~PERFECTAMENTE IMPERFECTOS~[EDITANDO]

•CAPÍTULO 6•

Vicki se había vuelto un reto imposible,odiaba la forma en que me sentía con sólo verla,esos ojos tan claros de un color indefinido que no te dicen nada,sólo la ves y te idiotizas. Sólo así y ya.

Desde la vez del hospital intenté alejarme de ella para que no suceda lo que menos quisiera en estos momentos de mi vida,pero su padre parecía mi contra como si quisiese que nos veamos o no lo se.

Me llamaba cada día diciéndome que me necesitaba por que debia atender urgencias en su empresa,que ordenara los papeles en las carpetas y demás. Claro tuve que aceptar, debía introducirme más en el tema,pues en tres años ya me recibía y debía ejercer con experiencia.

Hoy sábado me volvió a llamar por lo mismo de siempre,hasta se me había hecho rutina. Me llamó por teléfono a las 07:00 Am,apenas podía abrir mis ojos. Era un sábado a las 07:00 Am!!
Pero no podía rechazarle.

Sin desayunar conduci hasta su casa,llegué y me tiró montañas de papeles por la cabeza,apenas pude entenderle sobre como debía ordenarlos.

Se fue rápidamente y por supuesto,primero comencé por mi desayuno y poniendome al corriente con mis tareas de la Universidad. No tardaría mucho,cuándo llegará nuevamente,trendia todo listo.

Dos horas más tardes Vicki apareció,recién despierta pero aún así lucia tan perfecta. Traté de disimular los lugares adonde se dirigían mis ojos,algo en lo que no tuve éxito.

Regresé de ver la pintura más preciosa del mundo,obligándome a mirar mi pc y concentrarme mientras le deseaba los buenos días.

[...]

Terminó su café y parecía dirigirse hacia la lavavajillas para depositar allí su taza,cuando una parte realmente extraña e irreconocible de mi soltó algo de entre mis labios sin siquiera esperar a que mi cerebro lo analice,sólo salió asi fugaz como un meteorito.

---Es muy corto ese short que llevas---

No se que coño había pasado por mi mente en ese instante pero quería que la tierra me tragase.

Yo no era así. Jamás lo fui;Cuando andábamos con Yuliana ella era libre de usar la prenda que quisiese. Desde siempre había sabido que los celos eran malos y más con imponer lo que debe llevar puesto una mujer y lo que no. Me habían educado muy bien en ese aspecto y lo agradecía. Pero no había logrado entender que le sucedía a mí cerebro tan gilipollas.

Agradecí de que no hubise contestado nada respecto a mi repentina y ¿tóxica? Oración. Sabía perfectamente que discutiriamos si respondía a tal cosa.