Monster Hunter : The Apocalypse

12 - El gran Coliseo

- Muy bien queridos participantes, he aquí los ganadores. - Dijeron ambas gemelas al unísono.
Una vez que todos los competidores habían regresado tras el llamado de un cuerno[que sinvolisaba el final de la prueba], aquellos que traían consigo los huevos de la competencia fueron calificados como los ganadores. Entre todos los participantes sólo 12 habían logrado pasar a la siguiente prueba, lo que quería decir que 4 huevos se habían quebrado durante el proceso o bien no habían sido encontrados.
- Lars Mira. - Dijo Nanami a su compañero. - Hana y Runi Pasaron la prueba.
De entre toda la multitud presente, Lars pudo distinguir las rubias cabelleras de sus amigos quienes cargaban con un huevo de color dorado y no muy lejos de ellos Horson y su prima festejaban con un huevo plateado entre sus manos.
- Es bueno saberlo, les fue bien... - Dijo el chico esbozando un leve sonrisa.
- Ahora, por favor... - Volvían a entonar unísonamente las gemelas wyverians. - Aquellos que hallan superado la prueba, reúnanse aquí con nosotras. Para el resto, gracias por participar tan activamente en este, su gran torneo. Lamentamos que no hubiesen llegar hasta el final, pero para recompensárselos, tenemos que decirles que esta noche se celebrará el festival del té primaveral. Es un festival que va de la mano con la celebración del Torneo, a través de él honramos a los grandes héroes que nos han protegido de la amenaza de los monstruos a lo largo de la historia. Sin más preámbulos, les pedimos que se retiren por favor, y una vez más gracias por su participación.
Lars observó como todos los cazadores que restaban se marchaban. Algunos parecían sumamente molestos, entre ellos pudo distinguir a los que les habían robado el huevo del río en un principio. Otros simplemente parecía que no les importaba el ser descalificados, era evidente que les daba igual y otros parecían interesados en ese tal festival que se celebraría.
Nanami por otro lado parecía más asombrada por la forma en la que las hermanas wyverians eran capaces de coordinar sus voces para sus discursos.
- Es bueno ver que pasarán a la siguiente ronda. - Escuchó Lars una voz femenina a sus espaldas.
Tras voltearse vio dos mujeres completamente sucias de tierra con brazos cruzados y observándolo con desdén. Se trataba de las mismas chicas que habían caído en su trampa. Una de ellas traía abrazado un huevo carmesí con picudos bordes marrones. Según parecía, las dos, de alguna forma, habían logrado pasar a la siguiente competencia.
- He... hola... - Dijo el chico sintiendo que se le hacía un nudo en estómago. - Es... bueno ver que... siguen bien...
- Mejor no te sientas tan bien. - Dijo la chica enana que sujetaba el huevo. Su mirada era de puro desdén.
A Lars le hubiese gustado comentar algo en su defensa pero no se le ocurría una excusa lo suficientemente convincente como para aplacar la ira de aquellas dos individuos.
- Felicidades nuevamente por haber ganado el torneo, realmente lo merecen. - Dijeron las hermanas wyverians a los participantes restantes. - La prueba dará comienzo mañana cuando el sol esté en su punto máximo. Dicho evento será celebrado en el gran coliseo de Minegrade y como ya deben de saber consistirá en un batalla uno a uno entre todos ustedes por encuentros. Aquellos que consigan ganar pasarán a la última prueba. A jusgar por la cantidad restante, serán 6 encuentros en total, es mucho menos que el torneo pasado así que la prueba no debería durar mucho tiempo. Presentense aquí el día de mañana a la hora indicada para entregar el huevo y el nombre de los integrantes del equipo en él escrito. Eso es todo.
- Esperemos que a ustedes les vaya bien. - Amenazó una voz femenina a espaldas de Larz muy serenamente.
Esto hizo que al chico se le pucieran de punta todos los vellos de su nuca. Sabía que se trataba de la hermosa chica con el cabello blanco y los ojos púrpura pero al voltearse para verla solo apreció al dúo dándole la espalda y marcharse.

...

Apenas los rayos del sol se asomaban y se colaban por la ventanas de cristal en las habitaciones de la posada, los ojos de Lars aún permanecían abiertos desde la noche anterior. Había caído presa de las dudas y el temor a mitad de la madrugada. La siguiente prueba en realidad no se trataba de algo que pudiera hacer estando plenamente seguro de sus habilidades, solo era un novato, su vida de cazador apenas había iniciado y no estaba muy seguro de que sus habilidades le sirvieran de algo contra un cazador experto.
Hasta el momento había sido muy afortunado y logró salirse de grandes problemas y situaciones difíciles, pero en aquella prueba estaría solo, no contaría con el apoyo de nadie y eso solo lo hacía sentir más intranquilo.
De pronto un grotesco ronquido, casi parecido al rugido de un oso barrió la habitación. Lars saltó de la cama asustado solo para contemplar a su compañera profundamente dormida en la cama que estaba junto a la suya. Pese a que la chica apenas iniciaba su vida como cazadora y muy a diferencia de Lars que recibió entrenamiento especial desde más joven, no debía estar ni un pico preocupada dada su personalidad alegre, incluso dadas sus locas ideas siempre se las ingeniosa para salir bien parada en cualquier situación. Sin darse cuenta Lars sonrió levemente viéndola dormitar y roncando de forma escandalosa mientras abrazaba la almohada. Quizás lo mejor sería imitarla, dejar las preocupaciones y centrarse más en el momento.

...

La hubicación del Sol en lo más alto del cielo, siendo eje central de todo el horizonte, anunciaba la llegada del mediodía. Lars, Nanami, Runi, Hana, Horson, y su prima Cecily habían salido de la posada y se dirigían rumbo a la plaza central, con las gemelas y el resto de los ganadores. Todos traían los huevos que habían ganado con sus respectivos nombres inscritos en ellos con tinta azul.
Una vez habían llegado a dicho lugar encontraron a las gemelas sentadas en la fuente y a dos equipos que ya se encontraban allí. El primero se trataba de dos sujetos que Lars y Nanami no habían visto en toda la primera prueba. Uno de ellos tenía una armadura de metal sin casco lo que dejaba ver su corto cabello negro y sus ojos castaños, tenía una expresión de nerviosismo y miraba hacia todas las direcciones con preocupación. En su espalda cargaba con una lanza del mismo material metálico que su armadura y en la mano izquierda había un escudo redondo ajustado a su muñeca.
El otro sujeto tenía unas vestimentas más ligeras. Usaba un hakama muy elegante de color negro con patrones blancos ondulados que recorrían desde el pantalón a la camisa verticalmente. En su cinturón tenía atado dos abanicos de metal plateado y en sus manos usaba bandas de color negro, con una de ellas sujetaba un hermoso huevo plateado con letras inscritas en él con tinta roja. La cabeza de este sujeto portaba un sombrero kasa hecho con bamboo el cual ocultaba sus ojos y dejaba varios rasgos de su rostro en las sombras dándole un porte misterioso.
El otro equipo no eran nada más y nada menos que las dos chicas que habían sido emboscadas por Lars y Nanami el día anterior. Desde la llegada de ambos habían sido perseguidos por la fulminante mirada de estas dos pero estos prefirieron no mirarlas, cosa que no valía de nada puesto que aún a espaldas de estas podían sentir en sus cuellos las rachas de odio que desprendían estas chicas desde sus ojos.
Al rato llegó el último dúo de la competencia. Se trataba de dos hombres. Uno de ellos era alto y robusto, con todos los músculos de su cuerpo muy bien definidos, tenía una larga Melena que caía sobre su espalda y su cara, con alguna que otra sicatriz, estaba cubierta por una barba en forma de candado. Vestía pieles en sus hombros y cintura y calzaba unas anchas botas de cuero. Se trataba de un sujeto bastante intimidante, pero sin duda alguna, lo que más aterraba de su presencia era aquella gigantesca he imponente hacha que colgaba de su espalda.
El otro sujeto parecía un poco mayor que el resto, prueba de ello eran alguna que otra arruga marcada en su rostro, y las numerosas canas que rodeaban su cabeza y componían una pequeña trenza con el corto cabello que tenía. Vestía como un samurai, con una armadura negra, de la cual colgaba una katana ninjato, y el casco de la misma sujetado en su mano, y con la otra un huevo lavanda.
Finalmente todos los cazadores estaban presentes y las gemelas se habían puesto de pié.
- Sigannos. - dijeron a los concursantes.
Los condujeron por una carretera diferente a la de la otra vez y estuvieron caminando casi un kilómetro entero. Después de ver tantas casas y puestos comerciales y avisar varias carretas en el caminos, pudieron divisar a lo lejos una gran estructura que sobresalía entre toda la arquitectura presente y pir la ruta que llevaban ese debía de ser el lugar donde se efectuaría la segunda prueba.
Lars no tuvo muy en claro que era en un principio pero a medida que se acercaban pudo apreciarla mejor. Era un coliseo. Su altura superaba la de todas las demás construcciones de los alrededores y era tan extenso que bien todo Yukumo podría haber cabido en su interior.
- Este lugar es conocido como la gran arena de combate de Minegrade. Muchas de las grande peleas de la historia de nuestro mundo se han llevado a cabo en este lugar. - dijo la gemela llamada Jinoa.
- Ahora, procederán a entregar los huevo y entrar en una habitación especial dentro de la arena. Allí serán llamados para pasar al combate de dos en dos hasta que finalmente sólo queden 6 de ustedes. - Dijo la gemela llamada Minoto.
- Y así, finalmente solo esos seis restantes pasarán a la tercera prueba, la última y decisiva prueba final, en la que sólo uno saldrá victorioso.

Extras:

- En estos momentos no tengo ganas de dar muchas explicaciones😪.

- Introduje un coliseo inspirado en la cultura medieval romana para otorgarle un poco más de diversidad al juego, además estoy seguro de que en la saga ya aparecía un coliseo.

- Muchos personajes importantes serán introducidos a partir de este punto, que si bien no tendrán mucha relevancia de momento, mucho más adelante serán un recurso valioso.

- Los quiero, y esperen atentamente el próximo capítulo.

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