Capítulo 40: Sentimientos que empiezan a crecer

84 16 18
                                    

Un joven de cabello alborotado y mirada cálida platicaba por celular, mientras una pelinegra lo observaba mientras bebía de una taza.

En la estación radial, decía Gokú sorprendido, mientras la pelinegra posaba su mirada en este.

Sí hijo, pensábamos que aquí podías estar, por ello no fuimos a tu departamento, ya que queríamos sorprenderte, escucho.

Aunque los sorprendidos fuimos nosotros, agrego otra voz, con cierta molestia.

Mamá, espérenme allí, en media hora estoy por allá, pronunció Gokú.

¿Dónde estás?, escucho.

Ya les comentare cuando llegue papá, ahora tengo que colgar, dijo el joven de cabello alborotado, dando por concluida llamada.

¿Tus padres vinieron a verte?, pronunció Milk.

Sí, contesto Gokú, con calma.

De aquí a la estación radial en auto, serán diez minutos, no treinta, agrego la pelinegra con voz entristecida.

Lo sé, pero no me iré hasta no dejarte calmada, expreso el apuesto joven de cabello alborotado y mirada cálida.

¡Gracias! dijo Milk, bajando la mirada.

No tienes nada que agradecer, mejor termínate ese té, te hará sentir bien, pronunció Gokú con dulzura.

En tanto:

¿Qué les dijo?, pronunció Arimi, en tono intrigado.

Que en treinta minutos viene para acá, dijo Bardock con molestia.

De seguro esta con algún cliente, expreso Gine.

O esta con ella, dijo Arimi, haciendo que Bardock sienta molestia.

Ya nos comentará donde estuvo, cuando venga, añadió Gine, para calmar a su esposo.

30 Minutos después:

El apuesto joven de cabello alborotado y mirada cálida llegaba al ambiente donde estaban sus padres.

Ya estoy aquí, pronunció Gokú con calidez, al tiempo que su mirada se posó en una pelinegra de cabello ondulado y vestimenta sexy.

¡Hola Gokú bello! estuve haciéndole la plática a tus padres hasta que llegarás, ya sabes para que no se sientan extraños, expresó Arimi.

¡Gracias por hacerles compañía! dijo Gokú, mientras se acercaba a saludar a sus progenitores.

Permiso, tengo que ir a continuar con mis pendientes, pero ya saben, yo estoy para lo que necesiten, pronunció la joven.

¡Gracias! dijeron los señores Son.

Vamos a mi departamento, hay tiempo para que lo conozcan y luego salir a comer algo, y si gustan me acompañan por la noche acá nuevamente, ¿o volverán hoy mismo?, expreso Gokú, con calma.

Regresaremos hoy, pronunció con seriedad el señor Son.

Bueno, entonces no perdamos más el tiempo, y vamos a mi departamento, dijo el apuesto joven.

¿Estuviste con algún paciente?, expreso Gine, con calma.

Sí, respondió Gokú con calma, mientras salía junto a sus padres del lugar.

Departamento de Black:

El joven de mirada fría estaba sentado en un sofá bebiendo de una copa, al tiempo que pensaba: Le daré unos meses para que lo piense, eso sí, no dejare de estar pendiente de ella con pequeños detalles, ya se donde trabaja, tengo la dirección del lugar donde vive, y también se donde estudia, solo tengo que pensar bien que detalles enviarle, ya que deben ser detalles que le demuestren que lo de mi cambio es verdad, pero además a través de estos debo de hacer que ella evoque aquellos momentos felices junto a mí, aquellos momentos que podemos volver a repetir si ella regresa conmigo.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now