CAPÍTULO 28

766 57 0
                                    

Chiquillos... estamos oficialmente entrando a la recta final del libro... estoy demasiado emocionada y agradecida con ustedes. No tienen idea de la alegría que me entra en el cuerpo cuando veo que votan, leen y comentan. Me hace demasiado feliz que lo estén disfrutando, de verdad. Les agradezco desde los más profundo de mi corazón que elijan gastar parte de su tiempo en leer algo que escribo con tanta pasión. 

Gracias.

Bueno, me seco las lagrimas y salimos del drama... o no tanto jejeje... debo advertirles que el capítulo está bien sensiplón... no me sorprendería si se les caen algunas lagrimas por ahí. 

Espero que lo disfruten.

Nos vemos a la próxima, pequeños demonios. 

Zoe P.

......................

Chase

Sonrío mientras acarició a Summer con delicadeza, quien se encuentra acurrucada contra mi pecho, abrazándome con fuerza. Gime por lo bajo cuando la acomodo hacia el otro lado y le doy un beso en la frente. Con todo lo que bebió ayer, estoy seguro de que va a dormir un rato más.

Me pongo de pie y voy al baño para darme una ducha. Me cepillo los dientes, me visto y salgo de la habitación en silencio. Dexter está roncando en el sofá y apostaría a que Boston y Atlanta están durmiendo juntos en la habitación de alguno de los dos.

Vuelvo a sonreír ante la extraña familia que formamos.

Salgo de nuestro hogar sigilosamente sin despertar a nadie, me subo al coche, suspiró sonoramente y me preparo mentalmente para afrontar lo que estoy a punto de hacer. Enciendo el motor y arranco.

Hacía demasiado tiempo que no iba a visitarla.

Ya era hora.

Me senté sobre el suelo sucio y de frente a la lápida que rezaba su nombre.

Zaya Millios

Amada hija, hermana y amiga.

2 de marzo de 1998 a 15 de enero de 2020

Me tomé unos instantes solo para observar y sentir. Estaba solo con el cielo nublado como único compañero ya que era temprano en la mañana. Permanecí mirando su nombre grabado ahí y solté un sollozo.

—Lamento no haber venido antes. Es que no te das una idea de lo locas que se han puesto las cosas. Debo ponerte al tanto de mi vida en muchos aspectos, aunque tengo la leve sospecha de que algo ya sabes —sonreí un poco, sollozando—. Siempre fuiste muy chismosa, así que estoy seguro de que me has estado observando desde donde quiera que estés.

Tomé aire mientras el viento soplaba a mi alrededor. Visualicé su cabello rubio y su sonrisa.

—Tenías razón, como siempre... no puedo creer que vaya a decir esto pero... encontré a la indicada, tal como tú me dijiste —el corazón se me estrujó de felicidad al poder confesarlo en voz alta—. Ella es increíble, de verdad. Es la persona más terca, insufrible y hermosa que he conocido alguna vez. Sé que ustedes hubiesen sido excelentes amigas... me hubiese gustado mucho que pudieran conocerse, se habrían llevado de maravilla y me habrían hecho pasar unos cuantos dolores de cabeza.

Sentí que Zaya estaba escuchandome desde algún lugar, sentí que me estaba conteniendo, así que me animé a seguir hablando.

—Me enamoré hasta de su nombre y es una putada, porque nunca creí que esto podría pasarme a mí y ahora no sé qué hacer cuando la tengo cerca. Parezco un niño pequeño, un perro perdido yendo detrás de ella. No te rías eh, que te conozco —sonreí otra vez, recordando cómo se burlaba de mí—. Me encantaría escuchar alguno de tus consejos otra vez aunque probablemente no te hiciera caso... —acaricié su nombre bajando la mirada cuando sentí mis lágrimas caer—. Te extraño mucho, Zaya... muchísimo —se me quebró la voz—. No te das una idea cuanto... solo espero que estés donde estés, seas feliz y tengas toda la paz que te mereces —tomé aire otra vez, teniendo la esperanza de que de verdad estuviera escuchándome—. Eres mi mejor amiga y no hay día en que no me arrepienta de como hice las cosas contigo. Espero que algún día puedas perdonarme por todo lo que pasó. Yo te quiero muchísimo y te extraño. Lo único que siempre quise fue que fueras feliz, aunque no haya sabido como dartelo.

End game [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora