Capítulo 1: La ilusión del primer amor

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Una pelinegra caminaba junto a un gigantesco hombre por los pasillos de una prestigiosa universidad, a la distancia un apuesto joven de mirada sombría y cabello alborotado que se encontraba junto a un grupo de jóvenes la seguía con la mirada.

¡Qué preciosidad de niña! pronunció uno de los jóvenes.

Sí es cierto, es perfecta, agrego otro.

Así es, es perfecta, pero para mí, dijo con firmeza el joven de cabello alborotado y mirada fría.

Pero, ¿por qué Black?, lo correcto es que sea ella la que escoja, respondió con molestia un apuesto joven de cabello negro lacio hasta los hombros.

Totalmente de acuerdo, dijo otro apuesto joven.

Bien, entonces veamos quién se la gana, aunque de antemano sé que seré yo, pronunció con una sonrisa triunfal Black, mientras observaba a la pelinegra entrar junto al gigantesco hombre a la oficina del rector.

En tanto:

En otro pueblo, un par de jóvenes se encontraban en una biblioteca haciendo sus respectivos trabajos, mientras platicaban en voz baja.

Y eso me dijo, pronunciaba con pesar un calvo.

No te desanimes Krilín, ella no era la indicada, contestaba con una cálida sonrisa un apuesto joven de ojos cristalinos y cabello alborotado.

Como no va hacerlo, si era perfecta, y no me digas que no, tú mismo dijiste que era bonita, respondió el nombrado.

Sé lo que dije, y lo sostengo, Sayuri es bonita, pero ello no significa que sea para ti, los sentimientos tienen que ser recíprocos Krilín, no se puede obligar a nadie a querer a alguien solo por amistad, ello solo termina lastimando a las personas involucradas, por ello lo correcto es no forzar nada, cuando llegue la indicada, llegará y entonces esta te corresponderá y ambos serán felices, añadía con calma el apuesto joven.

Ya hablas como todo un terapeuta amigo, dijo el calvo con una ligera sonrisa en su rostro.

Capital Oeste:

Eres mi orgullo hija, los escuchaste, el mejor promedio de todos los traslados, decía emocionado un gigantesco hombre, mientras una pelinegra esbozaba una cálida sonrisa en su rostro. Esto hay que festejarlo, sin duda serás mi sucesora, agregaba el hombre.

Entonces, ¿Ya nos vamos a casa?, contesto Milk, mientras caminaba junto a su padre, al tiempo que sentía una mirada sobre ella.

Sí hija, a partir de mañana te unes a tu grupo, ya escuchaste al rector, respondió el gigantesco hombre, mientras su hija giraba su rostro lentamente, pues le parecía que alguien la estaba mirando.

Hoy no viajarás, ¿verdad?, agregaba Milk, quedándose callada al conectar miradas con un apuesto joven de cabello alborotado y mirada un tanto fría.

Esta semana no hija, pero si la próxima, pero no te preocupes e pensando en contratar a una persona para que nos cocine, limpie la casa, de entrada, por salida, pero que acepte quedarse a tiempo completo los días que tenga que viajar para que te hagas compañía, ¿Qué te parece mi idea?, ahora puedo contratar a una empleada, así solo te abocarás a tus estudios para mantenerte como la mejor alumna.....

El padre de la pelinegra seguía hablando, pero esta no le prestaba la más mínima atención, pues se había quedado como hechizada al ver aquel joven.

En tanto:

No tiene caso que compitan conmigo, ella ya cayo, pronunciaba Black, mientras seguía con la mirada a la pelinegra, al tiempo que le regalaba una sonrisa.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now