Capitulo 35

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-No entra.

-Si entra.

-¡Ay, espera! Estás lastimando al bebé.

-Lo siento, lo siento.

Cinco meses, Yeosang había cumplido sus cinco meses de embarazo, la fecha para conocer a su pequeña criatura se acercaba cada vez más. Ahora mismo, estaban probándole a Yeosang distintos trajes para la fiesta de graduación de la universidad, pero el grande vientre impedía que una camiseta pueda entrar o también que un botón sea cerrado.

-Me rindo -San se lanzó de espaldas a la cama, hace ya una hora que estaban probándole distintos trajes a Yeosang y ninguno había entrado, aunque bueno, uno sí lo había hecho, pero apretaba demasiado el estómago del rubio casi dejándolo sin respirar.

-Yo también me rin…

Yeosang dejó de hablar extrañando a San.

-¿Qué sucede? -levantó su cabeza despegándola del colchón para poder observar mejor a su novio que estaba parado con los ojos bien abiertos- ¿Yeosang?

-Me pateó -se apresuró a tomar la mano de San poniéndola en una parte de su estómago y nuevamente, sintió como esa parte era estirada por lo que parecía ser una patada del bebé.

-Min-Minjae, hijo -otra patada en la misma zona, el bebé parecía reconocer las voces de sus padres comunicándose con ellos por medio de pequeños golpecitos- Bebé.

Minjae respondió nuevamente con una patada- Auch, ese si dolió.

San se apresuró a levantarse de la cama para finalmente, arrodillarse frente al redondo vientre dejando muchos besos en éste.

Esos momentos, eran los que tanto San y Yeosang amaban tener, esos momentos de tranquilidad junto a su pequeño eran únicos y especiales que ninguno cambiaría por nada ni por nadie. Las horas, los minutos, inclusive los segundos se detenían para ellos, permitiéndoles disfrutar más tiempo de esas pequeñas pero significativas interacciones asegurándose de guardarlas muy bien en su mente y corazón. A San no le importaba si sus padres seguían en Inchon, si sus amigos los están esperando para salir a algún lugar, si sus vecinos los iban a visitar, nada más le importaba que estar así, junto a Yeosang porque San necesitaba a Yeosang para vivir como Yeosang necesitaba a San para existir y ambos, necesitaban a Minjae para que su felicidad sea completa.

-Min, tú y tu papi tienen que entrar en algún traje ¿o quieres que nos quedemos aquí y nos perdamos del baile? -el bebé no volvió a moverse ni patear, al parecer, no le agradaba la idea de quedarse en casa- creí que no necesitaríamos esto pero al parecer, Jongho tuvo la razón -se levantó del piso dándole un pequeño beso al vientre de Yeosang, caminó hacia su armario y de él, sacó un bonito conjunto que consistía en una camiseta blanca bastante ancha con cuello alto y mangas largas igualmente anchas haciendo que se abulten y se vean aún más bonitas, a eso le sumaba una pequeña abertura en la espalda la cual era sostenido por cuatro tiras cruzadas entre sí, también tenía un pantalón negro que se veía algo ajustado y bastante brilloso.

-¿Me estás diciendo que pudimos probar eso desde un principio en vez de estar aquí más de una hora probando otros trajes? -Yeosang cruzó sus brazos por encima de su estómago.

-Es que hice una apuesta con Jongho, él decía que no te quedarían los trajes que conseguí y entraría el que él eligió, que es éste -San tendió el conjunto en la cama- Ya~ no te enojes, mejor pruébatelo a ver que tal.

Y dicho esto, Yeosang tomó la parte superior del conjunto y se adentró al baño dándole una última mirada rencorosa a San.

El universitario rio por la “enfadada” actitud del rubio. Comenzó a ojear toda la habitación en espera de su bonito chico porque sí, Yeosang era suyo y sólo suyo, así como San era solamente de él. Quería llevar a Yeosang al baile para que se adapte a las multitudes de personas porque si fuera por él, se quedarían en casa viendo películas y series, aunque también, se moría por ver bailar a Yeosang con su abultada pancita.

𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍- SanSang (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora