Capítulo 8

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Cuando Lena llegó a la residencia no se dio cuenta que todos los secretarios estaban en una cena informal con la Presidenta, era algo que ella hacía al final de cada mes, cena que pasó por alto y olvido por completo. Cuando entró, todos los secretarios la quedaron viendo, junto con Kara que estaba hablando animadamente con el secretario de educación.

—Buenas noches, señores –hablo poniendo su actitud de agente.

—Buenas noches –dijeron todos en el comedor.

—Pensé que esta noche nos acompañaría agente –dijo el secretario de relaciones públicas. 

—Bueno, he estado ocupada con unos asuntos de seguridad, pero afortunadamente logramos agarrar a los culpables del atentado –dijo esa información deliberadamente, mirando la reacción de cada uno de ellos, y por supuesto la reacción de una persona en específico fue la que se llevó su mayor atención. 

—Señores me disculpan un momento –dijo Kara levantándose de la mesa y dirigiéndose a una oficina, la más alejada del comedor.

Lena que, sin necesidad de que la rubia le dijera algo, la siguió —Tengo una explicación para lo que dije allá afuera.

—No, no es de eso de lo que quería hablar, confío en tu trabajo, así que no te preocupes. 

—¿De qué quieres hablar conmigo entonces, Kara?

—Se que vamos a quedarnos 3 días más en Madrid, pero yo quiero saber si, en uno de esos días ¿tú...quieres salir conmigo? –preguntó la rubia de manera directa y sin titubeos.

—¿Salir? ¿Contigo? Espera... ¿cómo en una cita?

—Si, salir, como en una cita romántica. 

—Yo...no esperaba esta pregunta, pero...si...si quiero –dijo Lena algo nerviosa por la pregunta, pero feliz.

—¡Bien! –dijo emocionada —Dada mi línea de trabajo no podemos salir libremente por la ciudad, pero puedo hacer algo por ti y será una sorpresa.

Mientras hablaba se acercaba a la morena, quien estaba quieta esperando el acercamiento, una vez estuvo lo suficientemente cerca agarró a Lena por la cintura y espero a que la morena la abrazara por los hombros. 

—Espero poder cumplir con sus expectativas, señorita Luthor.

—Yo también espero poder cumplir con sus expectativas, señorita Zor-El. Porque ahora que vamos a tener una cita le daré una sorpresa –se acercó a la rubia de manera que parecía que le iba a dar un beso, pero en lugar de eso se giró y se lo dio en la mejilla —Tiene una cena a la cual ir, señora.

Se alejó de una rubia que estaba desconcertada por lo que acaba de suceder o más bien, lo que no sucedió.

—Veremos quién ganará esta guerra que acaba de empezar –dijo Kara saliendo de la oficina mientras se arreglaba el traje.

La noche pasó sin más acontecimientos, cada uno de los secretarios se fueron felices y satisfechos por la noche.

Al día siguiente, fue uno de los más tranquilos que ha tenido Kara en todo lo que lleva de presidencia, si bien es cierto que cada vez que ella organiza una cena con los secretarios, a la mañana siguiente siempre es tranquilo y es algo que agradece enormemente. Pero esa mañana parecía que el mundo se había detenido, porque no hubo emergencias o reuniones inesperadas, solo tenía que revisar y firmar unos documentos y salir de las reuniones programadas.

Cuando terminó (a una hora decente) se encontró con toda su familia viendo los croods 2, los saludo y se sentó muy cerca de Lena, cosa que no pasó desapercibida por su madre, pero que fingió ignorar.

Amor bajo presiónWhere stories live. Discover now