Prólogo

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Malena corría apurada, entrando y saliendo de todas las habitaciones de la casa de sus padres, sintiendo que se olvidaba algo. Nerviosa porque sabía que ahora no sería tan fácil como ir a lo de sus padres cuando algo le faltaba, y ansiosa por llegar a un club como el Chelsea y conocer a sus compañeras.

En su cabeza todo pasaba como flashes, recuerdos alegres, cada gol con river, partidos en el monumental, todo volaba por su mente. Todavía no caía en la idea de que se estaba por ir a uno de los mejores clubes del mundo. Londres sonaba bien para ella, creía que era un gran destino para que sus capacidades sigan incrementando y así poder llegar a cumplir su sueño. Vestir los colores de su selección.

La cifra de sus pase había sido alta, 350.000 euros. Eso era lo que Malena le había costado al club azul. A ella le resultaba exorbitante, e incluso le costaba pensar que ella tenía un precio. Ese precio que fijaron en el club de Nuñez y había sido pagado.

Le encantaba está nueva oportunidad, era un sueño hecho realidad, de solo pensar que iba a compartir equipo con una de sus ídolas, Samantha Kerr, podía saltar de la emoción. Estaba muy expectante, aunque también sabía que tenía que dar lo mejor de si para ganarse un lugar. Iba a jugar la champions, enfrentarse a las mejores, y jugaría una liga de altísimo nivel. La delantera no encontraba nada más emocionante.

En la semana se había hablado en redes sociales de su traspaso, la gente de Argentina estaban a la espera, consideraban a Malena la joya argentina, un diamante en bruto a pulir, que podría darle relevancia a Argentina en el fútbol femenino. Y ella, cargaba con eso. Y daba todo de si misma para cumplir las expectativas de todos, quería más que nada tener su oportunidad con la camiseta albiceleste.

Presa de sus pensamientos, chequeo de nuevo su maleta, y se acercó al living de su casa, dónde su madre la miraba con una sonrisa cargada de orgullo.

-Male, mi amor, espero que no te estés olvidando nada. Aunque si lo haces, apenas podamos ir te vamos a ir a ver- Su mamá le señalo la puerta- Todavia no puedo creer que te vas, vas a convertirte en una de las mejores jugadoras del mundo, sos un orgullo para todos nosotros- Malena sonrió con tristeza, sus padres siempre la habían apoyado, le dolía saber que iba a tener que despedirse de ellos.

Se acercó a su madre y la abrazo, escuchando como sonaba una bocina afuera.
Su mamá se separó del abrazo y le dió un beso en la cabeza, a Malena se le escapó una lágrima traicionera. Afuera la esperaba su mejor amiga, Martina. La acompañaría las primeras semanas de adaptación hasta que sea tiempo de volver a Argentina y que su amiga tenga que volver a entrenar con el club que amaba, river.

Malena, sonrió de nuevo con tristeza y agarro sus cosas, abrió la puerta y se dirigió a su mamá.
-Bueno, creo que tengo todo. Te prometo que cuando marque un gol se los voy a dedicar, les voy a dedicar todos, y voy a hablar con ustedes todos los días. Los amo-Le dió un último abrazo a su madre y se subió a la Suran de Martina.

La castaña la miro con una sonrisa.
-Hola linda,lista para tu nueva aventura?- Martina arranco el auto y Malena sonrió.
Era muy importante contar con su mejor amiga, era un pilar clave en su vida, amaba a esa chica, era como una hermana para ella.
-Si, más que lista, a devorar en el chelsea- Dijo soltando una risa alegre y concentrándose en el camino.

Tras un tiempo de viaje llegaron al aeropuerto y buscaron la puerta de embarque. Malena trataba de aprender los nombres de sus futuras compañeras, para llegar con una ventaja, y Martina miraba a su amiga con una sonrisa.
-Si sabes que está lleno de chicas lindas y que cuando vos llegues se te van a tirar encima, no?- Malena abrio sus ojos en grande y le pegó en la pierna a su mejor amiga.
-Ay Mar, mira en lo que estas pensando- La castaña se rió con alegría-Igual tenés razón, pero ahora no estoy enfocada en eso, solo quiero llegar y dedicarme a mi fútbol, después lo de las chicas lindas se vera-Dejo su celular en su bolsillo y enfocó su mirada en la jugadora millonaria.
-Y si viene Alexia Putellas? Le vas a decir a la reina que espere?- Malena negó.
-Bueno, hay excepciones, quien en su sano juicio a Alexia. Es el amor de mi vida.- Martina carcajeo.
-Entonces el amor en todo caso no pasaría a ser algo poco importante. Va a ser divertido.
Si jugas contra el barça, pásale mi Instagram a Keira Walsh, por si acaso nomás- La castaña le guiño el ojo a la morocha que solo hizo un gesto de afirmación.

Después de un rato en silencio, por los parlantes del aeropuerto se escuchó que ya se podía abordar el vuelo sin escalas a Londres. Malena tomo sus cosas y le ofreció a su mejor amiga su mano, dispuesta a correr. A lo lejos vio su puerta, y como la gente las observaba con curiosidad mientras corrían. Probablemente algunas personas las habían reconocido. Pero a ellas poco les importo. Con rapidez entraron a su puerta y se subieron al avión buscando su asiento.
Una chica las reconoció y les pidió una foto, ellas aceptaron y con alegría la chica le deseo suerte a la recienge compra del Chelsea antes de despedirse.

Malena, observó por la ventana como el avión empezaba a subir. Entrelazó su mano con la de su mejor amiga, y está se acercó a darle un inocente beso en el cachete. El avión despego, y así comenzó el camino de la joven argentina, que prometia dominar el fútbol inglés.








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London girl./ Leah Williamson Where stories live. Discover now