Capitulo 27

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Yeosang descubrió que era muy bueno en los juegos de mesa y le pedía a San que pasaran un tiempo divirtiéndose con dichos juegos, aunque San no se divertía tanto por ser él el que mayormente perdía.

-Cham cham cham -San apuntó con dos de sus dedos a la izquierda al mismo tiempo que Yeosang volteaba la cabeza en esa dirección.

Juegos de mesa, actividades de campo o estos simples pero divertidos juegos como lo son el piedra, papel o tijera divertían mucho a la pareja porque, mientras ellos estén juntos su felicidad será mutua.

-¡Por fin! Ahora mi premio -la pareja estaba sentada en la cama mirándose de frente con tazones de arroz vacíos en medio de ellos.

-Si, si, ya voy -Yeosang se inclinó hacia adelante y plantó un pequeño beso en los labios de su novio quien correspondió gustoso.

Llevaban varias rondas jugando ese divertido juego y en la mayoría Yeosang había ganado, aunque la verdad, no importaba quien gana o quien pierde, ambos reciben el premio que es un dulce beso en los labios.

-De nuevo -Yeosang se sentó de nueva cuenta y recitó las palabras que anteriormente San había dicho.

-¡Hiciste trampa! -San volteó la cabeza en la misma dirección que Yeosang apuntaba, pero el peligris al darse cuenta, volteó rápidamente su cabeza en la otra dirección.

-Tú siempre ganas, eso es trampa.

-No lo es, yo sí sé jugar.

-¿Estás diciendo que yo no sé?

-Sí.

Y así es como comenzaron a discutir sobre quién hacía trampa. En ningún momento de su amistad y relación había discutido de algo serio y estaban seguros de que jamás lo harían ¿por qué esa seguridad? Porque antes de que comience la verdadera pelea, se llenaban de besos para no llegar a tal extremo.

-Ninguno hizo trampa -Yeosang dejó un beso más en los labios de San. Se encontraba sentando en las piernas de éste- Solo tú tienes mala suerte.

El universitario frunció el ceño y acercó su rostro al cuello del rubio comenzando a hacer cosquillas en esa zona con su nariz.

-¡San para! -la pareja reía ante el agradable momento. Las carcajadas de Yeosang resonaban por las cuatro paredes mientras que las del peligris eran amortiguadas por el cuello del contrario.

Una canción los hizo parar. El teléfono del menor sonaba anunciando una llamada entrante. Tomó el aparato alejándose lentamente del cuello de Yeosang enfocando sus ojos en los brillantes orbes grises. Aceptó la llamada sin mirar el nombre.

-¿Hola?

-¿Hijo?

-¿Papá? -Yeosang abrió en grande los ojos al escuchar eso.

-Muchas preguntas -una risa grave se escuchó del otro lado de la línea- ¿Cómo has estado?

San aún se encontraba en un pequeño parálisis observando el gris de los ojos de Yeosang- Yo bien ¿tú y mamá están bien?

-Estamos bien, con muchas ganas de verte.

Sí, claro, ahora que no estoy piensan en verme pensó San con cierta ironía.

-Te vi en la televisión -cambió la conversación, aunque tal vez no haya sido buena idea mencionar la pequeña polémica de su padre.

-Oh vaya, incluso aparezco en Inchon. Que te parece, tu padre ya es reconocido por casi toda Corea.

San sintió tanta repugnancia de sus palabras, ni siquiera le interesaba la razón por la cual se estaba volviendo famoso. Acarició el pómulo izquierdo del mayor para transmitirle tranquilidad.

𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍- SanSang (Adaptación)Where stories live. Discover now