16 - Ruinas antiguas: Parte 1

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- Que rico. - decía Lars mientras se jactaba de un voluminoso trozo de carne azada.
        Hacía unas horas había regresado del gran torneo a la aldea de Yukumo y ahora ceneba en el gremio junto a Nanami y Hana mientras esperaban a Runi, quien se había reunido junto a la jefa de la aldea y al jefe del gremio para discutir un asunto en privado.
- Mmmmm extrañaba tanto este lugar..., la comida, los balnearios al aire libre, las vistas... haaa, me siento muy bien. - gemía Nanami con satisfacción comiendo muy tranquilamente un gran huevo de garwa de su cuenco con una cierta variedad de olorosas especias exparcidas en la clara del mismo.
- Si pero dentro de poco nos tendremos que ir, recuerda lo que dijo Runi en el torneo, la jefa solicitaba nuestros servicios para una misión...
- Si, si, pero yo iré a partir de mañana, ahora mismo estoy cansada del viaje. - Atajó Nanami llevándose una cucharada  de su comida a la boca.
- Como digas... - Dijo Lars sin ánimos. - ¿Tu vendrás con nosotros Hana?
- No. - Contestó Hana antes de darse un sorbo de fideos de su sopa usando los palitos elegantemente. - El jefe del gremio dice que me necesita en la ciudad de "Loc Lac".
- ¿Donde es eso?
- En medio del gran desierto. La jefa aún no me ha dado los detalles exactos sobre la misión pero no debe tratarse de la captura o caza de ningún monstruo, es una ciudad llena de cazadores, de seguro me enviarán por mis conocimientos sobre la alquimia y la medicina. Por cierto... quería darte esto Nanami. - Dijo sacando de su bolso de cuero un libro con una portada con curiosas ilustraciones con plantas. - Es mi antiguo compendio sobre pociones para principiantes, es el primer volumen de toda una basta colección. Te vendrá bien en las misiones ya que he visto que tienes buena mano con las pociones, úsalo bien.
- ¡Gracias! - Dijo Nanami con los ojos radiantes tomando el obsequio. - Me encanta la lectura, seguro aprenderé mucho de él.
         <<¿Que le encanta la lectura?>> dijo Lars dudoso puesto que la personalidad de Nanami no contrastaba con el rol de estudiante dedicada.
- Ya regresé. - Dijo Runi a espaldas de los tres.
          Lars se volteó y lo vio mirándolos atentamente a él y a Nanami, con ambas manos sobre su cintura.
- ¿Sucedió algo? - Preguntó Lars curioso antes de tragar su último trozo de carne.
          Runi tomó asiento junto a ellos en uno de los cojines que rodeaban la mesa.
- Según parece el cazo de Nanami y la historia que me contaste sobre el sujeto que incendió tu aldea atrajo mucho la atención del gremio. Me han pedido que investiguemos más a fondo sobre el tema y me sugirieron visitar alguna de las grandes ruinas del la civilización de los sabios antiguos. Creen que quizás allí encontremos respuestas.
- ¿En las ruinas de los sabios...?
- Quizás sea inútil. - Opinó Hana tranquilamente sin dejar de atender su sopa. - Si nisiquiera los wyverianos, que viven por largos períodos de tiempo, tienen idea de cuál es el porqué de la existencia de personas como Nanami o aquel sujeto que quemó la aldea de Lars, dudo que encuentren respuestas en las ruinas antiguas.
- Aún no se ha explorado mucho en ellas, quien sabe que pudiésemos descubrir allí, son tantas y tantas... - Argumentó Runi brevemente.
- ¿Y por donde se supone que deberíamos de empezar a buscar? - Preguntó Lars.
- Tenía pensado ir al bosque inundado, allí hay una gigantescas estructuras a la que pocos investigadores han podido acceder por el entorno salvaje. Nosotros seremos los primeros en explotarlas a fondo.
        Unos pasos de tacón que se dirigían en dirección al grupo interrumpió la conversación y todos voltearon para ver quien se acercaba.
- Es un gusto volverte a ver Lars. - Dijo La jefa de la aldea, que acababa de llegar junto a ellos y sentarse arlado de Lars. - Desde que te fuiste le ancargué a al líder felyne de Yukumo que fuese a tu aldea con una amplia tropa de felynes para sacudir los escombros y enterrar los cadáveres apropiadamente.
- Mm... gracias... es más de lo que podía pedir. - Agradeció el chico antes de que se formase un nudo en su garganta. El solo pensar en los restos de sus padres siendo enterrados le helaba la sangre, la última vez que había ido a aquel lugar ni siquiera se atrevió a buscarlos, sentía que no tenía el valor suficiente para eso.
- Ni lo menciones, es lo menos que haría por alguien que hubiese pasado por lo mismo. Como jefa de la aldea principal de los picos nublados era mi deber ocuparme de los hechos y ... ha, por cierto... - Dijo hurgando en uno de los bolsillos de su kimono de donde sacó un hermoso medallón dorado, con el símbolo de una flor de loto de cinco pétalos, el cual estaba colgado por una delgada cadena del mismo metal, el cual hizo abrir mucho los ojos de Lars. - ¿Lo reconoces?, los felynes dijeron que este objeto fue encontrado en la cabaña que tenía las descripciones de tu casa.
- S... si... - respondió Lars con un hilo de voz. - Era de mi madre, siempre usaba ese colgante.
- Bien, entonces tenlo. - Dijo la jefa colocándolo en su mano.
- Wou, en mi casa tenemos un medallón parecido, tiene el mismo diseño y todo, solo que aquel es de platino. - Dijo Nanami observándolo de cerca.
- De seguro lo forjó el mismo artesano. - Dijo Lars mirando el objeto con nostalgia y colgándose en su cuello.
- Bueno chicos, ahora que terminaron de cenar, me gustaría que me acompañasen, les tengo una sorpresa. Hana, tu quédate aquí por favor, el jefe del gremio hablará contigo sobre tu misión. - Y con esas palabras, Lars, Runi y Nanami siguieron a la jefa quien los llevó por la calle de la aldea hasta el puesto del herrero, un pequeño wyveriano con un brazo deformado y en carne viva.
- ¿Cumpliste mi encargo? - Le dijo La jefa a este, quien asintió amablemente e hizo señas a su asistente para que trajera el encargo, el cual depositó sobre la repisa.
         Se trataba de un montón de prendas de equipo, hechas de pieles, para la caza. Por aquel color azul del pelaje y la coraza, Lars pudo distinguir que dichas ropas habían sido confeccionadas de un arzuros.
- Ordené a hacer esto cuando partieron al gran torneo. Esta armadura está creada de aquel Aoshira que cazaste en aquella primera ocasión. Dado que era una bestia descomunal entre sus semejantes, estas prendas son muy resistentes y quiero que las lleven en sus misiones.
- Muchas gracias Jefa. - Dijo Runi tomando el conjunto más adecuado a su talla y se lo probó.
         Las botas largas se le veían muy cool, al igual que aquellas pieles colgando sobre su cintura y la coraza recubriendo su abdomen, pecho, hombros y brazos.
          Nanami agarró el conjunto que evidentemente era para mujer. La única diferencia con el de Runi era que en lugar de una coraza recurriendo sus hombros, ésta era sustituida por una especie de chall hecho con las misma pieles. Y en cuanto a Lars, su traje parecía una versión encogida del de Runi, y de hecho así era.
- ¡Muy bien! - Dijo Runi entusiasmado. - Mañana saldremos a primera hora.

...

- se escuchaba una alegre voz femenina riendo a lo lejos.
       Lars corría en dirección al sonido con travesura y ternura para luego ser cargado por una mujer de túnicas blancas y rojas. Era delgada y hermosa, con los ojos verde y el cabellos naranja ancendido. Tenía algunas pecas en sus mejillas y un lunar serca de su carnoso labio superior.
- ¡Mamá! - Gritó él niño con entusiasmo siendo cargado en brazos de aquella dama, mientras jugueteaba con el colgante de ésta misma.
- Mi pequeñito... - Decía la mujer con dulzura. - Te quiero tanto...
- Yo también te quiero mamá... - contestó el pequeño infantilmente mientras tocaba los cachetes de su madre con sus manitas.
          La brisa en el altiplano estaba fría aquella tarde frente a la cabaña en la que vivían y montones de hojas de arce sobrevolando los alrededores adornaban aquel bello hambiente otoñal.
- Te quiero tanto... - volvió a repetir la madre. - Tanto....

...

- ¡Lars! Ya terminaste. - Le preguntó Nanami a espaldas del chico.
          Lars llacía agachado entre un matorral, con los pantalones bajados, y en una postura de rana.
- No me mires, aún no he terminado.
- Caga rápido, ya casi está por volver a llover.
         Hacía ya tres días que habían llegado al bosque inundado. La naturaleza del mismo traía consigo innumerables lluvias las cuales lo mantenían en un constante estado de humedad y mantenía las fuentes de agua en un crecimiento frecuente, y debido a las dificultades para moverse en el mismo sobre tierra habían tardado un tiempo para poder instalar un pequeño campamento y dicho sea de paso no habían podido explorar mucho. Sin embargo aquel mismo día se habían propuesto a localizar las primeras ruinas pero a Lars le habían surgido necesidades en medio del camino y estando allí se había perdido entre los sonidos de goteo y el fluir del agua, la inmensamente abundante naturaleza verde del lugar y las fangosas tierras color mostaza sobre las que caminaban.
- Bien, creo que ya no va a salir nada más. - Dijo el chico subiéndose los pantalones .
- Asqueroso, ni siquiera te limpiaste, ¿verdad?
- ¿De que hablas? Si hay hojas húmedas por todas partes, claro que me...
- Ya ni me digas. - lo cortó Nanami. - Mejor apurémonos, Runi nos está esperando.
- Para que tanta prisa, de seguro está cagando también, los mosquitos aquí no le sientan bien al estómago.
- Como sea, vámonos de una vez. Estoy ansiosa, nunca pensé que pudiese darse el caso que una misión pretendiera descubrir el origen detrás de mis capacidades.
- Es un tema del cual todos quisieran una explicación.
- Sip, así que vámonos. - Dijo ella con entusiasmo.
- Vamos.

...

      

      

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