13. Capítulo 12.

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Hi~ Como era de esperarse, sip, me quemo un poco toda la situación y eso me llevo a cuestionarme muchisimo el rumbo de la trama o si tenía sentido terminarla pero por inseguridades propias acerca de qué tan buena o verosimil finalmente era, luego de una larga reflexión concluí que es medio mala, pero tengo ganas de terminarla, pero estoy con un bloqueo por lo mismo, así que veremos de acá a fin de mes no más qué onda.

Hi~ Como era de esperarse, sip, me quemo un poco toda la situación y eso me llevo a cuestionarme muchisimo el rumbo de la trama o si tenía sentido terminarla pero por inseguridades propias acerca de qué tan buena o verosimil finalmente era, luego ...

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Ash ama las sonrisas de Eiji.

Sí.

Si bien le llevó tiempo darse cuenta de dicha conclusión, una mañana solo despertó y lo primero que pensó fue: "realmente no podría vivir sin su sonrisa". Por supuesto, empujó esa ansia a lo más hondo de su mente puesto que se sentía incorrecto, como si estuviera deseando algo que no debería desear o como si estuviera viendo con ojos sucios a Eiji. Su amigo. Ash es afortunado de ser considerado un amigo, no debe tentar lo caprichoso que puede ser el destino, ya conocía las consecuencias, ellos no iban a funcionar. Así que trató de ignorarlas. De no verlas. De taparlas con un dedo. De mentirse tras decirse que sus sonrisas eran iguales a todas las demás.

No.

Las sonrisas de Eiji siempre fueron únicas.

Son sonrisas de el-tipo-que-gobierna-una-pandilla-le-tiene-miedo-a-una-calabaza, sonrisas tiritonas al otro lado del cuarto, malvadas al prepararle natto, mierdosas al forzarlo a usar estampados de ese pajarraco feo (se los pone en la espalda, ahora lo sabe) sonrisas de gimoteos cuando lo amenaza con leerle a Hemingway aunque lo escucha de todas maneras, sonrisas deslumbrantes que hacen que el corazón le duela y le corten el aliento, que frenan el mundo, detienen el tiempo y revierten el destino tan cruel, que resignifican fotografías. Cada una es distinta a la otra. Son similares sin duda. Pero Ash ha aprendido a leerlas así como Eiji ha aprendido el idioma de los linces siendo un conejo, curioso si anticipa que un lince y un conejo no funcionarán, y sobre todo considerando que su sonrisa favorita...

Confío en ti, Ash.

Te seguiré a dónde sea.

Es esa que Eiji solo le regala a él. Deslumbrante. Bonita. Dulce. Amorosa.

Y quizás por eso le duela tanto verlo sonreírle así a alguien más.

No tiene derecho y aun así...

Bro, te ves enfermo. —Aun así Eiji no ha dejado de bailar y reír para alguien más, tendría que soltar estos sentimientos—. Si tanto quieres ir con él ¿por qué no solo lo sacas?

—Porque Eiji tiene derecho a bailar con quien quiera.

—Ajá.

—Es cierto.

—Ash... —Shorter lo llama bajo las luces fosforescentes de la fiesta, el olor del alcohol entremezclado al humo de la marihuana hace que se le quemen los pulmones—. Te ves tan herido mirándolo en los brazos de alguien más ¿realmente vas a poder entregárselo a un candidato?

Dandelions [Agosto de MPreg]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz