Capitulo 31

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Los minutos pasaban convirtiéndose en horas, las horas en días, los días en semanas y las semanas en meses.

Yeosang ya tenía dos meses de embarazo, su estómago no había crecido tanto, pero se podía observar una pequeña curvita en su vientre la cual San amaba llenar de besos y caricias.

Como ahora.

-¿Qué nombre quieres ponerle?

-No lo sé, ni siquiera sabemos si es un niño o una niña.

-Por si acaso tenemos que elegir nombre para ambos géneros.

San estaba sentado en la cama con Yeosang entre sus piernas, el peligris daba leves caricias en el vientre del mayor por debajo de su camiseta -que más bien era de San- haciéndolo sentirse cómodo cada vez que sentía el anillo de San rozar con su piel.

-Creo que debemos pedirles su opinión a los chicos -dijo Yeosang.

Unos días después de que se enterasen de la hermosa sorpresa se lo contaron a los tres menores quienes reaccionaron casi de la misma forma que la pareja, pero bajándole un poco a la emoción.

San a veces pensaba en cómo iba a mantener a su próxima familia, apenas estaba acabando el primer año universitario de los cuatro que debía concluir, si hubiera sabido que Yeosang podía quedar embarazado tal vez se hubieran protegido para asegurarle un mejor futuro a su pequeño hijo, pero tampoco se arrepentía de nada, estaba seguro de que saldría adelante, nada podría pasar.

-Tenemos hambre.

San se rio enternecido. Siempre que Yeosang quería decir que tenía hambre, sueño o alguna cosa lo decía en plural incluyendo al bebé que estaba en su vientre, justo cuando el menor pensaba que Yeosang no podía ser más tierno.

-Ya mismo les preparo algo.

-Pero no quemes la cocina.

El Choi menor se levantó de la cama riendo aún más, Yeosang amaba molestarlo con su poca habilidad en la cocina. Comenzó a revisar lo que tenían en los estantes pensando que podría cocinarle a Yeosang, aunque claro, tenía que seguir la dieta que la nutricionista les recetó y al parecer, ella también tenía una pareja la cual era uno de esos hermosos seres marinos, el libro no se equivocaba al decir que ellos estaban por todas partes.

El libro…

San abrió un cajón de la cocina encontrando ahí varias especias dentro de pequeñas bolsas y debajo de todas éstas, estaba el dichoso libro olvidado.

-¡San, trajimos comida!

El portazo lo asustó haciendo que el libro se tambalee en sus manos, pero logró sostenerlo antes de caer al suelo y lo guardó de nuevo en el cajón.

-Ustedes no saben lo que significa tocar antes de entrar ¿verdad? -el peligris salió de la cocina a recibir a sus amigos o como a él le gustaba llamarlos, intrusos.

-Ya, no te quejes, trajimos comida para los cinco.

-Seis -corrigió Jongho a Hongjoong. Al lado del pelirrojo estaba Yunho entrelazando dedos con éste, Jongho aceptó a Yunho hacía ya una semana cuando descubrió que su corazón latía de la misma manera que el del peliazul cuando estaban juntos.

-Yeosang está en la habitación, lleven la comida ahí, ya saben, antojos -San sonrió.

Los menores hicieron caso y fueron en busca del rubio para llenarlo de comida a él y a su pequeño, San iba detrás de ellos, pero se detuvo al sentir una vibración en su bolsillo. Sacó su teléfono de ahí, era una notificación de un mensaje de su padre.

𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍- SanSang (Adaptación)Where stories live. Discover now