,para bien o para mal. Y al final...al terminar su misión,simplemente se esfuman. Vuelan en el aire,y el viento se las lleva. Así nada más.

Mis pensamientos también se esfumaron cuando oí las bocinas. Entonces todo se volvió negro..otra vez.

[...]

Aquí vamos. Nuevamente en un puto hospital. Detestaba esto. Una enfermera se encontraba a mi lado inyectandome suero,o algo así.

----¿Dónde estoy?--- pregunté

----Buenas tardes señorita. Se encuentra en el hospital Whelester,a 10km de Atlanta----respondió la chica---¿Se siente mejor?--- preguntó

Asentí con una leve sonrisa y al mover mi mano izquierda un gemido salió de mi boca. Me dolía,mucho.

----Tranquila Vicki,no traté de mover esa mano ¿si?---- Sufrió un accidente de tránsito y tiene su muñeca izquierda y tobillo derecho lesionado. Pero no se preocupe,con reposo se pondrá bien----

Asentí algo inquieta y la enfermera parecía estar igual. Sentía que deseaba comentar algo más y no se animaba. Entonces inicié yo.

---¿Sólo eso?---

----Bueno,en realidad...hay algo más y es muy urgente. Tiene sangre derramada dentro de su estómago y necesitamos que firme la autorización para la cirugía. Sabemos que es mayor de edad,pero estaba en estado inconsciente y no podíamos...

----¿Cirugía? ¿Sangre derramada?---- interrumpí

Es que no era posible. No..no podía ser cierto. Detestaba las cirugías desde niña. Jamás entré a un quirofano. Tenía hemorragia interna. Me desangraba por dentro.

~PERFECTAMENTE IMPERFECTOS~[EDITANDO]Where stories live. Discover now