Especial 2Ho

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Continuación del capítulo 23

Yunho y Jongho caminaban de regreso a casa, satisfecho de su trabajo como cupidos. Hongjoong se había ido hace un rato ya que su hogar era por otro camino.

El silencio inundaba las calles, algo que les pareció incómodo a ambos.

-¿Ves que si lo aceptó? -Yunho rompió el silencio.

-Sí, no sé por qué dudé -Jongho aún sostenía el oso de peluche café que el peliazul le había regalado.

Después de eso la conversación no siguió, Jongho miraba directamente a sus zapatos esperando legar pronto a su hogar para terminar con el incómodo momento.

-¿Estás enojado? -Yunho volvió a hablar.

-¿Por qué debería de estarlo?

-No lo sé, es que ya no me sigues la conversación, siempre eres muy parlanchín -posó su mano en el hombro del pelirrojo.

Jongho no dijo nada nuevamente.

-¿Es por qué te dije que estoy enamorado de ti?

Bingo, Yunho dio en el blanco. El mayor paró de caminar teniendo los labios fuertemente apretados y con las mejillas rosadas.

-Entonces si es por eso -Yunho sonrío parando igual que Jongho.

-Yun… es que no sé qué decirte, eres mi amigo y yo… yo no sé qué siento. Me gusta que estés conmigo, pero no sé si verte de la misma manera que me ves tú -soltó sintiendo como el peso de sus hombros se desvanecía.

-Ho -tomó la mano derecha del antes mencionado entre sus manos- no espero una respuesta tuya, te lo dije porque creí que debía hacerlo, creí que deberías saber lo que causa en mí tu cercanía, tu bonita voz y sonrisa.

-Yun…

-Jongho -lo interrumpió- me gustas mucho y entiendo que no sepas que decir, solamente dame una oportunidad para conquistarte, te prometo que no te arrepentirás.

Jongho lo pensó. Yunho era su amigo desde que tenía memoria, nunca lo había visto de otra manera que no sea un amigo o un hermano menor, aunque… era cierto que su corazón se aceleraba cuando Yunho hacía algo lindo por él, también era fácil reír con sus ocurrencias o también era sencillo ponerlo tímido cuando era Yunho quien hacía el contacto físico como abrazarlo o tomarlo de la mano. En serio no sabía que decir o pensar.

-Yo… tú… nosotros… ugh -Jongho cerro sus ojos y dio un lento y fuerte suspiro antes de continuar- t-te daré la oportunidad.

-¡Gracias, no te arrepentirás!

Yunho lo tomó entre sus brazos rodeando su cintura con estos, Jongho trató de ocultar una pequeña sonrisa al ver la emoción del peliazul pero fue casi imposible hacerlo, solamente pudo sujetarse de la camiseta de Yunho con una mano ya que la otra aún abrazaba al oso de peluche.

Yunho se balanceaba de un lado al otro sacándole pequeñas risas a Jongho y lo siguiente… ninguno se lo esperó.

Jeong tomó de las mejillas a Jongho y unió sus labios por unos segundos, al separarse, se dio cuenta de lo que había hecho por el rostro sonrojado del mayor.

-Oh mierda, lo siento me dejé llevar.

Jongho asintió cerrando sus ojos y volvió a acercarse al rostro del menor. Yunho se sorprendió cuando sintió de nuevo el toque de los suaves labios del pelirrojo. Ninguno movió sus belfos, se quedaron quietos con los ojos cerrados disfrutando de la cercanía.

El peliazul sólo podía pensar que estaba en el cielo al sentir la delicadeza del mayor, si fuera por él, podría quedarse así toda la noche.

Jongho relajó sus facciones y se separó lentamente- V-vamos, se hace tarde -jaló a Yunho dirigiéndose a sus respectivos hogares.

La mayoría de las veces, el amor puede ser confuso, pero al final, terminamos descubriendo que caímos por esa persona especial.

8 años después

Yunho cerró la puerta detrás de él al ingresar a su hogar.

-Ya llegué -informó en un tono alto para que ambas personas que se encontraban en la vivienda lo escuchasen.

Grande fue su sorpresa al no sentir unos bracitos enredarse en su pierna y en cambio, recibió a su esposo en brazos con cara de preocupación.

-Jongho -llamó- ¿qué ocurre?

-Sumin -habló con preocupación y algo de ¿vergüenza?

-¿Qué tiene Sumin? ¿En dónde está? -Yunho también cambió su expresión a una preocupada.

-E-ese es el problema, no sé dónde está -Jeong abrió la boca para decir algo antes de que lo haga, Jongho comenzó a explicar- Yeosang hyung vino con Minjae en la tarde, hace tan solo unos minutos que se fue, los niños estaban jugando al escondite y cuando Yeosang llamó a Min para irse él me dijo que no pudo encontrar a Sumin y -sus mejillas estaba rojizas por la vergüenza- yo tampoco lo encuentro, lo he llamado, pero no responde.

Yunho se tragó una carcajada al escuchar la explicación- Ven -jaló a Jongho hasta el inicio de las escaleras que daban con el piso de arriba- Jeong Sumin, si no sales ahora me llevaré a papi y no lo volverás a ver -Yunho, para meterle drama al asunto, cargó al mayor sujetándolo fuerte de sus muslos y por inercia Jongho se sostuvo del cuello del menor.

En cuestión de segundos unos pasitos se escucharon y Jongho sentía que se le volvía el aire al ver la silueta de su pequeño de seis años bajando con cuidado las escaleras.

-No~ no te lleves a papi -exclamaba el niño abrazando la pierna de uno de sus padres mientras restregaba su rostro en ésta tal cual lo haría un gatito.

-Por asustar a papi me lo llevaré, será tu castigo -Jongho se divertía bastante con la escena, tanto su esposo como su hijo adoptado eran muy protectores con él.

Yunho caminó hasta la entrada de la casa sin abrir la puerta y de inmediato sintió como el niño volvía a atrapar sus piernas en un abrazo.

-Papá, prometo no asustar de nuevo a papi, no te lo lleves -los achocolatados iris del infante se aguaron ligeramente con la idea de perder a uno de sus progenitores.

El Jeong mayor le susurró algo en el oído de Jongho, éste último asintió y se sujetó más fuerte al cuerpo de su esposo con sus brazos y piernas, Yunho soltó el cuerpo de Choi con una mano y con esa, cargó con un poco de dificultad a su primogénito, ante tal peso, cayó sentando en el piso con el cuerpo de las dos personas que más amaba en el mundo.

Los tres comenzaron a reír ante la caída y como arte de magia, el pequeño Sumin había olvidado por completo la razón de por qué estaba triste.

Cuando Jongho le dijo que quería adoptar un niño Yunho no lo creyó, simplemente pensó que era un capricho de Choi, pero descubrió que no lo era cuando, de un día para otro, Jongho tenía en sus manos unos papeles de adopción pidiéndole que los firme, al principio Yunho se enojó ya que su pareja no le había dicho nada al respecto, pero toda emoción negativa se drenó al ver al pequeño bebé de seis meses siendo entregado a sus brazos.

San había dicho que no era fácil ser padres y no podía estar más de acuerdo, pero sin duda valía la pena todo sacrificio, pudo confirmarlo una vez más esa noche siendo abrazado por los pequeños brazos de su hijo y esposo.

𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍- SanSang (Adaptación)Where stories live. Discover now