CAPÍTULO 18

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¡Hola hola gente bella! ¡Les traigo dos capítulos para que disfruten de un poquito de acción!
¡Agárrense las bragas!
Muchísimas gracias por leer.
Me ayudarían mucho votando, comentando y compartiendo la historia si es de su agrado.
¡Disfruten!

Summer

Nos quedamos en silencio durante unos instantes en cuanto volvemos al coche. Observo a Chase.

Tiene el ceño fruncido, como si estuviera muy concentrado atando cabos dentro de su cabeza. 

—¿Qué ocurre?

—Nada —se vuelve a mirarme—. ¿Tú le crees?

—¿Tú no?

—No es eso… es que hay algo raro en todo esto. Si Rick hubiese tenido algo que ver con lo que le ocurrió a nuestros padres, no creo que nos hayan pedido que descubramos la verdad. Sería muy evidente. No estoy diciendo que Jeremy nos esté mintiendo, solo creo que habla por hablar. No sé si pueda decirnos algo que nos sirva. 

Lo pienso durante un segundo. Lo que dice tiene lógica a decir verdad. En realidad creo que la pregunta más importante es: ¿de quién querrían nuestros padres que nos vengaramos? Si se tomaron el tiempo y la molestia de dejarnos a cargo tomar justicia por mano propia tiene que tener un sentido mucho más profundo. Hay algo más detrás de todo esto.

—Quizás tengas razón. Quizás debamos intentar con otra cosa. 

Chase suspira y se pasa la mano por el cabello.

—Tengo que hablar con mi hermano. 

—Puedo hacerlo yo —me apresuro. 

—No, ya debería haberlo hecho en lugar de dejar que Dexter lo haga. No puedo seguir atrasandolo. A pesar de todo lo que ocurrió, sigue siendo mi hermano. 

Sigo sin saber qué fue lo que ocurrió entre ellos. Me gustaría que Chase me lo contara. 

—Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad? —susurro evitando su mirada. 

—Te lo contaré cuando este listo. Te lo prometo. Solo que… ahora no puedo… es demasiado.

—Lo entiendo. 

Se vuelve a mirarme en el semáforo en rojo. Me quita el cabello del hombro y me acomoda el mechón de pelo detrás de la oreja, haciendo que una corriente eléctrica me azote el cuerpo de pies a cabeza. 

—Eres jodidamente increíble, Summer.

Me quedo en blanco, con la boca entreabierta. 

No te emociones. No te emociones. No te emociones. 

Se acerca y deja un beso en mi boca que me deja la mente en blanco. 

Joder.

…y ya te emocionaste. Que vergüenza por Dios.

¡Qué no! 

Claaarooo. Por eso te lo quedas mirando como si estuvieras hipnotizada. 

¡Callate conciencia estúpida! 

Ummm a alguien no le gusta que le digan sus verdades eh.

—¿Entonces por qué no confías en mí? 

—Cariño, ¿cómo puedes pensar eso? Justo ahora confío más en ti que en mí mismo. Lamento hacerte sentir de esa manera, pero te prometo que no es por ti. Es que… es algo que me cuesta muchísimo hablar y necesito encontrar el momento.

End game [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora