19. Capítulo 18.

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Hi~ Les subo el capítulo tempranito porque en el centro donde trabajo se corto la luz~ y sin luz no se pueden atender a los pacientes, so, toco mandarlos a la casita y yo aprovecho mientras las cosas se ordenan, si tengo que advertir algo es que basicamente hay mucho contenido adulto así que ojito si se sienten comodos para leerlo.

Mil gracias por el apoyo.

Ash entierra sus manos en el cabello de Eiji, no es brusco, se contiene a pesar de esa urgencia visceral que lo atañe para explorar cada rincón de su compañero, lo trata con dulzura y gentileza deslizándose entre los mechones esponjados y entintad...

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Ash entierra sus manos en el cabello de Eiji, no es brusco, se contiene a pesar de esa urgencia visceral que lo atañe para explorar cada rincón de su compañero, lo trata con dulzura y gentileza deslizándose entre los mechones esponjados y entintados mientras sus labios se devoran en medio del pasillo, no han llegado a casa, aunque el club no estaba tan lejos tuvieron que ir a un motel y mierda, en realidad está pasando, está besuqueándose con Eiji, está tocándolo, arruinó su amistad, cruzó la línea que no debería haber cruzado y ambos saben que no hay vuelta atrás.

Esto está mal, se dice a sí mismo.

Celoso de mierda.

Sin embargo, las palmas de Eiji deslizándose por su cuello como si fueran seda, enmarcando su rostro para exigirle que lo bese con mayor profundidad son un deleite mortífero, Ash no sabe si siempre se sintió tan lindo besar a alguien más, Dios sabe que ha hecho esto y visitado estas piezas muchas más veces de las que se enorgullece, no obstante con sus otros acompañantes se apagaba, dejaba que le hicieran lo que querían y hacía lo que ellos esperaban que hiciera, nunca siendo él mismo, daba igual porque ellos tampoco querían a Ash, querían el papel que Ash sabía interpretar, por eso se esforzaba en que se acabara lo más pronto posible entrando en un estado de supervivencia...con Eiji es distinto.

Besar a Eiji se siente como si estuviera besando por primera vez.

Caliente. Urgente. Torpe. Dulce. Bonito. Inocente. Sexy.

Especial.

Sí, hacer esto con Eiji es especial.

Desea aferrarse a este sentimiento lo que más pueda y grabarlo con sangre en su corazón, no mitigan la intensidad de los besos, al contrario, la temperatura sube hasta que Ash a tropezones ciegos puede abrir la puerta de la habitación, intenta retroceder para tomar aire o decir algo, ¿estás seguro?, ¿esto es lo que realmente quieres? Más, los labios de Eiji persiguen los suyos, es todo, si ha de respirar que sea el aire en la boca de Eiji y si ha de decir algo que sea un jadeo amortiguado por su lengua así que arremete con aún más intensidad en las caricias sacándole un suspiro placentero al nipón. Joder. Ash nunca lo había escuchado usar esa clase de voz y ahora quiere escucharla mucho más. Necesita más.

Lo quiere absolutamente todo de Eiji.

Abandona su boca tironeándole el labio inferior, haciéndolo jadear su nombre, temblar en sus brazos y suplicarle por más. Ash sonríe como un depredador hambriento. Desliza sus labios por el cuello de su compañero con suma lentitud, parte con roces superficiales hundiendo levemente su nariz debajo de su mentón bronceado y aspirando aquel aroma que lo trae loco. No era el perfume, ni el shampoo ni el suavizante de ropa. Eiji. Es la esencia de Eiji. Siempre lo ha sido. Así que aspira con descaro antes de besar con hambre sus zonas erógenas, provocando que estire la nuca para atrás, lame observando cómo los vellos se erizan y la piel se le pone de gallina. Muerde. Besa. Marca. Llega a su manzana de Adán y la succiona. Eiji gime su nombre.

Dandelions [Agosto de MPreg]Where stories live. Discover now