Algunos dicen que la curiosidad puede ser mala, de ahí refrán "la curiosidad mató al gato".
Pero otros, como San, no piensan así. La curiosidad puede traer cosas buenas, como un hermoso tritón.
•San: Top
•Yeosang: Bottom
•M-preg
•Mención de otros id...
-¿Yeosang? -San entró a la habitación dejando una mochila negra en el escritorio- ¿Qué haces?
-Estoy hablando con Minjae, no entiendo lo que dice, pero creo que él si me entiende -Yeosang, que anteriormente estaba recostado en la cama con un bebé encima de su regazo, se enderezó en ésta quedando con la espalda pegada al respaldo de la cama.
Hacía cinco meses que la enorme pancita de Yeosang se había transformado en un precioso bebé de ojos grises.
San y Yeosang tuvieron que pasar ciertas dificultades como padres primerizos, pero nada que puedan hacer. Minjae tenía cinco meses, estaba gordito y era muy inquieto, era un bebé sano.
San depositó un beso en los labios de su pareja disfrutando del roce.
-Wawa -balbuceó el bebé.
-¿También quieres un beso? -San tomó a su hijo de los brazos de su novio haciéndole cosquillas con su nariz en la regordeta mejilla, las carcajadas del pequeño ser haciéndose presentes al instante.
Yeosang veía enternecido la escena que su novio e hijo compartían, San siempre fue muy cariñoso con ambos y eso le gustaba, que el cariño de San se haya dividido en dos dándole parte iguales a ambos ojigrises.
Minjae soltó un grito acompañado de más risas cuando su padre atrapó su mejilla entre sus labios dándole una leve succión, al pequeño le gustaba eso.
-No te lo comas -Yeosang extendió sus brazos pidiendo el regreso de su pequeño.
San soltó la mejilla de Minjae haciendo que de un pequeño rebote y el bebé sonría mostrando sus rosadas encías. Con el bebé en brazos, fue acercándose a su rubio depositando varios besos por todo su rostro.
-Te comeré a ti entonces -dijo para luego, atrapar los labios de Yeosang entre los suyos comenzando un amoroso beso.
Después de tantos altibajos, de tantos retos y dificultades, lograron salir adelante. San trabajaba en una cafetería como mesero, deleitando a los clientes con su habilidad para el dibujo ganando así, muy buenas propinas.
Tras la caída de Choi’s wine y Japonese pleasure y la muerte de los dueños de las compañías todo había vuelto a la normalidad.
No es que dijera que no le afectó en nada la muerte de su padre porque si lo hizo, le dolió mucho el hecho de que haya partido sin la posibilidad de poder convencerlo de que ser homosexual, no era algo repugnante, de que se fue sin conocer tan siquiera a Yeosang, de ver lo increíble que era, también le hubiera gustado que conozca a su nieto, era algo que deseaba más que nunca, que sus padres lo hubieses apoyado en su relación. Yejin cayó en una gran depresión al enterarse del asesinato de su esposo y terminó suicidándose, sería mentira decir que a San no le puso un poco triste ese hecho.
Un chasquido acompañado de una suave risa deleitó los oídos de San haciendo que sonría en el beso.
-Sa… Min… Minjae -habló con dificultad Yeosang al tener los labios de San encima de los suyos. El peligris acomodó al bebé en el regazo de su otro padre. El pequeño era indiferente a la escena viendo más interesante que tanto podía caber su pequeña mano en su boca.
Duraron unos cuantos segundos más con los labios unidos, San hubiera querido estar así más tiempo, pero el sonido de dos teléfonos lo había interrumpido.
YUNHO
San hyung, Yeosang hyung, Dejen de besarse y contesten.
San rio al leer el mensaje dejando un último beso en los labios de su pareja en la escasa cabellera de su hijo.
JONGHO
O acaso le están haciendo Un hermanito a Min? :0
SAN
Ya ni siquiera puedo Darle amor a mi novio E hijo ¿no?
HONGJOONG
Ya llegué ¿de qué me perdí?
JONGHO
De nada, Hong, San le Da amor a su familia. ¿Y Yeosang?
-Yeo -llamó San. El aludida levantó la vista para encontrarse con los orbes azules de su novio- Ven.
Yeosang se acercó a San con Minjae en brazos. El peligris fue a la aplicación de cámara y se tomó una foto con su pequeña familia.
SAN
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Aqui está, ser padres no es fácil
San sintió como unas pequeñas manitas golpeaban su hombro queriendo llamar su atención y claro que se la dio, ignoró los mensajes que comenzaron a caer y procedió a mimar a su hijo y pareja.
Si le dijeran a San que tendría que trabajar estando en la universidad, tendría un hijo, estaría emparejado con un chico rubio el cual, era un tritón, probablemente tomaría como una locura eso.
Pero ahora no.
Ahora lo tomaba como algo hermoso, algo que no pidió, ni siquiera pensó, pero sin duda, lo necesitaba.
Estando así acurrucado con su pareja en la cama y un bebé gordito en el centro de ellos por fin podía decir que era feliz, que agradecía la soledad que anteriormente tuvo y…
También agradecía la existencia de su hermoso tritón.
