Algunos dicen que la curiosidad puede ser mala, de ahí refrán "la curiosidad mató al gato".
Pero otros, como San, no piensan así. La curiosidad puede traer cosas buenas, como un hermoso tritón.
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•M-preg
•Mención de otros id...
El invierno había llegado y con él, el frio. Se podía observar a personas saliendo de la escuela con sus amigos, familias que salían a dar una vuelta aprovechando el agradable clima e incluso a algunas parejas tomadas de la mano con unos cafés calientes para dispersar el frio de su sistema.
La brisa del invierno empezaba a hacerse presente ¿Quién no amaba sentir un ligero aire después de un día tan estresante? Pues a Choi San.
El de hebras negras tenía una pequeña pelea con el viento que a pesar de ser ligero, hacía que algunas de las hojas que éste sostenía se movieran inquietas.
La clases habían finalizado y San estaba camino a casa que en realidad, era un departamento en un edificio ya que se había venido solo debido a que sus progenitores se encontraban Seúl por el trabajo de su padre, San pudo haber estudiado allí pero prefirió regresar al lugar de sus orígenes y donde había pasado un tramo de su infancia, también tenía la ilusión de reencontrarse con sus antiguos amigos ya que fue en Inchon donde había conocido a sus primeros compañeros de vida.
-¡Mierda!- Maldijo el de hoyuelos cuando unos de sus trabajos había salido volando gracias al, ahora, no tan ligero viento.
Era el cuarto mes de San en la universidad y ya estaba atascado de deberes, muchos le habían avisado que la universidad sería complicada y que se preparase mentalmente, San no le tomó mucha importancia ya que le habían mencionado algo parecido sobre la secundaria y preparatoria y al entrar en estas descubrió que no eran tan difíciles pero vaya, la universidad sí que lo era.
-Joder, lo que me faltaba- No había sido el mejor día para el pobre San, su alarma no sonó, su café se derramo encima de sus pantalones, recibió un sermón de parte de su profesor por haberse dormido a mitad de la clase y para variar, le habían encargado hacer un ensayo de 10 hojas sobre el tema de dicha clase ¡que buen día!
San corría de calle en calle para alcanzar la hoja que revoloteaba por el aire, podía simplemente dejarlo pasar y hacer uno nuevo pero no, Choi necio San quería el trabajo que con mucho esfuerzo logró hacer.
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-¡Oh Dios, por fin!- Choi tomó la hoja que se encontraba en la arena, ni él mismo sabía en qué momento había entrado en la playa. Metió la hoja en una carpeta junto con las demás y las guardó en su mochila, no quería dar otro espectáculo si el viento decidía burlarse de él otra vez.
Estaba a punto de partir a su departamento, si, estaba. Un tanto lejos de donde él se encontraba logró visualizar una pequeña cueva, le pareció extraño ya que estaba alejada de todo realmente.
San era alguien muy curioso así que sin pensárselo dos veces se acercó a dicho lugar.
Como ya había dicho, era una muy pero muy pequeña cueva, solamente estaba una pequeña laguna en ésta, San estaba algo decepcionado ya que creía que habría algo interesante allí y vaya que si lo hay.
San giró sobre sus talones dispuesto a marcharse e ir a su departamento a tomar una ducha, comer algo y luego dirigirse a una de las cosas que más amaba en el mundo, su cama. Pero se detuvo al escuchar el sonido del agua ya que juraba que no había tanto viento dentro de la cueva para lograr que el agua de la laguna se moviera.
Y de nuevo, San al ser muy curioso volteó la cabeza y creyó que la falta de sueño o el estrés se estaban burlando de él debido a que pudo visualizar a una cabellera rubia y unos hermosos ojos grises saliendo del agua.
