Amor bajo presión

Capítulo 15

Después de la película, Lena se durmió y Kara la dejó dormir, la acomodó en el sofá, le puso una manta y se aseguró que el cinturón estuviera bien puesto por si ocurría una turbulencia. Antes de comenzar abrió la puerta para que sus hijos o Nia puedan entrar si lo necesitan.

Estaba tan metida en el trabajo que tenía por delante que no sintió el viaje, faltaban 3 horas para aterrizar y Lena seguía dormida, algo raro en ella, pero la rubia ni la quiso despertar ya que, cuando llegaran iban a estar muy ocupadas.

-Mamá, Mark dijo que ya vamos a aterrizar -dijo Keller entrando con un su pijama y un peluche.

-Si campeón, ya vamos a aterrizar.

-Y Lele, ¿sigue dormida? -dijo para si mismo que pregunta para Kara.

-Si pequeño, pero dejemos que descanse, cuando lleguemos ella estará muy ocupada, yo también -dijo despacio para que el entendiera que por un tiempo ellas iban estar un poco lejos de ellos.

-Mamá, no te preocupes, la abuela nos dijo que tu trabajo es difícil y que a veces tienes que trabajar mucho -dijo el niños acostado en el pecho de su madre.

-¿Dónde están mis pequeños niños? -preguntó juguetona.

-Aquí estamos mamá, por cierto ya se que quiero para navidad.

-Dime que quieres, pequeño.

-Una cosa que utiliza Lena para pintar -dijo sin saber como se llamaba lo que quería decir.

-¿Un caballete?

-¿Así se llama? ¿En dónde ella pinta?

-Si amor, así se llama en donde pinto -dijo Lena desde el sofá, escuchando la conversación en silencio.

-¡Lele! -dijo levantándose del regazo de Kara para correr a los brazos de Lena.

-¿Eso quieres mi amor? ¿Qué más quieres?

-Lena.... -dijo Kara con tono amenazador.

-¿Qué? -dijo Lena viendo a Kara -Lele les puede dar lo que sea -le hizo cosquillas al pequeño.

-Lo sé, pero con medida -respondió la rubia.

-Tengo que hablarlo con mis hermanos, te digo después Lele -y con eso salió de la oficina y salió corriendo hacia donde estaban sus hermanos.

-Lele les puede comprar todo ¿eh? -preguntó Kara desde la silla.

-También va para la madre de mis pequeños diablos -dijo Lena sentándose en las piernas de la rubia.

-¿En qué convierte a la madre de esos pequeños diablos? -preguntó juguetona.

-En la diablo mayor -sonrió Lena esperando la reacción de la mujer debajo de ella.

-¡Amor! Heriste mis sentimientos -dijo con un puchero.

-Pero amo a este diablo mayor -dijo besando el puchero.

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Eran las 10 de la mañana cuando llegaron a la Casa Blanca, tuvieron que esperar un rato en el hangar por una posible amenaza, pero fue falsa alarma. Por lo menos le dio tiempo a bañarse y ponerse un traje.

Los agentes de la UAC estaban esperando por la llegada de la Presidenta junto a la puerta en el garaje.

-Señora bienvenida de regreso -dijo Hotchner.

-Buenos días, antes de empezar por favor déjenme poner a mis hijos en sus camas -dijo cargando a Kian.

-Si Señora -dijo Rossi.