Algunos dicen que la curiosidad puede ser mala, de ahí refrán "la curiosidad mató al gato".
Pero otros, como San, no piensan así. La curiosidad puede traer cosas buenas, como un hermoso tritón.
•San: Top
•Yeosang: Bottom
•M-preg
•Mención de otros id...
-Nos vemos, hijo. Cuídate, vendremos a visitarte pronto.
-Si aún estamos aquí, claro.
San se despidió de sus padres con unos cariñosos abrazos y algunas palabras igual de cariñosas, habían sido lindas las horas que pasó con ellos, las primeras horas en sus dieciocho años que por fin sintió el cariño de una familia real. Sus padres no eran malos, solo tenían pensamientos erróneos, incluso tal vez lleguen a aceptar su relación.
-Cuídate Sa-.
Siwon abrió la puerta para poder marcharse, pero algo, o más bien, alguien estaba parado justo enfrente de ésta impidiéndole salir o siquiera decir palabra alguna.
-No puede ser, ni saliendo de Seúl podemos dejar de verte, el destino es muy cruel ¿no crees? -Yejin preguntó irónica al muchacho enfrente suyo y San no podía parar de pensar en lo equivocada que estaba.
-Si me disculpan, créanme que no es un placer encontrarlos aquí, solamente vine a ver a mi novio -los señores Choi’s abrieron en grande los ojos y posaron su vista en su hijo.
-Es… ¿Es tu novio? -preguntó con temor el progenitor de San.
-¿Qué? ¡No! -Disculpa -el muchacho que San reconoció como Seungmin le habló ignorando olímpicamente a sus padres- Christopher Chan ¿dónde vive?
-En el piso de abajo, el tercer departamento.
-Gracias -y sin más, el joven que denunció a su padre tomó rumbo al ascensor adentrándose a él cuando las puertas se abrieron.
-Por un momento creía que mi hijo había sido contagiado con ese virus -ambos progenitores rieron irónicos despidiéndose de San por última vez.
Bajaron por las escaleras ya que, según ellos, no querían adentrarse al elevador donde un homosexual había estado. Los vio perderse entre los escalones hasta que desaparecieron de su campo visual.
Tal vez convencerlos de que las relaciones homosexuales no eran ninguna enfermedad, virus o una repugnancia sería más difícil de lo que creyó.
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Los rayos del sol del casi medio día pegaron directamente a su rostro cuando salió del edificio, sus padres se habían marchado ya en su Hyundai Equus, al parecer, el asociarse con la compañía japonesa había sido demasiado gratificante para comprarse un auto así.
Tomó un taxi y en unos quince minutos ya estaba frente a la puerta de la casa de Jongho, solo bastó que el timbre suene una vez para que la puerta sea abierta dejando ver a un pelirrojo con el ceño fruncido.
Jongho jaló del brazo a San sin decir nada, ambos subieron a la segunda planta y se adentraron al baño.
- ¡¿Me quieres explicar qué coño es esto?! -Jongho apuntaba a el tritón dormido en la tina del baño.
-Shh lo vas a despertar -San trato de tranquilizar a Jongho sorprendido de que Yeosang le haya dicho ya al menor sobre su verdadera forma, él estaba esperando encontrarse a Yeosang correr hacia él para abrazarlo, en ningún momento se lo imaginó dormido en la tina con su real forma.
