2: Atrapados en la Isla desierta

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En el azul cielo de blancas nubes de ensueño, alvinas gaviotas planeaban en el aire como un centenar de cometas sobrevolando la superficie del mar alrededor de aquel barco. Se trataba de un jabeque que contenía alrededor de 20 hombres. Los más fuertes y robustos utilizaban sus musculosos brazos para remar hacia adelante mientras que el timonero y las hermosas velas blancas, que constituían todo un deleite visual, daban rumbo hacia su objetivo, la llamada isla desierta, una fuente inagotable de riquezas naturales y un oscuro refugio de complejos monstruos.
Lars yacía tumbado sobre el borde de la nave. Hacía tan solo media hora atrás había vomitado como tres veces, aún ahora todavía estaba muy mareado y ya estaba preparado para el segundo asalto de indigestión. Temía vomitar sus propias tripas al paso que seguía. De pronto fue asaltado por una fuerte palmada en su espalda que casi le saca el aire de los pulmones y por poco lo manda a volar borda abajo.
- ¿Nuevo en la tripulación? - Le preguntó un hombre fortachón ampollándose a su lado con una sonrisa de dientes amarillos. - ¿Cómo te llamas?
Era de ojos oscuros con cejas muy pobladas, su piel estaba morena por la exposición al sol. Lars lo miró con mala cara por su repentina presentación <<¿Acaso no es bastante obvio que soy nuevo en esto?>> dijo para sí mismo.
- Soy Lars. - Dijo una vez que recuperó el aliento.
- Un gusto Lars, mi nombre es Horson. ¿Dime, que haces en un lugar como este? - Le preguntó como si el muchacho no estuviera hecho para aquello.
Lars no le contestó, acababa de recordar porqué estaba allí. Habían pasado tres semanas desde que se había unido a la aldea Kukumo. Realmente su formación como cazador no había progresado tanto como esperaba. Un loco maestro de cazadores con tendencias algo extrañas lo hizo cumplir un centenar de tareas e incluso lo mantuvo haciendo una exagerada rutina de ejercicio durante las dos semanas en las que apenas había comenzado su estadía en la aldea pero la llegada de misiones por parte del gremio que estuvieran a su altura como novato que era no parecían existir. Hasta entonces estuvo arrinconado en su nueva casa por la falta de trabajo sin nada que hacer. En una de sus caminatas matutinas, habito que su maestro le había infundido para mantener su cuerpo ejercitado, se topó con un grupo de comerciantes marítimos. Al parecer estaban contratando personas para una misión de exploración a la conocida "Isla desierta" <<de personas porque monstruos no le faltaban>>. Lars hubiera seguido de largo de no ser por la suma que había prometido. - 100000 zeni.
Y así una cosa condujo a la otra y ahora estaba en aquella embarcación con todos aquellos hombres malolientes. Después de recibir su buena paga por la caza del arzuros compró toda la ropa que pudo para reponer la que había perdido en el incendio de su aldea natal, también había comprado algunos artículos y muebles para su nueva casa. Para cuando ya solo le quedaba menos de la mitad recordó que necesitaba una espada nueva, una de verdad, pero el precio requerido para una espada mejor era una suma de 36460, ni siquiera vendiendo su alma volvería a alcanzarle para poder pagar eso así que ahora se encontraba allí, con la espadita de juguete sobre su espalda y sus jugos gástricos sobre las aguas.
- Lo siento, necesito tomar algo de aire. - Dijo alejándose del sujeto llamado Horson.
- ¿Aire?, pero si literalmente estamos en campo abierto - Dijo el sujeto confundido.
<<Lo sé, solo necesito tomar aire del otro lado>> pensó alejándose de aquel hombre y retomando su posición anterior en el borde opuesto de la tripulación.
- ¡¡TIERRA A LA VISTA!! - Gritó un ruda voz.
Todos voltearon hacia el frente. Era cierto, la isla desierta ya solo estaba a unos pocos kilómetros de distancia. Lars se relajó por la acogedora idea de bajarse de aquella nave. <<Ya falta poco, ya falta poco.>> se dijo ansioso.
De pronto se concentró en el paisaje marítimo que lo rodeaba, no estaba nada mal, de hecho era muy hermoso, pero su falta de experiencia había hecho que el subir y bajar de las mareas fuera una dura carga y su cerebro y estómago no pudieron procesarlo a la primera. Entonces se quedó allí hipnotizado con la vista atrapada entre las salinas aguas del mar, el golpear de la fresca brisa marina, el relajante sonar de las olas...
De un instante a otro se hallaba sentado en una cabaña junto a su madre quien realizaba labores de costura mientras él observaba a dos personas batirse en un duelo de espadas. Uno de ellos era su padre pero le costó reconocer a la otra persona, su silueta se veía borrosa, apenas pudo adivinar su género masculino por su grave pero distorsionada voz para nada entendible. Muy a diferencia de los duelos que tenía con su padre aquella persona lo hacía retroceder y caer una, y otra, y otra vez con una destreza sorprendente. Su padre siempre exigía testarudamente una nueva oportunidad ante cada derrota y la otra persona no hacía otra cosa que reír a carcajadas. En la última ronda las risas de aquel individuo fueron mucho más audibles y le resultaron un sonido familiar. En un instante él, su madre e incluso su padre también reían.
- ¡¡Leviatán!! - Escuchó un grito de la nada.
Al posarse nuevamente en la realidad pudo observar a una chica discutiendo con un grupo de hombres. Lars se sorprendió, desde que había entrado al barco solo había visto hombres y aquella muchacha parecía tener la misma edad que él.
- Les digo que es cierto. Hay un leviatán nadando en círculos bajo el barco en este momento. - Decía con preocupación.
Era bastante bonita y alta, tenía la misma altura que el propio Lars que de por sí no era para nada mediano. Su piel era muy pálida, lo que indicaba que no frecuentaba exposiciones al Sol, podría ser que no fuese una cazadora, tal vez una simple investigadora, no tenía ningún tipo de arma especial. Tenía el cabello largo y negro azabache, peinado en una trenza que alcanzaba la mitad de su espalda mientras que varios mechones se acumulaban en su frente conformando un lindo flequillo hacia la izquierda. Sus ojos eran de un extraño color azul, como azul hielo y sus cejas eran muy delgadas pero pobladas aunque bien alisadas. vestía una chaqueta de cuero y una falda a juego, ambas prendas de color blanco, calzaba unas largas botas verdinegras que llegaban hasta sus rodillas. Lars pudo percatarse de la cota de malla que había en el interior de su chaqueta, era para prevenir ataques o lesiones graves pero poco podía hacer eso con un monstruo de gran tamaño.
- Niña, por última vez, emos traído a un psíquico con nosotros y él no ha detectado nada fuera de lo común, tal vez solo has visto a una ludroth, son muy comunes en esta zona.
- No es una ludroth. - Dijo la chica obstinada. - Se trata de un monstruo gigantesco, se halla a varios metros de profundidad pero está siguiendo nuestro barco, está nadando en círculos bajo él.
Los hombres rieron muy sonoramente y sin prestarle más atención. Ella sin mucho desánimo corrió hasta la punta de la cubierta y se agachó casi al borde de caerse para observar el agua.
- ¡Oye! - Dijo Lars instintivamente corriendo hacia ella - ¡Te vas a caer imbécil!
La chica se volteó sorpresivamente hacia atrás chocando accidentalmente su frente contra la de Lars. Ambos se sostuvieron la cabeza un momento para dejar pasar el dolor.
- ¿A quién crees que le llamas imbécil niño? - Le dijo a Lars molesta.
- ¿A quién le llamas niño imbécil?. - Le contestó Lars. <<¿Será que todas las mujeres de este país son unas vulgares?>> pensó.
- Haaa, no tengo que perder tiempo, hay un monstro gigantesco que nos tiene en la mira, creo que es un Lagiacrus.
- ¿Un "Lagiacrus", que monstruo es ese? - Quiso saber Lars. Realmente sus conocimientos sobre monstruos no eran tan grandes, apenas conocía a los Lynian y algunos wyverns.
- Es un leviatán. Nunca he visto uno pero dicen que puede crear enormes descargas eléctricas. - Dijo la chica volviéndose a inclinar en la misma posición casi al borde de caerse.
Lars se paró junto a ella y se inclinó en la misma posición para saber que era lo que tanto ella buscaba. Simplemente era difícil ver las profundidades teniendo en cuenta que se hallaban en la punta del barco, justo donde la nave cortaba el agua para avanzar hacia adelante. Mirando hacia el frente el chico se percató de que la isla que antes se veía tan lejana ahora se halla a mucho más cerca, de hecho demasiado, ¿Por cuánto tiempo habría estado perdido en sus pensamientos?
- Hey, ustedes dos, ¿sucede algo?. - Preguntó una voz familiar.
Ambos jóvenes voltearon hacia atrás y allí se encontraba el sujeto de antes, Horson.
- ¿Qué es lo que están haciendo?
- He...bueno... nosotros... - Lars quiso responder a su pregunta pero no se atrevía a decir que la chiflada que tenía arlado predicaba la presencia de una criatura colosal por debajo de ellos.
- ¡Ho dios mío! - Gritó la chica sobresaltando a todos en el barco. - ¡Está subiendo! ¡¡ESTÁ SUBIENDO MUY RÁIDO!!
- Oye, ya cálmate, podrías caer desde la borda al paso que vas. - Le dijo Lars a la chica sujetándola del hombro, se dio cuenta de que su piel estaba totalmente erizada.
Lo siguiente que sucedió fue muy difícil de procesar para el chico, de pronto algo golpeó la nave desde abajo con tanta fuerza que la azotó unos centímetros fuera del agua. En cuestión de instantes Lars se vio a sí mismo elevarse en el aire y caer borda abajo junto con la chica.
- ¿Qué diablos fue eso? - Dijo una vez que pudo tomar aire.
Mientras trataba de mantenerse a flote distinguió una enorme silueta oscura rodear el barco. <<¿Qué es esa Cosa>> pensó asustado.
Un apretón en su hombro captó la atención de Lars. La muchacha miraba despavorida de un lado a otro entre la embarcación y la isla, ahora mucho más cerca.
- Vayamos hacia la isla. - Dijo con un temblor en la mandíbula.
- ¿Pero de qué estás hablando?, no podemos abandonarlos. - Dijo Lars con el mismo temblor.
- Pero si ni siquiera les hacemos falta, la misión es entrar a la isla e instalar un campamento para ejecutar una campaña de exploración y recopilación.
- Eso ya lo se pero de todas formas somos sus compañeros.
- Ya que, volvamos al barco... - Accedió la joven justo cuando...
"Pafff" el estremecedor sonido de un estallido los petrificó por completo. Cuando volvieron a fijar la vista en la nave, la vieron totalmente destrozada. Los tripulantes comenzaban a arrojarse en canoas para poder salvarse, millones y millones de trozos de tablas partidas y astillas de madera se esparcieron flotando por la superficie.
- ¡Heyyy! ¡Aquíiiiii! - Llamó Lars sin éxito. Todos los tripulantes los ignoraron por completo, estaban remando en sentido contrario de donde habían venido. <<Malditos>> pensó Lars. <<Después de que incluso pensé en echarles una mano.>>
- Se están dirigiendo al Islote más cercano. - Le anunció La muchacha. - No podremos alcanzarlos, la isla Desierta nos queda más cerca, ¡nademos!
No había otro remedio. Lars comenzó nadar mientras luchaba por respirar impulsándose hacia adelante con brazos y piernas. La joven que lo acompañaba en cambio se sumergió en el agua y nadó por debajo de él. De no haber sido por el hecho de saber que se trataba de un humano fácilmente la habría confundido con un con una criatura marina. Su forma de nadar era muy majestuosa, con tan solo simples movimientos de su cabeza torso y piernas se desplazaba por el agua incluso más rápido que el propio Lars.
Llegar a la orilla había resultado mucho más costoso de lo que el muchacho hubiese imaginado. Había nadado como nunca antes en su vida, le dolían todas las articulaciones, en especial el abdomen. Él y su compañera descansaban sofocados, desplomados sobre la arena de la playa. la caos de antes parecía haberse atenuado.
- Oye..., ¿cómo te llamas?. - La escuchó preguntar.
- Soy Lars. - Contestó con la respiración agitada.
- ¿Y tu apellido?.
- ...
Lars se quedó pensativo, ¿apellido?, tenía uno pero su familia no frecuentaba usarlo. Tenía estrictamente prohibido revelar su apellido ante cualquier persona.
- No tengo. - Acabó contestando. - ¿Y tú?
- Me llamo Nanami..., Nanami Lemna. - Ella también estaba teniendo problemas para calmar sus pulmones.
- Dime Nanami, ¿que hacemos ahora? - Dijo Lars observando los escombros del Jabeque en las distantes aguas.
- ... No tengo idea...

Extras:
- jabeque es una embarcación de vela triangular, con la que también se podía navegar a remo.

- Una cota de malla es una armadura metálica conformada por anillos de hierro forjado, o acero, entrelazados entre sí en un patrón complejo que se denomina 4 en 1, es decir, un anillo sujeta cuatro, es muy fina y ligera.
- ¿Sabías que el mundo de Monster Hunter no tiene un nombre como tal?

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