9 - La ciudad de Minegrade

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        Dos niños jugaban alegremente en la frente a su casa retosado y riendo mientras se perseguían el uno al otro. Uno de ellos tenía los ojos verdes y un enmarañado cabello castaño, mientras que el otro, que era un poco más crecido, compartía su mismo color de pelo pero sus ojos presentaban un color anaranjado destellante.
       Sentado en uno de los bancos de la casa de encontraba su padre, quien los miraba atentamente mientras leía un pergamino noticiario. Su semblante se veía muy tenso y preocupado.
- Chicos vengan a aquí un momento. Tengo algo que contarles. 
          Ambos niños fueron emocionados corriendo hacia su padre y cada uno se sentó en una de sus rodillas.
- ¿Que pasó papá? - Preguntaron riendo.
- Escúchenme bien. - les dijo muy serio. - Por nada del mundo deben de revelar su apellido a nadie.
           Los infantes se miraron con preocupación y luego volvieron a prestar atención a su padre.
- Por todo el continente personas nos buscan y piden una recompensa por nosotros. Todo por culpa de algo que yo hice en el pasado. - dijo Ícaro con pesar
- Cuéntanos que pasó papa. - Dijeron con intriga Lars y Brand.
           En el rostro de Ícaro se dibujó una sonrisa y dijo fuertemente volviendo a su estado de ánimo habitual, tal vez por la emoción de rememorar su juventud.
- Jajajaja, entonces les haré la historia de como yo y mi equipo fuimos capaces de acabar con un dragón anciano en la ciudad de Minegrade - pronunciaba con orgullo y suficiencia. - Y como fue que la corona nos condenó por ello.

...

      Los ojos de Lars habían comenzado a abrirse solo para ser fulminados por la poderosa luz solar que se colaba entre las hojas de los árboles. Estaba acostado entre una gran cantidad de bultos como barriles y canastas. Lentamente se incorporó y se vió, sólo, en un bosque, sobre una carreta sin montura.
- ¡Bien!, por fin despertaste. - Escuchó que le decía alguien.
        Volteó hacia su derecha y vio que a unos metros de la carreta estaban Nanami, Hana y Runi, reposando bajo la refrescante sombra de un árbol. Nanami daba filo a la punta de sus flechas con una piedra de afilar. Por otro lado Hana molía con un moltero hojas, flores y hongos, agregando agua por momentos y dando como resultado un líquido espeso, al cual agregaba otros ingredientes. Y Runi introducía estas sustancias en frascos de cristal haciendo una pequeña fila de estos y separándolos por colores.
- ¿Como te sientes? - le preguntó Nanami.
- Me apesta el aliento. - Le contestó Lars un poco aturdido por el sueño mientras bajaba de la carreta. Desde un poco más lejos pudo ver a la Garwa que tiraba del carro, atada a otro árbol mientras se alimentaba de insectos que encontraba en le hierba.
- Come un poco, dentro de unas horas llegaremos a Minegrade. - Le dijo Hana señalándole una canasta con bollos calientes junto a una jarra con jugo rodeada de cuatro vasos.
       Lars se sentó con ellos y sin decir nada comezó a comer. Ya habían pasado algunos días desde que habían dejado Kukumo para dirigirse a la gran ciudad donde se celebraría el gran torneo. Durante todo aquel tiempo se tetenían por las tardes para entrenar un poco, luego cenar y por último descansar,  partían por las mañanas después de haber llenado sus estómagos para continuar con el viaje y aquel sería el día que que finalmente llegarían a Minegrade.
- ¿Que están haciendo? - pregunto el chico a ambos hermanos una vez que terminó de saciar su hambre.
- Preparamos algunas pociones. - le dijo Runi. - Hana es una experta en la hervología, conoce las propiedades de plantas y hongos y sabe preparar brebajes de todo tipo.
- ¿Y de que tipo han preparado hasta ahora?
- Bueno... - dijo el rubio con un dedo en los labios. - estas son para sanar rápido. - señaló los frascos de líquido verde. - Estas para aumentar la energía Om - señaló los frascos con líquido amarillo. - estos son somníferos. - señaló los frascos con líquido azul blanquecinos. - y esto es veneno. - Señaló por último los frascos de color púrpura.
- Ya casi acabamos, Los dejaremos llevarse algunas cuando terminemos. - dijo Hana vertiendo líquido púrpura en un frasco.
- Eso suena como si no fuéramos a trabajar en equipo los cuatro. - dijo Lars dudoso.
- Es porque no haremos equipo. - Dijo Runi limpiando limpiando el cuenco con el que habían estado trabajando. - Por lo general solo se puede hacer equipos de a dos.
- Eso quiere decir... ¿que competiremos contra ustedes? - dijo Lars con desaire.
- Eso parece. - contestó Runi haciendo una mueca de dolor.
         Se hizo un breve silencio el cual fue abructamente interrumpido por la despreocupada voz de nanami.
- Bueno, en ese caso. Nos llevaremos una poción de cada tipo.

...

        En unos instantes ya volvían a estar andando rumbo hacia la capital. Nanami no paraba de hacer preguntas respecto a la ciudad y de cómo sería la gente allí. "Ten paciencia", era lo que siempre le contestaba Runi. Ggffhbcfff
         La gran abundancia de árboles fue disminuyendo de poco en poco y la luz del día se hacía más abundante hasta que habían llegado a un campo abierto lleno de césped y flores.
         A mediados del mediodía, el sol se había vuelto muy insoportable y los muchachos sentían muy agotados por el viaje. De repente el terreno comenzó a volverse rocoso y árido, apenas se veía una planta alrededor, un gran cañón se había hecho visible a lo lejos mientras y a la distancia una formación extraña se alzaba al vorde del barranco. Se trata de una gran muralla que abarcaba varios kilómetros a la redonda.
- Ahí está - dijo Hana emocionada.
- Acelera Runi, acelera. - Le dijo Nanami al Rubio, quien dirigía a la garwa.
          Cuando la garwa echó a correr la gran distancia que había entre ellos y aquellas murallas se les pasó por los ojos  como un pestañazo y de repente ya estaban frente a las grandes puertas de la ciudad custodiada por dos guardias con armaduras y lanzas.
- ¿Quienes son?, ¡preséntense! - exigieron estos
- Somos cazadores, vinimos aquí por lo del Torneo. - respondió Runi con seriedad.
- Pero aún es muy pronto.
- Quisimos venir anticipadamente, no nos gustan las filas.
- Muy bien, según veo, por su montura, ustedes vienen de Yukumo ¿no es así?
- Así es señor.
- Deacuerdo ¡Abran las puertas! - Gritó él guardia hacia arriba del muro y y seguido a un ruido de cadenas siendo tiradas las puertas comenzaron a abrirse. - Les deseamos buena suerte.
- Muchas gracias. - les dijo Runi mientras entraban a la ciudad.
         Lars quedó impresionado por lo que había dentro de aquellos muros. Jamás había presenciado una gigantesca comunidad donde vivieran tantas personas como aquel lugar. Habían cientos y cientos de casa a la vista por kilómetros, establecimientos de todo tipo por todas partes, ciudadanos que iban venían por las calles y una gran variedad de olores diferentes se colaban por su nariz.
      A jusgar por la expresión de Nanami ella tampoco había visto algo así.
      Atravesaron toda la carretera central hasta llegar a lo que parecía el centro de la ciudad (la plaza central).
- Muy bien... - dijo Runi deteniendo la carreta. - Las posadas están al oeste de aquí. Yo y Hana llevaremos a Tikko(la montura) a un establo y dejaremos la carreta allí. Ustedes vallan y busquen un buen lugar.
        El rubio le lanzó a Lars una bolsa con zenis.
- Nosotros podemos pagar nuestras habitaciones, no deberían molestarse. - Le dijo Lars a Runi.
- No te preocupes, se que no tienen suficiente. Además todavía quedan unos cuantos días antes de que empiece el torneo. Pasaremos aquí un buen tiempo. - Le dijo Runi.
- Pero...
- Solo relájate, para nosotros no es una molestia. - dijo el Rubio antes de poner en marcha la carreta, dejando a Nanami y a Lars solos.
- Es muy generoso ¿verdad? - dijo la chica animada. - ¿Vamos a las posadas entonces?
- No. - dijo Lars abrubtamente. Antes... quiero pasar por un lugar.
- ¿Que lugar?, si nunca has estado aquí.
- Es verdad, pero había escuchado sobre  un lugar especial por aquí. Un lugar en ruinas por culpa de una gran batalla que aconteció hace mucho.

...

    Habían estado caminando durante una hora y media, durante todo aquel tiempo habían estado pidiendo direcciones en busca de aquel lugar en ruinas del que habló Lars.
- Cielos... está ciudad es muy grande. - Se  quejó Nanami secándose las gotas de sudor de la cara. - ¿Nos falta mucho?
- Ya oíste a la señora del puesto de frutas. - le dijo lars testarudo. - llegaremos al doblar al final de este camino.
- Si ya. Lo único que hemos estado haciendo es doblar al final de cada camino que tomamos, todavía no entiendo porque quieres ver ese lugar en rui... - Las palabras de Nanami se habían quedado cortas.
        Acababa de doblar la esquina y ahora podían ver perfectamente el lugar  al que Lars se refería. A lo que le llamaba lugar en ruinas era una gigantesco cráter en la tierra repleto de escombros que abarcaba alrededor de un kilómetro.
- Es increíble - dijo la chica impactada. -  Es como si los dioses hubiesen descargado su ira en este lugar.
          Lars por su lado no habló, sabía que había pasado allí perfectamente, era una historia que desde niño le habían contado cientos de veces pero nunca soñó con estar frente al escenario donde había transcurrido.
- Ya vimos suficiente. - dijo él después de un minuto. Deberíamos ir y buscar la posada o Runi y Hana  pensarán que huimos con su dinero.

...

EXTRAS:

• La ciudad de minegrade pertenece al Reino de Shrade y el el lugar más famoso de todo el mundo que funciona como centro de interacciones entre cazadores. Es donde se recopilan las principales informaciones y descubrimientos que después serán enviados al resto del mundo.

Monster Hunter : The Apocalypse Where stories live. Discover now