Dudas y elecciones

46 3 6
                                    

La mañana pasó rápidamente, tras despedirse de Shiryu y dejar a los chicos en el orfanato, Saori se dirigió al despacho de Graad, para intentar solucionarlo todo y volver al santuario lo antes posible, estaba perdiendo el control de la situación, no sabía si podría seguir omitiendo la información de que una nueva guerra se acercaba y que había decidido alejarlos definitivamente sus vida como caballeros, la estaba carcomiendo por dentro, era una decisión difícil, pero después de la conversación que tuvo con el maestro y los demás Caballeros Dorados, se decidió que solo ellos serían los encargados de protegerla a ella y al santuario, Shaina también ayudaría con algunos otros caballeros, pero Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki e incluso Seiya tendrían prohibido acercarse al santuario. Mientras Saori reflexionaba sobre esto, apenas prestaba atención a lo que decían los abogados, y Tatsumi, al darse cuenta de su distracción, decidió interrogarla:

- Señorita, ¿se encuentra bien? ¿Está segura de que quiere hacer esto? - Saori salió de su ensoñación y le miró con sus ojos llorosos, cosa que a Tatsumi no le pasó desapercibida.

- Está bien, Tatsumi, tú más que nadie sabes que necesito hacer esto - Saori parecía triste y distante.

- Está bien, señorita, lo haremos - Tatsumi asintió y firmó los papeles con algo de pesar, no le gustaba ver a su pequeña así. "Me gustaría verla sonreír, siendo feliz y no lanzándose a la muerte, haré todo lo posible por verla sonreír una vez más" pensó Tatsumi mientras la veía firmar algunos papeles y hablar con los abogados. Después de que todo estuvo arreglado, los abogados salieron de la habitación y Tatsumi trató de averiguar la causa de su tristeza - Señorita... Prometo encargarme de todo en su ausencia, es lo menos que puedo hacer hasta su regreso, pero debo preguntarle, veo que está molesta, ¿hay algo más que pueda hacer?

- No te preocupes, Tatsumi, ¡estaré bien! Pero me siento acorralada por las preguntas de los chicos, no puedo soportar esta presión, me sienta mal tener que fingir que todo va bien, cuando tenemos una guerra que les obligará a alejarse.... - Saori se levantó y se acercó a la ventana - Sabes, Tatsumi, he formado un vínculo enorme con ellos, aunque al principio no nos llevábamos bien, hoy son mucho más que mis caballeros, son mis amigos, y me preocupa su seguridad... quiero verlos bien, lejos de esta guerra donde podrían perder la vida. Además, ya han hecho demasiado por mí, y tengo una gratitud infinita... Lo mejor que puedo hacer ahora es darles su libertad

- Señorita, habla como si no los conociera, dudo que con el riesgo que corre se queden de brazos cruzados, ni siquiera una prohibición hará que desistan, sobre todo el rebelde de Seiya -Saori se apartó de la ventana y lo miró con una pequeña sonrisa.

- Tienes razón, Tatsumi, no sé cómo mantenerlos alejados, por eso decidí ocultarlo, si se enteran será imposible detenerlos... me siento mal por tener que mentir - Saori suspiró.

- Siento que tenga que pasar por todo esto, pero estoy seguro de que sabrá proceder. Si me lo permite, le doy un consejo, intente no preocuparse ahora mismo, muéstrese feliz para no levantar aún más sospechas...

- Gracias, Tatsumi, tienes razón... lo haré - sonrió Saori - o me mantendré alejada de ellos hasta que llegue el momento de regresar al santuario.

- Esa última opción tendremos que descartarla, festejaremos su cumpleaños el viernes y el festival que ha organizado el sábado. Si lo prefiere, cancelamos todo....

- No, eso no. No puedo faltar a mi palabra, haré un esfuerzo - Saori suspiró y cambió de tema - ¿Tenemos algo más que resolver aquí, Tatsumi? Me siento cansada, quiero ir a casa.

- Hoy no, señorita, pero mañana tenemos una reunión importante por la mañana. Después yo me encargaré de todo y usted quedará libre para prepararse para su cumpleaños, de hecho mañana por la tarde le he reservado una cita con la modista, le confeccionaremos un vestido precioso.

Más allá del amor humanoWhere stories live. Discover now